Comunidad Andina de Naciones respalda labor de la OEA en Venezuela
EFE
La Comunidad Andina de Naciones (CAN) respaldó hoy sábado los esfuerzos de la Organización de Estados Americanos (OEA) en busca de una solución a la crisis política de Venezuela, y abogó por una pronta solución.
La ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, Carolina Barco, declaró a EFE que "como secretarios de la CAN (Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela) hemos seguido muy de cerca la situación de Venezuela y los acompañamos de todo corazón".
"Creemos que el papel que está haciendo el secretario de la OEA, (el ex presidente colombiano César Gaviria, 1990-94), es un papel muy importante para buscar solucionar estas diferencias en una mesa de diálogo", dijo Barco, que ejerce la secretaría temporal del grupo de integración.
Calificó como "fundamental que se busque una solución democrática y pacífica" a la huelga que desde hace 27 días lleva a cabo la oposición venezolana contra el Gobierno de Hugo Chávez.
"Acompañamos este esfuerzo y hacemos votos para que se pueda llegar a una solución cuanto antes dentro de este marco", señaló.
El presidente de Colombia, Alvaro Uribe, expresó ayer al pueblo venezolano su deseo de que supere pacíficamente la crisis política y pidió no ser indiferentes ante la suerte del país fronterizo, unido a Colombia por una zona limítrofe de 2.219 kilómetros y lazos históricos, culturales y económicos.
"No podemos ser indiferentes frente a la crisis que vive Venezuela actualmente, ni podemos ser insensibles frente a los destinos de la patria cuna de nuestro Libertador y creador de la República de Colombia (Simón Bolívar)", manifestó Uribe en un mensaje de Año Nuevo a los venezolanos.
Destacó "el espíritu pacífico y democrático que se ha preservado y que debe servir de inspiración para superar esta difícil situación", y confió en que "los intereses supremos de la nación sean el faro que los guíe en la consolidación de los ideales de equidad social, respeto y armonía entre los venezolanos".
Chávez planea un régimen terrorista
El corresponsal de la revista estadounidense Insight establece en esta investigacion los nexos entre el gobierno de Venezuela y agentes de Cuba, Medio Oriente y la guerrilla colombiana, con informes confidenciales de la Disip y de la Dirección de Extranjería
El 8 de marzo, a las 9:29 pm, Hakim Mamad Ali Diab Fattah aterrizó en el aeropuerto internacional Simón Bolívar, en el vuelo 397 de la línea Delta. El árabe nacido en Venezuela había sido objeto de vigilancia internacional, pues tomó lecciones de vuelo en dos escuelas de Nueva Jersey a las que asistía Hani Hanjour, quien estrelló el avión del vuelo 77 de American Airlines contra el Pentágono, el 11 de septiembre de 2001.
El FBI había arrestado a Fattah en Estados Unidos, tras descubrir que también habló de hacer estallar un avión comercial y que utilizó documentos de identidad forjados. El servicio de inteligencia interna de Venezuela, Disip, había solicitado información sobre Fattah. Pero su expediente no tenía más que algunas historias psiquiátricas que mostraban un diagnóstico de esquizofrenia y que no había asistido a la terapia por más de un año.
Miembros de alto nivel de los servicios de inteligencia de Venezuela actualmente han arrojado cierta luz sobre ese misterio. El general (GN) Marcos Ferreira, quien recientemente renunció a su cargo en la Dirección de Extranjería (DEX), señala que la Disip recogió a Fattah directamente en el avión y lo escoltó hasta un vehículo estacionado en la pista.
Fattah representa la punta del iceberg, de acuerdo con algunos funcionarios de seguridad, que confirma que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ha establecido un régimen terrorista para echar por tierra la Constitución de ese país rico en petróleo. Discípulo aplicado de Fidel Castro, Chávez está conectando redes terroristas internacionales con los servicios de seguridad del país, el sistema financiero y las corporaciones estatales, como parte de sus planes para clonar la revolución de Cuba y transformar a Venezuela en una base terrorista.
El esquema del Presidente también incluye milicias armadas apadrinadas por el Gobierno o “círculos bolivarianos”, cuyos modelos son los Comités de Defensa Revolucionarios de Cuba. Esas milicias han tomado estaciones de policía en la capital del país y han invadido instalaciones de la compañía estatal Petróleos de Venezuela.
Por cierto, esta última empresa es dirigida por un ex líder guerrillero comunista, Alí Rodríguez Araque.
Tanqueros en la mira
Siguiendo el proyecto que Castro esbozó para Salvador Allende -un presidente minoritario que de modo similar importó miles de paramilitares cubanos para derrocar la Constitución de Chile y establecer un régimen marxistaleninista en Chile- Chávez enfrenta una rebelión interna contra sus planes. Dada la interrupción de 80% o más de los ingresos nacionales por un paro petrolero, el primer mandatario venezolano debe tomar difíciles decisiones. Chávez puede verse forzado a ordenar a la Armada tomar cerca de 20 buques tanqueros, cuya tripulación rehúsa cargar petróleo. Puesto que no puede confiar enteramente en la lealtad de sus fuerzas armadas, se prevé que importe asesores cubanos.
Equipos de operaciones especiales de la Dirección General de Inteligencia (DGI) de Cuba ya han tomado posiciones en el puerto de La Guaira, de acuerdo con fuentes de la Armada de Venezuela, que informan que los agentes secretos cubanos están utilizando la escuela local de la marina mercante. Esas fuentes señalan que podrían estar estudiando la flota de tanqueros de Venezuela, como parte de un plan de contingencia, cuyo fin es prepararse para la confiscación de algunos de esos buques, por parte de un funcionario de inteligencia venezolano formado en Estados Unidos. Una unidad especial de asalto de Cuba que -según se comenta- ocupa el segundo y el tercer piso del hotel Macuto Sheraton, en La Guaira, también podría ser parte de los planes para romper el paro e imponer una dictadura terrorista.
Las últimas semanas, Chávez ha procedido a controlar el alto mando militar, con sus acólitos más cercanos. El general Luis García Carneiro, quien ha dirigido la 3™ División de Infantería de Caracas en algunas operaciones de desarme de la Policía Metropolitana, actualmente es el jefe efectivo del Ejército.
Posiblemente, miles de terroristas árabes, así como narcoguerrilleros colombianos son protegidos por la Disip, cuerpo que está, a su vez, bajo el control de la DGI cubana, de acuerdo con miembros del organismo de inteligencia venezolano. Diplomáticos europeos en Caracas confirman que ciudadanos cubanos operan las secciones clave de contraterrorismo y de análisis de inteligencia de la Disip.
De acuerdo con diversas fuentes, de 300 a 400 asesores militares de Cuba, coordinados por el agregado militar de La Habana en Venezuela, el capitán de la Armada Sergio Cardona, también participan en la custodia de Chávez y forman parte de su estrecho círculo de guardaespaldas, algunos de los cuales ni siquiera conocen la letra del himno nacional de Venezuela.
Se dice que alrededor de 6.000 agentes secretos cubanos, disfrazados de instructores deportivos y de maestros entrenan a los círculos bolivarianos e, incluso, operan instalaciones navales.
“Abandoné mi cargo cuando me cansé de hacer el trabajo sucio para Chávez, con los cubanos vigilándome por encima del hombro”, manifestó Ferreira a la revista Insight. Él afirma que el ex ministro de Interior y Justicia, Ramón Rodríguez Chacín, y otros colaboradores del Presidente lo presionaron en reiteradas ocasiones para “lavar” documentos de identidad de terroristas y narcotraficantes que estaban de tránsito en Venezuela.
Asimismo, tenía órdenes de engañar a las autoridades estadounidenses en cuanto a las actividades de una red financiera del Hezbollah, cuyos archivos fueron solicitados por el FBI tras los atentados del 11 de septiembre.
Amistades peligrosas
Chávez giró instrucciones para destruir los registros de 10 recaudadores de fondos del Hezbollah, que presuntamente realizaban transacciones financieras dudosas en las islas de Margarita, Aruba y Curazao, y en las ciudades de Maracaibo y Valencia, de acuerdo con Ferreira. El Presidente venezolano también disolvió unidades militares clave contra el terrorismo al despedir a 16 funcionarios de inteligencia, altamente experimentados y formados en Estados Unidos, para la época de los atentados terroristas en Nueva York y Washington. Una líder de los círculos bolivarianos, Lina Ron, celebró el acontecimiento con la quema de la bandera estadounidense, en el centro de Caracas.
Algunos informes de la investigación, rescatados de documentos quemados y mostrados a Insight, especifican que dos de los sospechosos buscados por el FBI –Fathi Mohammed Awada (cédula de identidad N† V6.282.373) y Hussein Kassine Yassine (cédula N† V6.293.922) – retiraron 400.000 dólares de una sucursal del Banco Confederado, en Margarita, antes de trasladarse al Líbano en diciembre del año 2001. El informe concluye que los individuos estaban “incursos en transacciones dudosas, que validan las sospechas del Gobierno estadounidense”.
Las transferencias de dinero nunca fueron registradas por el superintendente de bancos, un funcionario designado por Chávez.
Fuentes diplomáticas estadounidenses en Caracas confirman que las indagaciones oficiales a través de las autoridades bancarias del país no han revelado evidencia alguna sobre el lavado de dinero terrorista.
“Sólo hemos consultado a funcionarios del Gobierno”, admite un funcionario del área de economía de Estados Unidos.
Fuentes de inteligencia conocedoras del encubrimiento expresan que Chávez retiene información sobre los árabes, algunos de los cuales fueron importantes colaboradores financieros de su campaña presidencial. El informe también menciona a Nasser Mohammed alDin, descrito como un poderoso empresario y amigo personal de Chávez, en cuya casa de Margarita el Presidente permanece en sus frecuentes visitas a la isla, que es uno de sus lugares favoritos para las reuniones privadas con Castro. De acuerdo con el piloto presidencial, mayor Juan Díaz Castillo, Chávez y Castro se reúnen dos o tres veces por semana.
La isla de Margarita parece ser el centro de una vasta red financiera terrorista, que se extiende por el Caribe hasta Panamá y las Islas Caimán, donde 3 afganos que viajaban con pasaportes falsos paquistaníes fueron arrestados cuando entraban desde Cuba con 200.000 dólares en efectivo, en agosto de 2001. De acuerdo con las autoridades coloniales británicas, en los esfuerzos por lavar el dinero a través de los bancos de las Islas Caimán también estaban implicados empresarios árabes.
Los vínculos de Chávez con el terrorismo internacional datan de los días de su sangrienta rebelión militar, en 1992, contra el gobierno de Carlos Andrés Pérez, en la cual resultaron muertas cerca de 100 personas.
Después de ser recibido con honores en La Habana por Castro, Chávez se trasladó a Trípoli y a Bagdad. “Regresó con mucho dinero para formar su Movimiento Bolivariano Revolucionario (MBR) y lanzarse como candidato a la Presidencia”, señala el coronel Pedro Soto, partidario del mandatario para la época.
Chávez realizó visitas de Estado a Libia, Irak e Irán en febrero de 2001 y firmó acuerdos de cooperación con Muammar Kaddafi, Saddam Hussein y los mulás en el poder de Teherán.
Un político del partido MVR (Movimiento Quinta República) y amigo personal de Chávez, estrechamente relacionado con los círculos bolivarianos, Freddy Bernal, se encontraba en Irak el pasado mes de marzo. Fue capturado cuando trataba de trasladar armas a Arabia Saudita, por las fuerzas de pacificación de las Naciones Unidas que vigilaban la frontera.
En la época cuando lideró el golpe frustrado, Chávez también recibió ayuda de las organizaciones narcoguerrilleras de Colombia.
Actualmente, les paga esa deuda cerrando el espacio aéreo venezolano a los vuelos contra narcóticos de Estados Unidos.
Un informe de inteligencia militar que el ex comandante del 2 • Teatro de Operaciones del Ejército, general Néstor González, le mostró a Insight, indica que los grupos de traficantes de drogas de Colombia son protegidos por Chávez en campos ubicados dentro de territorio venezolano. El líder enfermo del Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia, comandante Pablo, descansa bajo la protección de la Disip en una quinta en la urbanización caraqueña El Marqués.
El jefe del Estado Mayor del Ejército venezolano, general José Vietri, se refiere a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) como “el gobierno de facto de la región fronteriza colombiana”. El general Raúl Baduel, por su parte, manifestó al diario El Universal que oficiales de la Guardia Nacional venden armas a la guerrilla.
Alias Rafael
El principal contacto con las redes terroristas es el ex ministro Ramón Rodríguez Chacín, un capitán de la Armada, cuya relación personal con Chávez se remonta a la época cuando conspiraban juntos para el golpe de 1992. Ferreira señala que Rodríguez Chacín despidió a su predecesor en la DEX por cumplir con solicitudes internacionales para deportar a un terrorista del ELN”.
Rodríguez Chacín renunció oficialmente como ministro del Interior el pasado abril, por insistencia de oficiales militares que habían dirigido una intentona de golpe contra Chávez.
Sin embargo, sigue siendo el jefe de seguridad de facto, de acuerdo con algunas fuentes que describen la forma en que él opera bajo la doble identidad de Rafael Montenegro, para el manejo de cuentas secretas y la dirección de numerosas actividades en la frontera con Colombia.
“Una de las primeras cosas que Rodríguez Chacín me ordenó cuando pasé a ser director de la DEX fue legalizar la entrada de cinco colombianos indocumentados, aduciendo que habían ayudado en las negociaciones de rescate de venezolanos secuestrados”, recuerda Ferreira.
“Explicó que necesitaban pasar algunos días en Venezuela antes de ir a Cuba”, agregó. El general pronto descubrió que esas instrucciones no eran excepcionales.
Durante al año 2001, Rodríguez Chacín le pidió a Ferreira allanar el camino para otros 25 a 30 colombianos, a quienes recibió personalmente en el cruce fronterizo de San Antonio, desde donde fueron escoltados por la Disip hasta el aeropuerto internacional Simón Bolívar para que viajarán a Cuba. De manera similar, el ex ministro arregló el tránsito de Canas Serrano, un terrorista del ELN buscado por la Interpol por la muerte de 48 personas en el bombardeo de un oleoducto.
El lenguaje que empleó Rodríguez Chacín perturbó a algunos de sus funcionarios.
“Después de volver de un viaje a Cuba, comenzó a llamarnos camaradas. También empezó a referirse a los opositores del Gobierno como ‘el enemigo’ y hablaba de atacar a sus familias”.
El colmo fue cuando un teniente coronel de la Guardia Presidencial le pidió a Ferreira emitir un pasaporte para un miembro de la FARC, Ana Belinda Macías Arismendi, portadora de una cédula de identidad venezolana falsa N† 12.438.823.
Necesitaba con urgencia trasladarse a La Habana, le dijeron a Ferreira. “Las huellas digitales en la cédula ni siquiera se correspondían con las de ella”, confiesa el general.
Un análisis de los archivos de la DEX mostrados a Insight indican que durante los dos últimos años se han entregado 3.799 documentos de identidad venezolanos fraudulentos, de los cuales 1.745 fueron emitidos a través del puesto fronterizo en San Antonio. Al verificar los números repetidos de los documentos, Ferreira determinó que se entregaron 2.520 cédulas falsas a colombianos, y que el segundo grupo más grande -de 279- fueron para árabes, invariablemente descritos como “sirios”.
Tras una investigación más profunda a través de expedientes de la policía colombiana - afirman autoridades internas- se realizó un seguimiento de dos docenas de las cédulas de identidad que les guió hasta conocidos terroristas y narcotraficantes.
Algunos ejemplos: Julio Quintero Gómez (N† 81.895.307), identificado como miembro de una columna de guerrilla urbana del ELN; Ramón Quintero, (N† 81.895.573), miembro del comité nacional del ELN; y Alberto Díaz Sánchez (No. 81.855.586), identificado por las autoridades como miembro de un grupo de narcotraficantes.
Ahora que los leales a Chávez y los asesores cubanos han tomado firmemente el control de los servicios de inteligencia venezolanos, es muy poco probable que se hagan mayores esfuerzos por realizar un seguimiento de los portadores de documentos fraudulentos.
Posiblemente, miles de terroristas con documentos falsos podrían formar parte en este momento de lo que los funcionarios de seguridad describen como una “fuerza paralela”, que Chávez está formando para difundir el terrorismo por todo el hemisferio occidental y para afianzar su poder en Venezuela.
De acuerdo con algunas fuentes de inteligencia, se han incorporado a los círculos bolivarianos combatientes experimentados en guerrilla urbana, y cientos de ellos se han entrenado en Cuba y Libia como “activistas sociales”. Ciertas unidades especiales de choque, denominadas Tupamaros y Carapaica, están acuarteladas en casas seguras de Caracas, donde bases de ametralladoras protegen los accesos a las calles de las zonas que ellos controlan en las afueras de la capital.
Además, se responsabiliza a las milicias de los círculos por los recientes atentados con granadas en las estaciones de televisión, en el edificio de la CTV y en la sede de Fedecámaras, cuyos representantes son acusados por Chávez de organizar un paro general contra el Gobierno.
Los opositores han recibido amenazas por correo electrónico, como es el caso de una prominente periodista, que ha recibido descripciones gráficas de la forma como será violada.
MARTÍN AROSTEGUI
Insight on the News
Versión: Lidia Da Silva
Rome Statute of the International Criminal Court (Art.7)
Article 7
Crimes against humanity
- For the purpose of this Statute, "crime against humanity" means any of the following acts when committed as part of a widespread or systematic attack directed against any civilian population, with knowledge of the attack:
(a) Murder;
(b) Extermination;
(c) Enslavement;
(d) Deportation or forcible transfer of population;
(e) Imprisonment or other severe deprivation of physical liberty in violation of fundamental rules of international law;
(f) Torture;
(g) Rape, sexual slavery, enforced prostitution, forced pregnancy, enforced sterilization, or any other form of sexual violence of comparable gravity;
(h) Persecution against any identifiable group or collectivity on political, racial, national, ethnic, cultural, religious, gender as defined in paragraph 3, or other grounds that are universally recognized as impermissible under international law, in connection with any act referred to in this paragraph or any crime within the jurisdiction of the Court;
(i) Enforced disappearance of persons;
(j) The crime of apartheid;
(k) Other inhumane acts of a similar character intentionally causing great suffering, or serious injury to body or to mental or physical health.
- For the purpose of paragraph 1:
(a) "Attack directed against any civilian population" means a course of conduct involving the multiple commission of acts referred to in paragraph 1 against any civilian population, pursuant to or in furtherance of a State or organizational policy to commit such attack;
(b) "Extermination" includes the intentional infliction of conditions of life, inter alia the deprivation of access to food and medicine, calculated to bring about the destruction of part of a population;
(c) "Enslavement" means the exercise of any or all of the powers attaching to the right of ownership over a person and includes the exercise of such power in the course of trafficking in persons, in particular women and children;
(d) "Deportation or forcible transfer of population" means forced displacement of the persons concerned by expulsion or other coercive acts from the area in which they are lawfully present, without grounds permitted under international law;
(e) "Torture" means the intentional infliction of severe pain or suffering, whether physical or mental, upon a person in the custody or under the control of the accused; except that torture shall not include pain or suffering arising only from, inherent in or incidental to, lawful sanctions;
(f) "Forced pregnancy" means the unlawful confinement of a woman forcibly made pregnant, with the intent of affecting the ethnic composition of any population or carrying out other grave violations of international law. This definition shall not in any way be interpreted as affecting national laws relating to pregnancy;
(g) "Persecution" means the intentional and severe deprivation of fundamental rights contrary to international law by reason of the identity of the group or collectivity;
(h) "The crime of apartheid" means inhumane acts of a character similar to those referred to in paragraph 1, committed in the context of an institutionalized regime of systematic oppression and domination by one racial group over any other racial group or groups and committed with the intention of maintaining that regime;
(i) "Enforced disappearance of persons" means the arrest, detention or abduction of persons by, or with the authorization, support or acquiescence of, a State or a political organization, followed by a refusal to acknowledge that deprivation of freedom or to give information on the fate or whereabouts of those persons, with the intention of removing them from the protection of the law for a prolonged period of time
Should you wish to learn more:
www.un.org
Higher oil prices expected to trickle through economy
Americans are likely to see increased costs on an assortment of products in coming weeks
By Neela Banerjee
NEW YORK TIMES
With crude oil prices at their highest levels in two years and showing no sign of abating soon, consumers and businesses are starting to feel the pinch as the prices of gasoline, heating oil and diesel and jet fuel begin to rise.
Industry analysts and economists warn that because of high oil prices, Americans in the coming weeks and perhaps months will most likely be paying more for nearly everything, from fuel to roofing materials to plastics. And the longer prices remain high, the greater the threat they pose to the still-tepid economic recovery, analysts and economists say.
"This would add another weight to the recovery but not derail it," said Mark M. Zandi, chief economist at Economy.com, a consulting firm in West Chester, Pa. "But it is bad in the sense that we will be struggling to maintain growth."
The price of crude oil has risen by almost $7, or 27 percent, since early November. In New York, crude oil for February delivery rose 23 cents Friday, to $32.72 a barrel, the highest since November 2000.
Analysts point out that there is a lag of several weeks between an increase in crude oil prices and a commensurate rise in the prices of petroleum products. Just this last week, however, the average retail prices of diesel fuel and gasoline rose by 4 cents, or about 3 percent, according to data collected by the Energy Information Administration, the analytical arm of the energy department.
"When crude goes up, it's just a matter of time before it hits you at the pump," said Mary Rose Brown, a spokeswoman for Valero Energy Corp., a large independent refining company based in San Antonio, Texas. "Our retail guys are saying that an increase of 5 cents to 10 cents is a reasonable expectation."
That might prove a conservative estimate, some traders and analysts said. The forces that are pushing up prices seem, to oil traders, to be worsening. A general strike in Venezuela against the government of President Hugo Chavez has halted nearly all oil production and reduced exports to a trickle.
Venezuela is the fourth-largest exporter of oil to the United States, accounting for 14 percent of crude oil imports, although a much smaller percentage goes to California. Although government officials in Venezuela have vowed to restore production soon, oil traders on the global markets are skeptical, said Rick Smid, an energy futures broker at Fimat, a subsidiary of Societe Generale.
The Venezuelan shortfalls have buffeted the market as worries rise again about a possible war between the United States and Iraq, and its effect on oil supplies from the Persian Gulf.
For high oil prices to have a great effect on the economy, they have to be sustained for more than a month at $30 a barrel or more, said David Costello, an energy analyst at the Energy Information Administration. The prospect seems increasingly likely, especially as both sides in the Venezuelan dispute retrench.
It takes a month or two for higher crude oil prices to work their way through the refining and retail systems and to be felt by consumers, Costello said. That explains why price increases on the retail level are only being seen now, he and other analysts said. Conversely, if the Venezuelan conflict were resolved now, it would still take several weeks for retail prices to fall, they noted.
Industries heavily reliant on oil are already feeling the bite, Zandi and others said. The makers of textiles, paper, chemicals and plastics will be stuck with higher oil bills. "It will affect airlines and trucking significantly," Zandi said. "The airlines are already hard-pressed, and this is one more thing to push them under water."
The price of jet fuel has risen by 29 percent since August, to 90 cents a gallon.