Adamant: Hardest metal
Thursday, April 3, 2003

Una aguja en un pajar---LA ESTRATEGIA DE LA COORDINADORA DEMOCRÁTICA

Nelson Lara

Durante el mes de mayo del año pasado la Coordinadora Democrática tomó la decisión de integrar en un solo equipo de trabajo las Comisiones de Estrategia de la CTV, de Fedecamaras, de Gente de Petróleo, de los Partidos Políticos y de la Sociedad Civil. En ese mismo mes se acordaron los mismos objetivos, los mismos tiempos, el mismo rumbo y los mismos medios para lograrlos. La conclusión fue el diseño de una estrategia, que hemos denominado de cerco. Una estrategia sustentada por principios legitimados en el documento firmado por todas las organizaciones integrantes de la Coordinadora Democrática el 5 de Julio de ese año y ratificados en el día de hoy en la lectura del Profesor Manuel Caballero.

El primer objetivo de nuestra estrategia es cambiar el presidente, pero no como sea. Y es aquí donde reafirmamos en la práctica nuestros valores democráticos, de libertad, pluralismo y convivencia pacifica, por ello tomamos la ruta electoral y apelamos al pueblo venezolano para que con votos ice nuevamente la bandera de la democracia en Miraflores. El segundo objetivo se refiere a la reconstrucción de Venezuela, a las difíciles decisiones públicas que habrá que tomar para avanzar hacia una calidad de vida digna de los venezolanos y en consecuencia hacer viable la gobernabilidad. Este objetivo está siendo intensamente trabajado en la actualidad para establecer un programa mínimo de consensos, que saque del debate político temas de primera prioridad nacional, como por ejemplo, la lucha contra la pobreza. Complementado con una sólida vocación de incluir a todos los venezolanos. El odio, la retaliación y el atropello que hoy sufrimos no permitiremos que se repita. Venezuela nos necesita a todos.

En tal sentido, empezamos afirmando que la Coordinadora Democrática no solamente ha tenido una estrategia claramente definida, sino que la estrategia de cerco sirvió de referencia para la toma de decisiones a lo largo del año 2002 y durante el desarrollo del paro cívico nacional. Es de cerco porque representa el efecto de una acción pro activa envolvente que se afinca en el terreno constitucional y que apunta al logro de los objetivos definidos. Es de cerco porque reacciona ante los incentivos que introduce cada Articulo violado de la Constitución y de las Leyes de la República, especialmente la Ley de Salvaguarda del Patrimonio Público, transformándose en una ofensiva de respuesta contra Chávez y su gobierno, expresada en protestas y denuncias formales apoyadas con gigantescas movilizaciones de calle ante la Fiscalía, Defensoría del Pueblo, Asamblea Nacional, Contraloría General de la República , CNE y Tribunal Supremo de Justicia, instituciones hoy suficientemente probadas en sus limitaciones de autonomía. El cerco aprieta también en el escenario internacional. Surge la solidaridad con el pueblo venezolano. La presencia del Centro Carter, del PNUD y del Secretario General de la OEA, impulsaron la constitución de la Mesa de Negociación y Acuerdos y luego la formación del Grupo de Amigos, lo que viene a configurar la ventana de la verdad, para a través de ella develarle al mundo la terrible verdad venezolana.

En el mes de Febrero pasado ajustamos la estrategia. Pasamos de la Estrategia de Cerco a la Estrategia de Cerco con Salida. Es conveniente subrayar que en ella no se descarta ningún instrumento electoral, ni tampoco ningún escenario constitucional. Se tuvo el cuidado de contemplar objetivamente los niveles de maniobrabilidad del tipo de jugador con quien se confronta, por lo que no habrán sorpresas. En éste marco estamos frente a una realidad y es que los tiempos establecen que faltan apenas 144 días para empezar a transitar la opción del Referendo Revocatorio. De allí que en los próximos días la Coordinadora Democrática iniciará un despliegue nacional de movilización de cuadros de trabajo para organizar la totalidad de la estructura en todas las mesas electorales. Una estructura electoral capaz de movilizar y defender cuatro millones de votos para cualquier tipo de elección.

Por otra parte, los tiempos del gobierno se acortan y la fecha 19 de Agosto como mitad del período presidencial actúa como un tic tac de una cuenta regresiva que exige la mayor eficiencia y efectividad de cada actor de la oposición. Por eso aprobamos la política de que no se quede una organización de la Coordinadora Democrática o una individualidad en toda Venezuela sin una responsabilidad especifica en la Estrategia de Cerco. 144 días, a lo largo de los cuales, estallará con más vehemencia el concepto “Chávez contra la sociedad”, expresado por una alta conflictividad económica, social y política, el hambre y el desempleo, el colapso de los servicios de salud, educación y seguridad, deudas públicas salariales incumplidas, represión y violación de los derechos humanos, terrorismo y narcoguerrilla, el ataque a los medios de comunicación social y el puntillazo final enfocado al aparato productivo, al sector comercio y a lo que queda de la industria petrolera. La respuesta es entonces “La sociedad contra Chávez”. Toda mujer, todo hombre, toda organización, debe asumir una posición de vanguardia en la lucha por la solución de los conflictos sociales. Cuando muere un niño por desnutrición o por falta de recursos en la Maternidad Concepción Palacios, Chávez enfrenta la sociedad, entonces vamos a darle una respuesta. Y es aquí es donde cobra especial relevancia la Red Nacional de Asambleas de Ciudadanos con las cuales se aspira incorporar a todo venezolano en oposición para establecerle su espacio de lucha por el rescate de la democracia venezolana y en consecuencia pasar de ser una multitud aislada a ser una multitud organizada. En pocas palabras, es transformar la fuerza en poder.

La estrategia de cerco necesita de una organización especial para su ejecución y por ello se dedicaron varias semanas de esfuerzo no sólo a su diseño, sino a reforzar el concepto de construir la unidad en la diversidad y es lo que permite hoy asegurar que todos y cada uno de nosotros empujamos en el mismo sentido, sin impaciencia, sin atajos, seguros de lo que hacemos, basándonos en la razón, ciudad por ciudad, pueblo por pueblo, caserío por caserío, hasta acabar con ésta pesadilla y devolverle la paz a Venezuela.

Weisbrotganda

José Bové is going to be here, and Ignacio Ramonet of Le Monde Diplomatic, and Danielle Mitterand…a virtual who’s who of the most clueless strata of the antiglobalization movement. The occasion is the chavista commemoration of the glorious events of April 11th-14th, and the government sponsored festivity can be expected to dissolve into three days of feverish hero-worship for President Chávez.

Among the lesser known, but perhaps most dangerous, of the featured speakers is one Mark Weisbrot, co-director of the grandiloquently named Center for Economic and Policy Research. A member in good standing of the DC leftist think-tank community, Weisbrot strikes me as the most dangerous kind of chavista apologist, because the propaganda he publishes out of CEPR comes cloaked in the stylistic conventions of academia, and that makes it look to the uninitiated like more or less credible independent analysis. If you’ve followed the issues he covers, though, you can recognize his writing as more or less unadulterated government propaganda. In a sense, what’s most remarkable about his analysis is its failure to go an inch beyond tired old chavista arguments founded on misrepresentation and enjoying near-zero credibility among anyone who knows anything about the issues at hand.

Through his latest CEPR Briefing Paper, coauthored with Simone Baribeau, Weisbrot joins the chavista campaign to sling mud at Venezuela’s state oil company, PDVSA, and specifically at the way it used to be run in the pre-Chávez era. This he does with all the intellectual honesty of, well, a chavista.

Weisbrot attacks on several fronts, all deeply misleading. At the center of his critique is the claim that PDVSA’s fiscal contributions to the Venezuelan state are significantly lower now than they were immediately following nationalization in 1976, or when compared to other state-owned oil companies in the region. “In fiscal year 2001,” he writes “the state-owned oil company in Mexico, PEMEX, had sales of $46.5 billion and contributed $28.8 billion to the government budget. By contrast, in 2000 PDVSA took in $53.2 billion and paid only $11.6 billion to the government of Venezuela.”

This is, strictly speaking, true, but wildly misleading. It’s fantastically silly to compare PDVSA to PEMEX in this way, because the two companies are structured radically differently. While PEMEX produces 3.7 million barrels a day and sells almost exclusively oil produced in Mexico, PDVSA produces (or used to produce) about 2.3 million b/d and, more importantly, sells oil from all over the world. PDVSA is a major player in the intermediation business, meaning that much of what it does is buy oil from third-party producers (Ecuador, say, or Nigeria) and use its huge marketing and distribution network to sell it on in international markets. Indeed, in 2001, over half the oil PDVSA sold ($22 billion out of $43 billion in total sales abroad) was not produced in Venezuela.

Of course, intermediation and production are vastly different businesses, and not surprisingly production is vastly more profitable. Weisbrot and Baribeau’s trick is to conflate the two: they report PDVSA’s combined profit-margins for both intermediation and production and then compare that number with a company that’s all production and no intermediation. Apples and oranges. Had Weisbrot excluded the third-party produced oil PDVSA sells from the equation, he would have found that in 2000 PDVSA exported $26.7 billion worth of Venezuelan produced oil and contributed $12.7 billion to the government. That’s 48% of its Venezuelan sales going to the state, and that’s not that far off from PEMEX’s reported 62%.

So that’s trick number one, and it sets the tone of appalling intellectual dishonesty that permeates the briefing paper. However, you could argue that PEMEX still contributes 14 percentage points of its domestic sales more to the state than PDVSA. This, again, is true but misleading.

The reason is two-fold. In the first place, notice that while Weisbrot entitles his paper “What happened to profits?” what he’s actually talking about is not profits but fiscal contributions. PEMEX surely gave the Mexican government a lot of money in 2001, but it also yielded a $3 billion after-tax loss. This suggests strongly that its hefty contribution to the Mexican state was not a function of sterling management or world-beating profitability, but rather it was a function of getting milked by the Mexican government far beyond what is wise. (An appreciation that accords with PEMEX’s reputation as one of the worst-managed state oil companies around.) PDVSA, meanwhile, reported a modest after tax profit in 2000.

You won’t learn that from reading Weisbrot and Baribeau’s piece, though.

The second little bait-and-switch is tucked away in a footnote to the paper. Comparing the number of dollars the Venezuelan, Mexican and Brazillian governments perceive per barrel of oil produced, the paper reveals an anomaly. In 1999 and 2000, PEMEX’s fiscal-contribution-per barrel produced was actually higher than the market value of those barrels. A footnote handily explains that this is due to “revenue from downstream operations.” Elsewhere in the paper, Weisbrot and Baribeau slam PDVSA for the disastrous performance of its domestic downstream operations, noting that PDVSA’s losses in that business “have climbed from $75 million in 1998 to $1.35 billion in 2001.”

What’s this about? What are those mysterious “domestic downstream operations?”

From what I can make out, what he’s talking about is basically internal sales, especially gasoline sales. Once you make that connection, then the dilemma is pretty easy to understand. Gas is absurdly cheap in Venezuela ú about 21 cents a gallon (figuring it at the official exchange rate.) Just a couple of days ago, I filled up my old beater, which has a 19-gallon gas tank, for less than 4 bucks. In Mexico, you still get relatively cheap gas, but they at least charge you enough for PEMEX to recoup costs and even make a bit of profit. When you go through the two companies’ statements to the SEC, you find out that PDVSA was selling gasoline domestically at $7/barrel in 2001, while PEMEX was selling it at $35/barrel. The simple fact is that 7 bucks a barrel is far below the cost of production ú there’s a huge implied subsidy here, and somebody has to pay for it. In this case, it’s PDVSA.

Now, it’s a bit fresh to blame PDVSA for this situation ú it is, after all, the government that sets retail gasoline prices in the Venezuelan market. It’s especially fresh to use a 1998-2001 comparison period since it’s hard not to notice that this was a time when Hugo Chávez was in power. So lets see what’s happening here: Chávez takes power. Chávez forces PDVSA to sell gasoline on the domestic market at far, far below the cost of production, forcing PDVSA to absorb a billion-dollar loss on domestic gas sales. Follow me so far? Good, because here’s where it gets weird: Seeing this situation, philochavista first world economists criticize not the government for subsidizing the ecocidal overuse of fossil fuels, but rather PDVSA! You read dark mutterings about inefficiency, and they wonder how on earth the company could possibly lose all this money on “downstream domestic operations.”

I’m sorry, but this is just absurd.

In fact, if you factor out the gasoline subsidy forced on PDVSA by the government, the company’s fiscal contribution rises to 53% of Venezuelan barrels exported. And if you factor out PEMEX’s multibillion dollar after-tax loss from its fiscal contribution, (as a way of getting at what PEMEX could actually afford to contribute and still break even) you find that a rationally run PEMEX might have contributed 54% of its domestic oil sales to the government. Funny, huh? When you actually go through the numbers, you realize that the huge disparity between the two companies’ fiscal contributions that Weisbrot alleges are explained almost totally by bad fiscal policymaking in México, an absurd gas subsidy in Venezuela, and, more than anything else, by Mark Weisbrot’s rampant will to deceive.

So you start to get a feel for the guy’s modus operandi, for his blithe disregard for the basic standards of intellectual honesty one ought to be able to expect from a serious academic. I’m especially angered by his cowardly pussyfooting on the gas subsidy: this is, after all, an antiglobalization crusader, someone you might reasonably expect to see standing up against a policy as criminally stupid as subsidizing global warming. If he really feels that these domestic market losses are unacceptable, then he should come right out and say so. He should come clean and say, straight out, that there are far better ways of spending $1.3 billion a year than subsidizing gas.

Of course, advocating gas-price hikes is the ultimate political no-no here, a kind of third-rail in Venezuelan politics (and especially in irresponsible lefty/populist circles.) More seriously, arguing against the gas subsidy openly would put Weisbrot and Baribeau at odds with the idiotic Chávez administration policy of wasting billions of dollars subsidizing a toxic chemical used mostly by the middle-class. They couldn’t do that, clearly! So they hide behind a sterile sounding euphemism - “downstream operations in Venezuela” ú rather than criticizing the government decision to spend its scarce resources on a subsidy for car drivers.

But there’s more. Weisbrot devotes half the paper to a searing critique of the pre-Chávez drive to open up the Venezuelan oil industry to foreign capital, alleging that the higher operating costs and lower tax rates on these deals has taken a major bite out of PDVSA’s profitability. Again, his critique is so bizarrely warped, it’s impossible to understand it aside from an ulterior political motive.

First, you need a bit of background. In 1996, PDVSA found itself with a dilemma. While the country had gigantic oil reserves, most of the yet-to-be-exploited oil here was extra-heavy crude in the east of the country. This is not commercially attractive oil. Basically, it’s gunk, a semi-solid black sludge rather than the flowing syrupy black liquid you probably picture when you picture crude petroleum. Eastern crudes here are so thick and laden with impurities, geologists don’t even call it oil but rather “bitumen” ú not-quite-oil.

Meanwhile, much of the “good oil” in the country comes from wells in the West of the country that have been in operation, in some cases, since the 1930s. These are the highly depleted deposits known as “marginal fields,” or “squeezed-out oranges” as an oil exec once put it to me. The wells still have some exploitable oil in them, but not very much. Understandably, it takes far more effort, expertise, technology and investment to get oil out of these marginal fields than out of a brand spanking new oil field.

In 1996, PDVSA decided that it wanted to expand its production, to boost it all the way to 6.7 million b/d by 2007. Had the plan been carried out, Venezuela would have become the world’s second leading exporter after Saudi Arabia, and PDVSA would have been able to take advantage of the huge marketing and distribution networks it’s currently using to market third-party crudes. (In fact, much of the reason those extensive marketing and distribution networks were set-up in the first place was the expectation that, in time, Venezuelan production would expand enough that they could be devoted to selling high-margin Venezuelan oil rather than low-margin third-party oil.) However, without much in the way of fresh deposits of light or medium crudes to exploit, PDVSA had to expand domestic production through marginal fields, and through Eastern bitumen. That’s just the geological hand the country was dealt.

But PDVSA had neither the technology, the expertise, nor the financing needed to put these expensive-to-start-up projects into operation. The Eastern bitumen projects required building “upgrading facilities,” a new(ish) technology that amounts to pre-refining bitumen from a semi-solid gunk to something closer to standard crude oil (which receives the somewhat paradoxical name of “synthetic crude.”) PDVSA didn’t have the money or the technology to do this, but the foreign majors did, so PDVSA asked the big foreign companies to come in and build the upgraders. The cost of a barrel of synthetic crude would be significantly higher than that of nice, naturally light crude, but at around $9-10 a barrel it was still a pretty good deal.

However, these upgrader facilities would cost billions of dollars to build. The capital costs were so large that the pre-Chávez government realized it would need to sweeten the deal for the foreign companies to attract them. And the way they chose to do this was by dropping the royalty rate on these projects from the usual 16.67% to just 1%.

This decision comes in for particular scorn in Weisbrot’s piece, who seems to have no idea why the royalty rate was cut in the first place. He produces a handy chart showing how much more money PDVSA would have gotten had it taxed these projects at the previous rate, or at the Petrobras or Pemex rates. It’s a fun bit of mental-masturbation, but meaningless ú these projects wouldn’t have been built if the government hadn’t dropped the royalty rates, because they would not be profitable at that higher rate. There would have been nothing to tax.

Pushing absurdity and intellectual bad faith to the limit, the paper then turns around and slams PDVSA for its rising capital costs during that period ú precisely the time when the costly high-tech upgrader facilities were being built. Perhaps Weisbrot and Baribeau aren’t quite clear on the concept of investment, but it’s usually meant to denote a one time expenditure meant to generate profits over a long period of time ú some 30 years, for these projects. So looked at in context, their argument dissolves into utter meaninglessness, something like: it costs a lot of money to build expensive things meant to pay off in the long run. Gotcha…why is that bad again?

(Weisbrot and Baribeau also criticize a tax-reform effort carried out in 1992 that’s too boring to go into here, but on that score too their critique is highly misleading.)

The authors then segue into a critique of the marginal field operating contracts, where foreign companies were hired to squeeze out the last few remaining drops from old, worn out fields. Here, as far as I can tell, their argument boils down to an impassioned denunciation of the fact that more-expensive-to-operate oil fields are less profitable than less-expensive-to-operate oil fields. It’s a “well, duh!” moment, though that doesn’t stop them from regaling us with all kinds of facts, figures and charts detailing the scale of this outrage.

The argument is so silly, even Weisbrot seems to realize it, admitting that these marginal fields are still profitable, but arguing that “it is questionable if it is worth it for PDVSA to produce such high-cost oil, since it presumably counts as part of the country’s OPEC quota and displaces other oil that could be produced at much lower cost.” But this rejoinder only makes sense if a-you think staying within OPEC makes any sense (which I don’t) and b-you have some kind of spare capacity in low-cost, high-margin fields which you could substitute for the marginal field production, which Venezuela doesn’t. And why doesn’t it? Due to underinvestment and dropping capacity figures in the Chávez era, as a result of Chávez’s policy from squeezing every last dollar from PDVSA until the company could not afford to even maintain production capacity at previous levels.

Weisbrot and Baribeau then complain about the rise in overall production costs ú saying from 1997 to 2001 the cost of producing a barrel of oil or equivalent increased by 35.6%, from $2.33 to $3.16. This is the one part of his argument that is not total bunk: PDVSA’s costs have indeed been rising way too fast, and part of this is due to PDVSA mismanagement, particularly to the company’s bloated payroll.

However, even when they get it right, they get it wrong ú this time by omitting key parts of the reason for this cost-increase. They casually paper over “details” like the fact that the Chávez administration’s mismanagement of collective bargaining negotiations with oil sector workers in 2001 is a major contributor to PDVSA’s rising cost structure over the past few years, as a Fedepetrol strike backed the government into having to offer a much higher than usual pay rise and setting the industry miminum wage at over three times the legal minimum wage (but that’s Chávez’s fault, not PDVSA management’s, so shhhhh!)

They also fail to mention the way the government’s broader macroeconomic mismanagement made the bolívar more and more overvalued from 1997 to 2001, making the cost of everything you did in Venezuela increased alarmingly…in dollar terms! (Note to the macroeconomically challenged: that’s what it means for a currency to be overvalued.)

(It’s also fun to note that if you go back to the much vaunted PEMEX - which elsewhere in the paper the authors treat as the model of a highly profitable state oil company ú their 2001 per-barrel production costs were $3.34 ú 18 cents more than PDVSA’s.)

I could keep going, picking apart other, similarly warped aspects of this dreadful paper, but why bother? It’s very hard for me to believe that anyone as bright as Mark Weisbrot who sets out to analyze PDVSA’s performance in good faith, freed from the drive to blacken the company’s reputation for ideological reasons, could have gotten it so, so wrong. Weisbrot and Baribeau are the very worst sorts of pseudo-intellectuals ú using the stylistic conventions of academia to produce political propaganda that has the look-and-feel of a serious, respectable policy-paper.

So if you find the tone of this critique somewhat over the top, all I can say is that people like Weisbrot and Baribeau, who refuse to play by even the most stripped down rules of honest academic discourse, forfeit their claim to civility from those who criticize them. They treat reality with disrespect, and deserve nothing but disrespect in return. They are propaganda-mongers mascarading as analysts, and they have become accomplices in the unbelievably misguided drive to dismantle the one institution in the Venezuelan state that, for all its undeniable faults, used to work more or less properly.

Francisco Toro Caracas, Venezuela

Dear Ford Foundation,

I am writing to you with regard to the Center for Economic and Policy Research, a think tank I understand the Ford Foundation helps to fund. As an analyst of some of the same topics that CEPR's co-director, Mark Weisbrot, customarily analyses, I've been shocked by the poor quality and, in many cases, questionable intellectual honesty of some of Mr. Weisbrot's recently published papers. I would like to call your attention to this matter, and to request your particular attention to the latest paper on CEPR's website, which can be found at: www.cepr.net

The analysis is riddled with serious distortions that call into question Mr. Weisbrot's competence, to say the least, and - more frankly - his professional integrity.

Below, you will find a critique I've written detailing some of the incomprehensible SNAFU's in this piece. You will find its tone lighthearted, but its content dead serious.

I am confident that the Ford Foundation demands a high standard of professionalism and integrity from the organizations it funds. I encourage you to reconsider whether Mr. Weisbrot's CEPR meets those standards.

Yours sincerely,

Francisco Toro Caracas, Venezuela

Transcripción del mas reciente discurso (21-3-3) del Presidente de GM en Venezuela a sus empleados...

Largo, pero muy interesante, franco, honesto, claro y real. Es terrible, pero es la verdad pura.

Teniamos algun tiempo sin vernos. Se que muchos de ustedes pueden estar sintiendose desinformados y que hay rumores corriendo por todos lados.... especialmente desde mi ultima entrevista publicada en el Carabobeño.

Tenia planeado reunirme con ustedes, pero primero queria revisar la situacion cabalmente y luego queria que mi jefa comprendiera perfectamente cuales son las condiciones actuales en Venezuela. Mi jefa y algunas personas de su equipo estuvieron aqui el martes y el miercoles y se fueron muy temprano ayer.

Tuvimos una discusion franca y abierta. En la tarde del miercoles nos reunimos con nuestros 10 mejores concesionarios y con ellos tambien tuvimos una discusion franca y abierta... les voy a decir exactamente lo que le dije a ellos.

En estos momentos estamos siendo testigos de un mercado constreñido como nunca lo habia visto en mis 5 años en Venezuela... casi un 80% mas pequeño de lo que era hace un año atras...para ser mas claro: hoy el tamaño del mercado automotriz venezolano es mas pequeño que la cantidad de vehículos que General Motors Venezolana por sí sola vendió durante el año 2001.

Así que el primer problema que encontramos es que el mercado actual es extremadamente pequeño.

El segundo problema es que el Gobierno Nacional ha decretado políticas que hace más difícil el hacer negocios en vez de facilitarlos. Como?

Bueno, para empezar... la política de Control de Cambio: como ustedes saben, nosotros hacemos negocios con Japon, Alemania, Estados Unidos y Brasil, países de donde adquirimos los componentes de CKD para ensamblar nuestros Chevrolets. Estos componentes los pagamos en Dolares. Hasta el momento en que el Gobierno impuso el Control de Cambio, recibíamos bolivares de nuestros concesionarios cuando les vendiamos los Chevrolets. Algunos de esos bolívares eran usados para pagar sus salarios y otros eran para pagar algunos proveedores en Venezuela... pero la mayoria de los bolívares que recibíamos era necesario que los convirtieramos en dólares para comprar los componentes CKD a los países que les mencioné antes.

Con la nueva política de Control Cambiario el Gobierno ha anunciado que todos aquellos que reciban dólares deben entregarlos al Banco Central.

Por ejemplo, cuando vendemos Trailblazer o XL7 a Colombia o Ecuador, debemos vender esos dólares que recibimos al Banco Central de Venezuela y ellos convertirán esos dólares en bolívares. Luego, cuando necesitemos dólares, el Gobierno ha dicho que otorgará dólares a las ensambladoras, pero sólo para adquirir los componentes para ensamblar carros familiares y camiones utilitarios. Así que no habrá dólares disponibles para que adquiramos CKD y poder ensamblar Trailblazers, no habrá dólares para ensamblar Astras, ni dólares para ensamblar Grand Vitaras o XL7... sólo Corsas y Wagon-Rs.

Damas y Caballeros, esta planta tiene capacidad física para ensamblar cerca de 70,000 vehiculos al año, lo que representa el doble de lo que se espera que produzca la Industria Automotriz Venezolana en el año 2003. Pero así yo les pida que ensamblen 70,000 Corsas y Wagon-R's, e incluso se pudieran vender todos y cada uno de ellos... saben que?... estaríamos perdiendo dinero, porque nuestro costo de cada "Chavito" es más alto que el precio que recibimos por ellos en el mercado... un precio por demás establecido por el Gobierno Nacional. Déjenme serles un poco mas claro... perdemos dinero con cada carro familiar que vendemos.

Algunos de ustedes pensaran... y que hay con eso? General Motor Corporation es una Compañia enorme con muchísimo dinero... por supuesto que pueden ayudar a mantener a General Motors Venezolana con dinero extra en estos tiempos difíciles! Si alguno de ustedes está pensando de esa manera, permitanme decirles algo.. quienquiera que piense eso esta sentado sobre su cerebro,o a lo major tiene su cabeza en algun otro lugar de la anatomía que no fue el que Dios le asignó.

Se acuerdan cuando construimos la Planta de Pintura? Se acuerdan cuando comenzamos a cambiar el techo de la Planta? Recuerdan cuando hicimos los cambios en el Sistema de Material? los cambios en las celdas de producción en carrocería para poder ensamblar nuevos productos como el Astra y la Trailblazer, y así sucesivamente? Recuerdan ustedes todo eso?

De dónde creen que vino el dinero necesario para eso? Yo no recibo entregas especiales de cajas llenas de oro de Detroit o Miami... ese dinero vino de las ganancias que logramos generar gracias a las ventas de Cavaliers, Esteems, Blazers, Grand Blazers, Silverados, Cheyennes, Kodiaks y más recientemente Grand Vitaras, Astras y Trailblazers. Y demostramos nuestra buena fe y apoyo a Venezuela invirtiendo esas ganancias en Venezuela... invirtiendo en planta equipos, productos y programas de desarrollo humano como Mente, Cuerpo y Alma.

Pero ni una sola pieza de acero ha sido construida, ni un solo almuerzo ha sido comprado, ni un solo equipo ha sido instalado en su lugar, aquí en Valencia, Venezuela, con el producto de la venta de carros familiares.

Así que con estas politicas del Control de Cambio impuestas por el Gobierno, sólo podemos tener algo por seguro: vamos a perder mucho dinero...y por supuesto, tampoco habra dólares para adquirir repuestos, asi que cuando nuestros clientes venezolanos traigan sus vehículos a los concesionarios Chevrolet para que le presten servicios y necesiten un filtro de gasolina o un parachoques o reparar alguna pieza, el concesionario va a llamar a Hermann Espinal y le dira: "Necesito que me envien esto y esto, a lo que Hermann sólo podrá responder: "lo siento, no puedo pedirlos porque no hay dólares".

Mientras estoy hablando de esta materia, debo tambien mencionarles un grupo muy importante en nuestra familia Chevrolet a quienes, de igual manera, les han comunicado que tampoco dispondrán de dólares nuestros proveedores. El Gobierno Nacional requiere que nuestros automoviles de pasajeros tengan más del 27% de contenido local, componentes fabricados en Venezuela, Colombia o Ecuador. Estos provedores compran materia prima con dólares, así como nosotros adquirimos CKD para poder fabricar asientos, vidrios, pintura, tanques de gasolina y asi sucesivamente... pero el Gobierno ha excluido a los proveedores de nuestra industria de la lista de Compañías que califican para recibir dólares... así que, cómo? por favor díganme, cómo General Motors Venezolana, Ford Toyota o cualquier otra ensambladora podrá cumplir con las normativas de contenido local? y si no cumplimos con esto, las leyes indican que tendríamos que pagar 35% de impuestos en todos nuestros vehiculos. De donde se supone que obtengamos el dinero?... ah, se me olvidaba... podemos vender mas carros familiares!... de verdad, no lo creo.

Una cosa más... esta regulación referida al control de cambio entró en vigencia el pasado 16 de febrero. Hoy es viernes 21 de marzo y...adivinen que? si quisieramos dólares aunque sea para ensamblar carros familiares... malas noticias... el Gobierno aún no dispone de los formularios necesarios para formalizar el registro de GMV en CADIVI y hacer las respectivas solicitudes. Ni siquiera para ensamblar carros familiares.

No se trata solamente del control de cambio con lo que el Gobierno ha intervenido nuestra industria... quiero hablarles del empleo. Se que esto es algo que esta muy presente en sus mentes, algo sumamente lógico porque de sus puestos de trabajo depende directamente la estabilidad y seguridad de ustedes y sus familias, así que seré lo mas directo que pueda.

Ustedes muy bien saben que hay un decreto de inamovilidad y se que muchos de ustedes pensarán que están protegidos... y a lo mejor pensarán... "vale, el Gobierno de verdad se preocupa por mí"... bueno, permítanme recordarles un par de cosas: mucho antes de que impusiesen la inamovilidad, Ford, Chrysler y Toyota redujeron sus nóminas y más de mil personas quedaron sin empleo... en aquel momento yo tomé un camino diferente y les dije que despedir empleados iba a ser lo último que iba a considerar para reducir costos, y me mantuve en esa posición hasta este momento. Pero la verdad del asunto es que con las terribles condiciones que el mercado atraviesa hoy en dia, los elevados niveles de inventario sobre ruedas depositados en nuestro patio, con la estranguladora política de control de cambio y el decrecimiento de las políticas de inversión... simplemente no tenemos trabajo para 600 de ustedes hoy en día, por lo que tendremos que trabajar tiempos reducidos con pagos reducidos.

Así que si alguno de ustedes aún piensa que la inamovilidad es algo bueno, estarán tentados a decir..."lo siento mucho Señor Mike, usted no podrá deshacerse de ninguno de nosotros... estamos protegidos" Y saben qué? tienen parcialmente la razón... por mandato del Gobierno Nacional no puedo dejar cesante a ninguno de ustedes, pero no se equivoquen en algo... No están protegidos! Lo único que se está logrando con esta política es empujar a las ensambladoras de vehículos a estar cada vez más cerca de declararse en quiebra. Y si eso ocurre aquí en General Motors Venezolana, cada una de las personas que están en este salón, sin excepción, perderá su trabajo. Y me pregunto: Todavía se sienten protegidos?

Así que dejénme ponerles todas las cartas sobre la mesa y hacerles esta pregunta: será posible que General Motors, Ford, Toyota o Chrysler se declaren en quiebra? quiero decir que esto nunca ha sucedido en el pasado, y ustedes pensarán: será que el Señor Mike está tratando de asustarnos? Francamente les digo, tengo muchas otras cosas que hacer con mi tiempo en vez de estar fabricando mentiras para decirle a mi gente. Y diganme: en qué oportunidad no les he dicho la verdad?

Consideren esto: cuántas de las personas del 11 de septiembre del 2001 pensaron que sería posible que un hombre degenerado ordenaría secuestrar 3 aviones comerciales para estrellarlos contra el World Trade Center y el Pentagono? nunca antes 5 000 personas fueron asesinadas de esa manera. Si ustedes piensan que algo no puede ocurrir simplemente porque no ha ocurrido anteriormente, consideren lo que les acabo de decir.

Cuando fue la ultima vez que ustedes recuerden, en que todas las inversiones se detuvieron por completo en esta compañía? ni aún en el terrible año 1998, porque a pesar de todo seguimos con los proyectos ambientales, continuamos con la celda del Impala, continuamos con la Planta de Pintura. Ustedes han visto que se siga construyendo el gimnasio? cuantas nuevas celdas de producción han visto en carrocería últimamente? Yo declaré al Carabobeño que teníamos planes de invertir 30 millones de dólares este año.. pero ya no podrá ser... y aún seguimos perdiendo dinero.

Será posible que General Motors Venezolana vaya a la quiebra? se estarán preguntando.... la respuesta es Sí!.

Y les pregunto yo ahora: todavia se sienten protegidos porque tienen su inamovilidad? espero que no. Hemos ofrecido un programa de separación voluntaria mejor que el ofrecido por nuestra competencia. Pero tengo entendido que alguien les ha dicho: "No lo aceptes, General Motors nos hará una mejor oferta"... déjenme asegurarles que si alguien les dijo esto y ustedes lo creyeron, lo siento mucho por ustedes puesto que no habrá una mejor oferta. Y si no aprovechan esto ahora y, ni Dios lo quiera, la situación empeora, no habrá nada remotamente parecido a esto que ofrecer en este momento.

Entonces, dónde estamos realmente? actualmente estamos sufriendo poderosamente como el resto de la industria. A pesar de la inamovilidad, tenemos la imperiosa necesidad de reducir nuestros puestos de trabajo y, a pesar de estar forzados por la ley a no despedir a ningún trabajador, he ordenado a nuestro personal de Recursos Humanos y de Manufactura traer a la Planta sólo a aquellas personas necesarias para producir el reducido número de vehículos que es necesario para satisfacer el menguado mercado actual. El resto de ustedes deberá permanecer fuera de Planta.

Me gustaria tener la esperanza de que podremos llamarlos para que regresen a sus trabajos, pero eso no sucederá hasta que se incremente la demanda del mercado, y realmente no creo que la demanda se incremente mientras que la gente en Venezuela esté preocupada día y noche por el futuro de sus niños y continue construyendo rejas y paredes alrededor de sus casas porque temen por su integridad física En este contexto un carro nuevo no es la prioridad en los planes de la gente.

Desearía poder ofrecerles una solución para todos los problemas que afronta este país actualmente. Algo así como un botón que pudiesemos apretar o una varita mágica que agitaramos y "Poof", se solucionaran todos los problemas. Pero no puedo

En los casi 5 años que tengo aquí con ustedes, juntos hemos hecho grandes logros en muchas áreas. Puedo caminar por la Planta y ver el fruto de mi trabajo y el de ustedes... hemos tenido una visión y hemos tenido éxito en la consecusión de esa visión y hemos visto muchos éxitos alcanzados debido a nuestro trabajo.

Desearía poder decir lo mismo del país. Desafortunadamente, en comparación a cuando llegué aquí, cada vez veo más división social, más odio y menos hermandad, más ansiedad y menos seguridad personal, más impuestos y menor calidad de vida, más restricciones e interferencia en la conducción de los negocios y menos inversión por parte de estos negocios que pueda asegurar el futuro bienestar de sus familias. En pocas palabras, estamos ante un país que está retrocediendo en vez de ir progresando.

He estado con ustedes por casi 5 años y he sido tan honesto franco con ustedes como lo soy ahora... hasta que los líderes de este país no entiendan que no están agregando valor con su forma de gobernar y que sólo con ciudadanos que se encuentren ganando dinero en trabajos seguros en empresas que inviertan dinero para incrementar el valor agregado de sus negocios, hasta que este país este liderado por gente que entienda y actúe de manera que refleje la responsabilidad de crear un ambiente que anime a sus ciudadanos a invertir, que politica y practicamente refleje a sus ciudadanos que este es un país regido por reglas y no al antojo de alguien, que entienda que este es un país en el que su sistema de justicia son todos iguales y nadie va a recibir un tratamiento diferente por haber sobornado o por tener influencias... mientras su pais este gobernado por gente que deponga el interés por el bien común en vez del interés propio en lograr poder, prestigio y privilegios... hasta entonces, me temo que estarán condenados a repetir la repulsiva violación de los recursos de este país hasta que no quede nada para las futuras generaciones.

No me pare aqui para dales un discurso de bla, bla, bla. Estoy aquí parado frente a ustedes con un camino recorrido, 5 años de historia con ustedes, trabajando con ustedes, riendo con ustedes, llorando con ustedes, viendo a sus hijos nacer y crecer, no tengo ninguna razon para estar avergonzado de ese camino recorrido y espero que sepan que no hay ninguna razón para no creer en lo que les he dicho el día de hoy.

Hay un tipo de persona descrito en la Biblia quien no quiere escuchar la verdad. La Biblia se refiere a ellos como personas con oídos sensibles, gente que sólo desearía escuchar palabras gentiles. Yo desearía poder decirles palabras gentiles, pero no voy a sacrificar la verdad por falsa comodidad. Mientras más sinceros seamos acerca de esta situación en el país, más rápido nos comprometeremos a hacer de este un país del que estemos orgullosos. Mientras más rápido reconozcamos las soluciones a estos problemas, invertiremos en una generación dedicada a la educacion y al trabajo, cuando los líderes de este pais articulen y desarrollen una visión clara del futuro, mas pronto podremos llevar adelante este país de una vez por todas.

Por ahora es muy poco lo que puedo ofrecerles en término de garantías para el futuro. Siempre he creído en Venezuela, creo en su gente, creo en ustedes. Si no fuese asi, no hubiese dedicado 5 años de mi vida en ayudar a General Motors Venezolana a ser un mejor lugar del que era cuando llegué aquí.

Todavía creo en Venezuela y aún creo en ustedes. Rezo y espero porque haya un cambio verdadero en este país.

Por ahora seguiré dedicado al trabajo al igual que el Comité Ejecutivo, pero no hay garantías. Lo mejor que ustedes pueden hacer es hacer su trabajo lo mejor que puedan... busquen cualquier oportunidad de mejorar, de ahorrar costos, de hacer sugerencias de como podemos servir a nuestros clientes mejor que nuestros competidores, y cuando hayan hecho lo mejor que puedan, recen conmigo por un major futuro para Venezuela.

Carlos Ortega."CARTA A LOS VENEZOLANOS"

Cuando en octubre de 1999 convocamos el paro petrolero, obligados por la actitud intimidatoria, antiobrera, autoritaria y déspota del actual régimen, descubrimos y alertamos a todo el país sobre la ineptitud, incompetencia y desmaña de este gobierno corrupto presidido por el Sr. Chávez. En ese momento comenzó una lucha tenaz, persistente, desigual pero valiente, con un solo objetivo: mantener las conquistas democráticas logradas por los trabajadores y sus familias, sus dirigentes sindicales honestos y el pueblo venezolano en general. Pasando por las elecciones de FEDEPETROL y de la C.T.V., hasta llegar a los hechos del 11 de abril, pusimos nuestro empeño en la unidad de los sectores democráticos del país. Esa era una constante en nuestra lucha y para todos los efectos, el interés en la unidad de los venezolanos estaba por encima de cualquier interés personal. La lucha era desigual contra un régimen mentiroso y un Presidente con un discurso que confundía y lograba despertar esperanzas en la mayoría de nuestro noble pueblo, pero sabíamos que esas ilusiones estaban siendo frustradas por una camarilla de ineptos y corruptos que en nombre de una supuesta "revolución" saqueaban, robaban, asaltaban, los dineros necesarios para construir el país que reclamaban los venezolanos, frustrando de esta manera la idea de una nación que, a lo largo de su historia había logrado una democracia donde sus hijos batallaban día a día por mejorarla, una democracia donde sus hijos lograban, estudiando y trabajando, mejorar su calidad de vida y la de sus familias y gozaban, en concordancia con nuestro gentilicio, de los beneficios que la unidad e integración de los sectores de la vida nacional, otorgan a la sociedad moderna. Unidad e integración que se desvanecieron en esta "robolución" con las consecuencias conocidas por todos. En la primera etapa de esta lucha, solicitábamos la rectificación de esas políticas erradas del actual régimen y de manera vehemente convocamos a un gran diálogo nacional que permitiera la apertura y la construcción de un gobierno para todos los venezolanos. Algunos funcionarios del alto gobierno se reunían con nosotros discutiendo nuestro proyecto de unidad e integración nacional, pero cuando se lo explicaban al "amo y señor", regresaban regañados y acusados de contrarrevolucionarios. Posteriormente, ustedes lo saben, muchos de ellos abandonaron al gobierno y a su partido y hoy nos acompañan en las marchas y protestas contra el Sr. Chávez. Así llegamos a los sucesos del 11 de abril, en los cuales el régimen actual conoció de la entereza y valentía de este bravo pueblo. Estos hechos, que la historia se encargará de juzgar oportunamente, no fueron suficientes para lograr, siquiera, una reflexión por parte de este régimen indolente, sordo, ciego, insensato e irresponsable, y menos aun una rectificación de sus políticas y conductas; muy al contrario, el régimen, fiel a su comportamiento, vicios, mandos y guías, continuó en su desgobierno, arreció en su conducta antidemocrática, represiva y opresiva, avasallante, intimidante, tiránica, y sometiendo, mediante la compra de lealtades, al resto de los poderes públicos lograba que hombres y mujeres que en el pasado gozaron de prestigio y buen nombre, se convirtieran desde sus diferentes responsabilidades de gobierno, en seres genuflexos, cobardes, mentirosos y lisonjeros de este oprobioso sistema dirigido por el Sr. Chávez. La sangre derramada, que ha bañado de luto el suelo patrio, poco le importa a este régimen, al dictadorzuelo. El Sr. Chávez arremetió contra los medios de comunicación, contra la C.T.V., contra FEDECAMARAS, en fin, contra toda clase de institucionalidad y en definitiva, contra el pueblo en general. Pero nuevamente se equivocaba el aprendiz de dictador y el bravo pueblo de Venezuela continuó en las calles y ya no sólo fue Caracas, sino que se incorporaron a la lucha todas las regiones del país. La valentía, el arrojo, el coraje, la gallardía de nuestros padres, de nuestros hermanos y de nuestros hijos, se sentían a lo largo y ancho de nuestra patria. La gente decidió no olvidar esos muertos y desde cada uno de esos briosos corazones salió aquella proclama que convertimos en dogma: NI UN PASO ATRÁS, PROHIBIDO OLVIDAR. De esta manera, aceleradamente, ocurrieron hechos y sucesos que desembocaron inevitablemente en el paro general convocado por la sociedad civil el 2 de diciembre pasado. Era un clamor, una solicitud colectiva de la inmensa mayoría de los venezolanos; la ingobernabilidad era evidente y ya no sólo era la comunidad nacional sino también la comunidad internacional, la que exigía una salida inmediata a la grave crisis que atravesaba nuestra nación. Este pueblo de libertadores reclamaba ELECCIONES YA. La salida democrática era y continúa siendo una necesidad para sacar a Venezuela y a los venezolanos de este atolladero histórico al cual el actual régimen los somete, pero que es imposible que logre consolidar, pues la reciedumbre de esta sociedad civil, finalmente logrará vencer y superar tan duros escollos. Como acertadamente expresara un insigne político italiano "debemos ver esta lucha con el pesimismo de la inteligencia, con el sentido crítico de la duda, pero también con el optimismo de la voluntad, porque con la voluntad nada es fatal, nada es inevitable, ni inmodificable", por ello es de destacar que la fuerza de la voluntad y del amor por la libertad escribe ahora su historia en nuestra patria; las mujeres y los hombres de esta gloriosa Venezuela escriben ahora su destino, y, en esta búsqueda urgente y constante de senderos prósperos y promisorios para la República, no podemos desmayar porque con nuestra voluntad y bravura derrotaremos al tirano y a sus cómplices mas temprano que tarde. ¡Eso lo juramos! Las amenazas reales de acabar con mi vida, emanadas de un grupo de criminales adulantes que pretenden ofrecer mi cabeza como una manera de congraciarse con "el amo", aunadas a la responsabilidad que tengo para con nuestro país, me obligan a tomar la prudente, pero no menos difícil y dura salida del asilo diplomático. Sin embargo, mi perseverancia, tenacidad y templanza son inquebrantables en el logro de la salida democrática a esta crisis, y continuarán al lado de esos nuevos líderes valientes quienes, junto a sus viejos líderes, están batallando para construir la patria soñada y esperada por todos. El nuevo escenario donde me corresponderá continuar esta hermosa lucha, cuyo sentido más genuino esta íntimamente entrelazado con mi condición de obrero, la cual no he olvidado ni olvidaré nunca, lo asumo como una coyuntura, como una eventualidad que debo atravesar en la conquista de los ideales de libertad y justicia en los que creo, así como para lograr el objetivo de tener nuevamente en nuestro país una democracia, plena y robusta. Un nuevo escenario, repito, se presenta al frente y lo asumimos con la misma responsabilidad. Cuando miro hacia atrás y pienso en los ideales y valores que me inculcaron mis padres, no lamento el precio que he tenido que pagar por ejercer la defensa de la libertad y de los principios democráticos, además porque estoy convencido que he hecho lo que tenía que hacer. No podrán con el valor mas preciado que siempre me ha acompañado: m i d i g n i d a d. No podrán jamás con la dignidad de este pueblo que ha demostrado suficiente y fehacientemente su bravura y arresto. Finalmente, agradezco a mis compañeros de la C.T.V., hombres y mujeres, quienes han sabido interpretar al país, promoviendo y apoyando esta guerra contra el tirano y de la que estoy seguro, no desmayarán hasta lograrlo. A las diferentes federaciones nacionales y regionales, a los sindicatos de base, independientemente de su posición política o ideológica: Mis hermanos de lucha. A la gente de los medios de comunicación, con mucha humildad les envío mi palabra de reconocimiento y agradecimiento, porque con mucho esfuerzo y coraje, diariamente batallan por mantener informado al país y al mundo, porque sin ellos el mundo no sabría, como sí lo sabe ahora, cuál es el verdadero carácter de esta dictadura disfrazada de democracia. A la gente del petróleo, a sus líderes, que están dando la pelea. A los 17 mil hombres y mujeres que pronto serán reintegrados a sus puestos de trabajo y más unidos que nunca, ayudarán a superar la crisis. A Carlos Fernández y al resto del empresariado venezolano quienes, desde FEDECAMARAS y junto a las demás organizaciones gremiales, de manera desprendida han contribuido en esta lucha. A la Iglesia y los distintos credos presentes en el país, les pido que brinden el apoyo espiritual a tantos héroes y heroínas anónimos que hoy en día trabajan por la reconciliación nacional. A mi madre, mis hijos, mis hermanos, mis amigos y mi familia en general, quienes con su apoyo incondicional, me han dado fortaleza para seguir adelante. Al Dr. Abel Pacheco, Presidente de Costa Rica y a su gobierno, por acogerme en ese país en estos aciagos momentos de mi vida política, y particularmente al Sr. Embajador de Costa Rica en nuestro país, Lic. Ricardo Lizano, así como a los funcionarios de dicha embajada, quienes hicieron mas humanos y llevaderos los catorce días que compartí con ellos antes de mi salida hacia su país. Pero el mayor agradecimiento de mi parte, siempre estará al lado de esos hombres y mujeres que han arriesgado sus vidas, que con valentía recorrieron y recorren marchando las calles y avenidas de nuestro país, escribiendo la nueva historia de esta gran nación. A los caídos, que no los muertos porque como decía Alí Primera "Los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos", a sus familias, es decir, en general, a la sociedad civil, a sus partidos políticos, a sus ONG, mi agradecimiento y les digo: LA LUCHA CONTINÚA. Compatriotas la salida está cerca, el tirano no pasará. Ese disfraz de Presidente que el Sr. Chávez ostenta muy pronto le será despojado por el glorioso y bravo pueblo de Venezuela. NI UN PASO ATRÁS, PROHIBIDO OLVIDAR, y continuemos marchando por la reconstrucción y unidad del país. Yo por mi parte llevaré por las rutas del mundo mi bandera como estandarte para decir, como Mario Benedetti: "llevo a cuestas un ladrillo para decirle al mundo cómo era mi casa". Gracias al pueblo venezolano.

CARLOS ORTEGA C.I. V.- 3.395.021

Cronicas de un Viaje por Juan Fernandez

Anexo documento sobre la evolucion de este viaje, les agradezco su difusion pues mucha gente quiere saber lo que estamos haciendo. Esta semana que viene vamos a hacer contactos con miembros del congreso, y autoridades del estado de la Florida.

Un abrazo, cualquier cosa me pueden contactar por este mismo email..

Saludos, Juan Fernandez

Como saben en las circunstancias actuales, las oportunidades se presentan y para contribuir como mejor podamos a nuestro país, por eso aprovechamos la oportunidad de sostener reuniones con muy importantes factores aquí en los Estados Unidos, a continuación las crónicas de lo ocurrido:

En primer lugar, diseñamos una presentación que llamamos MIRANDO A TRAVES DE UNA VENTANA. Comenzamos la misma indicando la motivación de estar en esta lucha por un país democrático y libre. Luego realizamos una breve descripción de la situación general, y de los resultados negativos en los cuatro años de la gestión económica y social del actual gobierno. Posteriormente, hablamos sobre, que podemos hacer. Allí definimos dos fases, la primera concentrada en la salida constitucional del actual gobierno, mencionando 2 elementos, el primero la Renuncia de Chávez y su equipo de gobierno, y las Propuestas de Carter, (la enmienda para las elecciones adelantadas y el Referéndum Revocatorio). La conclusión focalizar en el Revocatorio, derecho de los venezolanos. Para esto es indispensable: FECHA DEFINIDA, RECURSOS FINANCIEROS, AUTORIDAD ELECTORAL Y LA COMUNICDAD INTERNACIONAL ACTUANDO COMO GARANTE DE LA TRANSPARENCIA DE LA CONSULTA. La segunda fase consiste en la Reconstrucción y Crecimiento del país. Comenzando por la “Visión Compartida de País” y un principio de acuerdos, para estar todos alineados y la elaboración de un contrato entre los ciudadanos para reflejar obligaciones, deberes y derechos, indicadores para lograr metas y contar con poderes independientes del estado, y así tener un país democrático y una Venezuela Siglo XXI. Hablamos por supuesto de la industria petrolera con especial atención de la situación de los trabajadores , con énfasis en la situación actual de los seis compañeros y mi persona, así como la de quienes por tener ideas diferentes sobre el gobierno actual, somos perseguidos políticos. Nos reunimos con analistas políticos, oficiales del Dpto. de Estado y de la Oficina de la Casa Blanca, representantes de la asociación Mundial de Juristas por la Paz, embajadores de la OEA, en la ciudad de Washington. De allí a Nueva York, donde dimos una charla en el Consejo de las Américas, reunión con la comunidad financiera e intercambio con periodistas. Ahora en Miami, estableciendo contacto con diferentes medios de comunicación, las fuerzas vivas. En todos los lugares nos reunimos continuamente con compatriotas, preocupados y colaborando con Venezuela. La respuesta, muy positiva y alentadora, conocen de nuestro esfuerzo y sacrificio, espíritu democrático. Lo anterior reafirma, mas que nunca que nos acompaña la razón y vamos a lograr la salida para llevar a Venezuela al siglo XXI. Es todo, por esta Crónica, un gran saludo y gracias a Dios y la Virgen por darnos esta oportunidad por Venezuela.

Saludos, Juan A. Fernández G.