Adamant: Hardest metal
Thursday, January 2, 2003

Reporte #2 Riesgos Ambientales

La Red de Veedores continúa el esquema informativo, dentro del marco Ambiental, de Seguridad y Salud Pública, sobre las posibles consecuencias del vertido de ripios en lugares no adecuados,  provocadas por las operaciones de facilidades de PDVSA por personal no calificado durante el Paro Cívico Nacional.

Una de las gabarras que se hundió contenía tubos de perforación. La otra se encuentra atracada en precarias condiciones con parte del material expuesto en contacto con el agua. Los ripios de lodos son materiales provenientes de la perforación de pozos y por lo general se encuentran asociados a un alto contenido de metales pesados, entre los cuales vanadio y cadmio. Estos metales pesados intervienen en la normal función metabólica de los organismos y son considerados por sus efectos de alta toxicidad.

Aunque estos metales se encuentran en el ambiente, cuando los materiales como los ripios no son dispuestos correctamente, aumentan sensiblemente a los organismos a su exposición. Entran lentamente pero de forma segura a la cadena trófica y de una u otra forma se acumulan en el organismo con consecuencias indeseables.

Toxicidad del vanadio en seres humanos/mamíferos: El vanadio irrita la piel y mucosas (0,1 mg/m3 después de 8 horas) y actúa como un tóxico sanguíneo, hepático y renal. Los síntomas de intoxicación por exposición crónica son: bronquitis, neumonía, anemia, lesiones hepáticas y renales. El vanadio inhibe las enzimas y no permite la síntesis del ácido ascórbico y de los ácidos grasos además de afectar al ADN (HORN, 1989).

COMPORTAMIENTO EN EL MEDIO AMBIENTE

Agua: Los compuestos del vanadio son más densos que el agua y se depositan en el fondo del lecho marino o acuático. El pentóxido de vanadio se disuelve lentamente en un gran volumen de agua y forma mezclas tóxicas. El tricloruro de vanadio, el tetracloruro de vanadio y el vanadio oxitricloruro reaccionan con el agua cuando están expuestos a calor, desprendiendo vapores tóxicos e irritantes de cloruro de hidrógeno o ácido clorhídrico que flotan como niebla blanca sobre la superficie de las aguas.

Aire: La atmósfera representa un medio de transporte. El pentóxido de vanadio es un sólido reactivo que favorece la combustión de otras sustancias combustibles. El tricloruro de vanadio forma mezclas tóxicas en el aire que se descomponen violentamente en presencia de humedad, formando el cáustico ácido clorhídrico. A elevadas temperaturas se descompone formando gas de cloro o cloruro de hidrógeno. El tetracloruro de vanadio y el oxitricloruro de vanadio son líquidos cáusticos, no combustibles, que por calentamiento también producen nieblas cáusticas de pentóxido de vanadio, gases de cloruro de hidrógeno o ácido clorhídrico. Estos gases son más densos que el aire y se desplazan a ras del suelo. El tetracloruro de vanadio reacciona violentamente en el agua formando los cáusticos tricloruro de vanadio, oxitricloruro de vanadio y ácido clorhídrico.

Suelo: Los compuestos de vanadio son geogénicos y se encuentran en todas partes. El vanadio es un oligoelemento esencial y sus compuestos son asimilados por las plantas e incorporados a sus procesos de crecimiento. Así el vanadio es extraído del suelo e ingresa a la cadena alimentaria.

Degradación, productos de la descomposición, tiempo de vida media: La mayoría de los compuestos de vanadio se descomponen por acción de la luz y el calor, en vapores y gases cáusticos. Al contacto con agua, generalmente se producen reacciones vigorosas, en las que se forman vapores y gases cáusticos.

Toxicidad del cadmio: Las principales vías de entrada al organismo humano son la inhalación, en el caso de los trabajadores, y la ingestión en el caso de la población general. Una vez absorbido, tiene una vida media y se almacena en el hígado y los riñones. Los efectos de la intoxicación son graves. Las principales alteraciones sistémicas debidas a la absorción de cadmio consisten en daño renal con proteinura, anemia y aumento en la velocidad de sedimentación de los eritrocitos. De estos daños, la proteinuria es el más típico. En etapas avanzadas puede haber un aumento en la excreción de aminoácidos, glucosa, calcio y fosfatos en la orina, lo cual puede causar la formación de cálculos renales.

El cadmio que penetra en el organismo suele fijarse rápidamente en los tejidos, combinándose de forma selectiva con la metalotioneina, una pequeña proteína compuesta de un alto número de residuos de cisteina. La mayor parte de la carga total de cadmio acumulada en el organismo se localiza en el hígado y los riñones, unido a dicha proteina. Cuando la capacidad de estos órganos para sintetizar metalotioneina se ve sobrepasada, el cadmio podrá ejercer su efecto tóxico, cuyas primeras manifestaciones son las propias de una nefropatía.   La Red de Veedores

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