Asunto: El Nacional: A.Capriles aboga por una aproximación psicológica a la revolución bolivariana
De: "Jessica Rosenberg" jessica@obraweb.com Fecha: Mar, 29 de Abril de 2003, 11:42 am Para: jessica@obraweb.com
Política
AXEL CAPRILES aboga por una aproximación psicológica a la revolución bolivariana
*El chavismo expresa una mentalidad vinculada con la pobreza* El psicólogo jungiano considera que el Presidente está poseído por los héroes muertos. *Es la idea de que hay un vacío en nuestro presente, una incapacidad de adaptarnos a sus exigencias, que llenamos con los actos heroicos de un pasado que fuimos pero que ya no somos, y que sólo podemos recapitular*, agrega Ewald Scharfenberg
En 1938, cuando el periodismo todavía tenía bastante más de aventura intelectual que de folletín para la autoayuda, un reportero de la revista Cosmopolitan, H. R. Knickerbocker, preguntó a Carl Gustav Jung si las tempranas experiencias de familia habían sido las responsables de que tres tipos más o menos grises, Hitler, Stalin y Mussolini, se enseñorearan como hombres fuertes de la política europea de entonces. El sabio suizo descartó la sugerencia: *La ley que hay que recordar dice: *El perseguido es el perseguidor* . Los dictadores deben haber sufrido determinadas circunstancias para que se produzca una dictadura (...) Son creados con material humano que sufre abrumadoras necesidades. Los tres dictadores en Europa difieren tremendamente entre sí, pero no son tanto ellos los que difieren entre sí como sus pueblos*.
Las densas imbricaciones entre un hombre fuerte y el pueblo que se mostró dispuesto a dejarse cautivar por él, vuelven a interrogar 65 años después a un psicólogo, esta vez venezolano y, para más señas, diplomado en el Instituto C. G. Jung de Zúrich. Axel Capriles, autor de diversos libros, terapeuta y columnista de prensa, porta un apellido al que ha contribuido a llevar, junto con su hermana Ruth, con todo prestigio, desde la industria de los medios hasta las ciencias sociales.
Capriles aboga por una aproximación psicológica *que considera *indispensable* * al fenómeno del chavismo: *Los elementos racionales no sirven para explicar este proceso histórico. La población que lo apoya no ha gozado de satisfacciones tangibles, en términos de mejores ingresos y condiciones materiales de vida, así que estamos frente a un caso de ganancia simbólica*.
* El país se encuentra en un conflicto político que
puede llevarlo a la ruina y a la violencia.
Aun así, el presidente Hugo Chávez afirmó esta semana, en el acto de conmemoración del fallido golpe del 4 de febrero de 1992, que, personalmente, estaba *en el momento más esplendoroso de mi vida* .
*Cuando ciertos personajes se encuentran en estado de posesión, como lo pueden ver las personas que han asistido a una sesión de médium, se sienten plenos, en éxtasis.
Y yo creo que en este momento Chávez está en verdadero estado de posesión de los elementos del inconsciente colectivo. En ese acto al que haces referencia pasó algo muy interesante. Cuando Chávez empezó a nombrar, uno a uno, a los militares caídos el 4 de febrero, *Distinguido José tal cosa*, *Capitán fulano*, a cada nombre el público respondía enardecido: *¡Presente!*.
Es decir, como si los muertos estuvieran allí. Y si nosotros revisamos los tratados médicos de Hipócrates, encontraremos que él habla de la *posesión por los héroes muertos* como un tipo muy particular de posesión. Yo creo que, efectivamente, Chávez y una gran parte de los venezolanos están poseídos por los héroes muertos. Es la idea de que hay un vacío en nuestro presente, una incapacidad de adaptarnos a sus exigencias, que llenamos con los actos heroicos de un pasado que fuimos pero que ya no somos, y que sólo podemos recapitular.
*¿Es a esa posesión a la que Chávez se refiere cuando repite la frase de que no es más que *una brizna de paja en el huracán revolucionario* ?
*Hace referencia a la relación entre el líder y la
masa, en la que el líder viene a ejercer la acción simbólica de una serie de necesidades que hay en las masas, las cuales las expresan a través de la individualidad de otro. Pero llega el momento en que ese líder, de tanto expresar las individualidades de todos, pierde la suya, se disuelve, y siente que pasa a convertirse en nada más que una expresión de ese colectivo.
Es, de alguna manera, el portador de la individualidad
de la masa.
Pero como es imposible que una sola persona pueda satisfacer las infinitas y diferenciadas necesidades humanas de ese colectivo, el líder le ofrece soluciones simples y totales. En el gusto por lo simple frente a lo complejo, en la seducción de las soluciones totales, se encuentran las bases psicológicas del totalitarismo.
El justiciero vengador
*¿Qué aspecto del inconsciente venezolano ha tenido a
Chávez como medio para manifestarse?
*Allí intervienen arquetipos muy importantes. Uno es
la figura del justiciero. Un justiciero que no es como ese ladrón típico que aparece en el folklore, que roba a los ricos para repartir entre los pobres, sino una figura como José Tomás Boves, con una carga emocional de muchísimo resentimiento.
*Pero esa es una imagen de barbarie.
*Es que vuelve a aparecer el dilema de civilización
versus barbarie, tan elaborado por la literatura latinoamericana. La figura de José Tomás Boves, en el siglo XIX, la de Chávez, en la actualidad, nos dan las formas precisas como este complejo trabaja en el inconsciente colectivo de nuestra sociedad.
Porque no es una simple oposición entre dos visiones
antípodas.
Es una barbarie que desea ser refinada y culta, y una civilización que, una y otra vez, crea los instrumentos humanos para deshacerse y volver atrás.
*¿Es el justiciero el único arquetipo en juego?
*No. Chávez mantiene una conexión privilegiada con
otros arquetipos que todos los venezolanos llevamos por dentro. Por ejemplo, el que corresponde al individuo que habla bien, al que convence menos con los hechos que con las palabras.
Otro arquetipo es el del alzao, que se expresa en
nuestro individualismo anárquico, en ese tipo que se rebela, que se lanza ante todo, que es retrechero, que no acepta nada ni a nadie por encima de él, que no se atiene las normas colectivas. Ese alzao le da una cierta frescura al vivir venezolano, pero también tiene aspectos negativos. Chávez es efectivamente un alzao: continuó con el mismo tono del discurso una vez que llegó al poder; no asumió el papel del gobernante, sino que siguió siempre alzándose contra alguien, contra el oligarca, contra los partidos.
* También el Presidente parece hacer gala de un don especial para dividir. Hasta sembró cizaña, recientemente, en el Foro Social Mundial.
*El justiciero siempre necesita construir un enemigo, hacia el cual canaliza ese resentimiento para el que sirve de vehículo. Por eso, tiene que escindir continuamente cada totalidad, de tal manera que pueda tomar posesión de una porción, mientras que la otra porción necesariamente pasa a ser el lado negativo, rechazado, perjudicial. Hay una vieja película de Luchino Visconti que muestra cómo funciona este proceso. Llega un psicópata a una casa, a alquilar una habitación.
En realidad, los dueños de la casa no se la quieren
alquilar, pero él, con su labia, los convence. Finalmente, cuando entra a esa casa, divide a la familia, pone a todo el mundo a pelear entre sí, y toma posesión completa de la residencia.
*¿Tiene esto que ver con el hecho de que el entorno
íntimo del presidente se haya venido deshaciendo con el paso del tiempo? Arias Cárdenas, Miquilena, Pablo Medina, entre tantos otros, se alejaron.
*En muchos líderes hay una gran soledad, precisamente, porque se relacionan con una colectividad de la cual son expresión, y no con otro individuo. No son capaces de mantener una relación humana verdadera. Ese componente psicopático está presente tanto en Chávez como en toda esta desmesura, esta falta de realidad, de la revolución bolivariana. Pero también pasa que el psicópata adaptado se caracteriza por su mimetismo. Es como si el vacío anímico, producto de su deformación de carácter, fuera llenado con imitaciones de los demás.
De ahí por qué muchos confunden el mimetismo
psicopático con el carisma. El psicópata adaptado finge empatía y emula las reacciones e ideas de los demás, logrando que el interlocutor siempre se sienta comprendido. Si va a China, actúa como los chinos y dice las cosas que quieren escuchar. Y ese mimetismo ha sido una de las grandes armas emocionales de Chávez.
Combatir la desconfianza
* En su libro de 1996, El complejo del dinero , usted
pasa revista a la compleja relación del venezolano con la riqueza. ¿Cuánto de ello se expresa a través de la permanente sacralización de la pobreza en el discurso de Chávez?
*Primero, eso es parte de un discurso que gana adeptos
en casi todas partes del mundo. Además, aquí hay un elemento de culpa muy profundo, vinculado con el éxito económico. Y, por otra parte, en Venezuela tenemos una larga historia de injusticia social, que ha construido un doloroso complejo histórico, con una carga de resentimiento obvia y natural. El discurso de la pobreza retoma ese resentimiento, por el cual Chávez puede convertirse en el justiciero vengador.
* En el conflicto petrolero de estos días, el discurso oficial suena como quien celebra la captura de un botín. Algo así como:
*Por fin le quitamos Pdvsa a ese grupito de gerentes
que la tenían agarrada para ellos*.
*Allí se manifiesta cierto tipo de carácter social que está asociado a la pobreza, que incluye lo que los psicólogos llaman el *locus externo*, en el cual siempre el causante de tu condición es otro, que se supone que tiene mayor poder de decisión que tú, y también la idea de que la riqueza existe como algo que está allí y se puede tomar, en vez de construirla. En ese sentido, el chavismo expresa una mentalidad vinculada con la pobreza, que sintetiza todos esos valores culturales.
* Si la oposición consigue tomar el poder, se va a encontrar con esas mayorías y los complejos que llevan consigo. ¿Qué terapia se puede prescribir para cambiar ese estado de las cosas?
*Hay que atacar ciertas cosas clave en las ideas colectivas. Por ejemplo, el problema de la desconfianza es bastante grave en Venezuela.
Y fíjate que eso está vinculado con el arquetipo del pícaro: si yo lo tengo activado en mí, de alguna manera pienso o sospecho que el otro también. Pero luego hay otra multitud de cosas que tratar. La noción de propiedad es una de ellas, que está muy dividida entre lo que es ocupación, lo que es usufructo, lo que es propiedad. Aquí hay que empezar un análisis de por qué toda una sociedad prefiere entregar la propiedad de sus recursos más valiosos, como por ejemplo el petróleo, a un ente difuso que es el Estado, en lugar de que cada ciudadano los tenga, como ocurre en otras naciones.
Acuerdo para incumplir
Valga un símil militar para decirlo:
sorprende la eficacia de los camuflajes de la
personalidad de Chávez. Axel Capriles comprueba cómo todavía uno se encuentra personas de todo tipo, cultivadas o no, que te dicen que hasta hace seis meses eran chavistas, pero que el hombre los engañó, una propensión al espejismo que sólo se explica porque Chávez nos tocó por ese pequeño psicópata que todos llevamos dentro, ese punto de ceguera que sirve de conexión entre poder y estupidez.
Pero si entre la ciudadanía la clarividencia no ha
sentado sus reales, Capriles apunta con preocupación hacia la incapacidad que tienen los sectores de la oposición política para ver a través de los componentes psicopáticos del régimen. El paro cívico nacional del 2 de diciembre sería una muestra de la urgencia estratégica de dotarse de esa perspicacia: *La oposición planteó sus estrategias conforme a ciertos criterios racionales:
si hacemos esto, sucede esto o lo otro. Pero ellos
nunca han tomado en cuenta la irracionalidad del contrincante, aquellos aspectos de desmesura o huecos de su personalidad, por los que pudiera ser incapaz de sentir culpa, por los que pudiera tener un vacío en lo que llamamos las estructuras morales o el super-yo*.
Advierte, por tanto, que en el actual litigio político, la Coordinadora Democrática debería estar preparada para que su contraparte *no reaccione de la manera prevista. Por ejemplo, yo seguiría en la Mesa de Negociación Acuerdos, pero con plena conciencia de que lo que allí se pacte no va a obligar a Chávez a absolutamente nada. Puede que él termine de firmar el acuerdo ahorita, y que dentro de cinco minutos vaya a incumplirlo. Está en su personalidad. Así que yo, si fuera dirigente de la oposición, no me sentaría a esperar a que él viole el acuerdo, sino que ya tendría mis estrategias preparadas para cuando lo haga*.
"En el gusto por lo simple frente
a lo complejo, en la seducción
de las soluciones totales, se
encuentran las bases psicológicas del
totalitarismo
"Muchos líderes no son capaces
de mantener una relación
humana verdadera.
Ese componente psicopático está
presente en Chávez
EL NACIONAL - Domingo 09 de Febrero de 2003 A/6