Adamant: Hardest metal
Sunday, December 22, 2002

El golpe necesario

Jorge Olavarría - Sábado, 21 de diciembre de 2002 El paro petrolero no obedece a ninguna vinculación jurídica predeterminada o determinable, como alega la sentencia de la Sala Constitucional. El paro petrolero es un hecho. Nace del ejercicio subjetivo del derecho de rebelión, por razones individuales de cada uno de los asociados de Gente de Petroleo y de los millones que concurren espontáneamente, en unidad coincidente de propósito, a ofrecer su solidaridad con marchas y protestas, exigiendo la salida de Hugo Chavez de la Presidencia como condición para cesar la insurrección popular de la cual el paro petrolero es una expresión.

Los integrantes de Gente del Petróleo no actúan como asociados. Actúan como miembros de otro tipo de asociación: son ciudadanos de la nación venezolana. Juan Fernandez lo ha dicho cien veces. Actúa individualmente como ciudadano libre en reclamo del ejercicio de un derecho colectivo difuso. Lo hace por vías de hecho porque todas las otras vias se han agotado. No puede cruzarse de brazos ante la destrucción de PDVSA y las Fuerzas Armadas. Otros demás hacen lo mismo. El es su vocero. La suma de las decisiones individuales conforman la insurrección de los venezolanos que prefieren los sacrificios de un paro civico, a la inmolación cierta de su derecho a la vida, la libertad y la propiedad que la permanencia de Hugo Chavez en el poder amenazan explícitamente.

Los hombres y mujeres que hacen del paro petrolero una realidad, estan materializando su derecho al desconocimiento del régimen, inscrito en el articulo 350 de la Constitución. Lo hacen conforme al derecho primario de realizar lo que consideran un acto de legítima defensa. Esa es la esencia de la insurreccion que esta en curso. Contra eso no hay amparo.

Lo que esta sucediendo puede estar o no estar adecuado a la legalidad formalmente imperante, según la perspectiva de quien lo vea. La mía es que el derecho a la rebelión tiene la intrínseca legalidad de una causa que obliga al ejercicio directo de la soberanía. El reconocimiento extra-nacional de esa legitimidad vendrá con su éxito. Pero ya el éxito de la insurereccion esta abrumadoramente ratificado por marchas y manifestaciones en toda Venezuela, como nunca se han visto. Nadie puede obligar a un pueblo a sujetarse a las cadenas de un dogma constitucional fruto del engaño y la usurpación y coraza para la siembra de las bases de un modelo de totalitarismo comunista que repugna a los venezolanos.

Lo unico que hoy se pide es que se le permita a la rebelion venezolana contarse. Pacificamente. Democraticamente. Constitucionalmente. Como lo exige la OEA. Pero Chavez no quiere contarse en forma alguna. Quiere que lo saquen por la fuerza porque sabe que será derrotado. Habrá que complacerlo. Cuanto antes. Porque, mientras pasan los días saquea los bienes publicos y arma a sus seguidores. La OEA entendera o no entendera lo que aqui sucede. Nos da lo mismo. El asunto no es jurídico. Es político y originario en su justificación supralegal. Y si se quiere una base jurídico-constitucional, alli esta el artículo 350 que ordena al pueblo desconocer un régimen como el de Chavez.

¿Quién puede dirimir jurídicamente la situación? Tal y como estan las cosas en Venezuela, nadie. Solo el ejercicio directo de la justicia, en su forma originaria, mediante el voto, lo puede resolver pacifica y legalmente. Pero el gobierno se niega. ¿Que se puede hacer? Obligarlo. Habrá que complacer a Chavez en lo que es su próposito, que no es renunciar ni ser derrotado en un referendum o una eleccion. Lo que Chavez busca es ser derrocado por un acto de fuerza, para decirse la victima de una confabulación tenebrosa de golpistas, para a partir de alli empezar a trabajar para su regreso. El sabe que el camino que tomó lo ha llevado a una calle sin salida. Para su supervivencia, el golpe es necesario.

Si de todo esto sale un gobierno provisional cuyo único propósito sea reconstruir PDVSA y organizar, en el mas breve plazo posible elecciones, ese sería un gobierno verdaderamente revolucionario: habrá nacido de la mas hermosa y noble insurrección popular de nuestra historia. Si sabe cumplir con su misión histórica, tendrá el reconocimiento que se merece.

Publicado originalmente en El Nacional  

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