Adamant: Hardest metal
Saturday, April 12, 2003

A un año de los sucesos de abril reclaman rectificación del Ejecutivo.Empresariado se mantiene en pie de lucha contra medidas económicas

Abril Yngrid Yohanna Rojas

El empresariado venezolano ha asumido durante los últimos tres años una posición crítica frente a las políticas gubernamentales. El presidente de Consecomercio Julio Brazón asegura que a un año de los denominados “sucesos de abril”, no se han producido —a pesar de las manifestaciones por parte del empresariado— ningún tipo de rectificación ni corrección por parte del Ejecutivo Nacional.

“Hoy en día, el país se mantiene sin un plan económico coherente, sustentable, lo que hemos visto es la caída de los diferentes sectores que forman parte del aparato productivo nacional. Es evidente el aumento del desempleo, el incremento considerable de la informalidad y además se está trabajando dentro de un clima de profunda incertidumbre, tanto política como económica”.

El presidente de Fedecámaras, Carlos Fernández, expresó vía telefónica que un después del 11 de abril, la situación no ha cambiado, “aún continúan sin resolverse las muertes de ese día, además existen un empobrecimiento del venezolano y la situación empresarial está cada vez peor, por lo cual Fedecámaras continuará en la lucha por la recuperación de la actividad productiva del país”.

Por su parte, el presidente de Conindustria, Lope Mendoza, justifica la actuación del movimiento empresarial en los últimos tres años. “Fedecámaras y los demás organismos gremiales representativos del sector empresarial, deben ocuparse de las políticas económicas y sociales que tengan que ver con el desarrollo del sector productivo y del país”.

Fedecámaras ha ejercido un enfrentamiento público con el Gobierno nacional, en reclamo de la rectificación de algunas políticas que a consideración de los empresarios atenta contra la libre empresa y la propiedad privada. Incluso se logró una alianza histórica con la Confederación de Trabajadores de Venezuela, para llevar a cabo tal fin.

La administración del presidente Hugo Chávez, no se ha quedado atrás. Tras la realización de un paro cívico nacional que duró dos meses y con el antecedente del breve gobierno del ex presidente de Fedecámaras, Pedro Carmona Estanga, el primer mandatario nacional, no se ha cansado de llamar a los empresarios “golpistas”.

Una lucha más allá del carácter económico

Para el presidente de Consecomercio, el empresariado nacional ha asumido una lucha más allá de los temas eminentemente de carácter económico. “Hemos insistido en luchar para preservar la democracia, el estado de derecho y la institucionalidad. El empresariado se ha puesto al lado de la lucha que ha emprendido la sociedad civil, entendido que nosotros somos primero ciudadanos venezolanos y luego empresarios”.

Por esta razón, Brazón alega que el tema de las elecciones es prioridad nacional. “Existe la necesidad de una búsqueda electoral a la crisis de gobernabilidad que vive el país, ha sido una bandera a la cual se ha sumado el empresariado nacional, con plena identificación con el pueblo de Venezuela”.

Para Julio Brazón, la lucha tiene que continuar “tiene que permitirse el empresariado nacional exprese su desesperación, su angustia frente a un país que está inmerso en este momento en una profunda crisis económica que se está produciendo de manera sustancial el cierre de establecimientos comerciales, el cese de las operaciones de las empresas”.

Según el representante del sector comercial, ahora más que nunca debe continuar la voz de alerta. Argumenta que con la implantación del control de precios y del control de cambio, “que durante más de 70 días no se le ha otorgado a persona natural o jurídica ni un céntimo de dólar y que obviamente vemos con preocupación cómo los inventarios de nuestras empresas cada día se agostan más sin posibilidad de reponerlos, de honrar los compromisos financieros que se tienen con los proveedores internacionales y con la banca internacional”.

Expresa también que frente a la actitud del Gobierno nacional, “de no oír, de no buscar salidas, de no buscar mecanismos alternos al clamor por parte del sector empresarial venezolano quienes son los verdaderos actores del aparato productivo, pareciera que dentro de ese contexto hay una importante dosis del elemento político, más que atender o responder a los interese nacionales”. Añade que el problema es que cada vez que se cierra un establecimiento comercial, que cesan las operaciones de una empresa, “no se está afectando sólo a la empresa sino también a una inmensa mayoría de venezolanos, debido a que su sustento depende del trabajo que realizan ene esas empresas. Cada día vemos es que los venezolanos estamos en la vía de profundización de la pobreza, la miseria, el desempleo y la informalidad”, puntualizó Julio Brazón.

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