¿SOLUCIÓN?
Alertas de Robert Alonso
Robert Alonso
Entre ayer y hoy se me reventaron todos los buzones de correo electrónico que empleo para enviar mis "alertas". ¡y son más de 50! Jamás me hubiera podido imaginar recibir tal avalancha de cartas, notas y escritos "asesorándome" sobre cómo defender nuestra constitución. No pudiera publicarlo todo pues son tan variadas las sugerencias que me llevaría una vida enviarlas por la red.
Sin embargo, de entre todas ellas - muchas verdaderamente ingeniosas - me llamó la atención una enviada por una alta ejecutiva de una de las agencias de publicidad más prestigiosas del mundo (empresa a la cual le debo mucho), cuyo nombre me reservo para no meterla en el mismo lote mío y obligarla a "atrincherarse" sabrá-Dios-dónde. Vamos a llamarla, cariñosamente, "Nare"
"Nare" literalmente me escribió: "No sé si esto sirve para defender la constitución, pero por lo menos es válido para retar y poner contra la pared a los militares."
"Alguien con credibilidad y que se reconozca por su compromiso e interés por el bienestar de Venezuela -- que no debería ser la Coordinadora, por cierto -- debe convocar a TODOS LOS VENEZOLANOS, de TODAS LAS CIUDADES DEL PAÍS, a que marchemos hacia los cuarteles, los destacamentos... los sitios donde están los militares, donde nos instalaríamos, días, noches con consignas, con carteles, pancartas... que les recuerden a los militares el mandato que les da NUESTRA constitución. No nos moveríamos de allí hasta que nos maten o hasta que caiga el régimen."
Por supuesto que esto no sería para YA - diría yo. Pienso que sería una salida PACÍFICA -- no necesariamente traumática -- para ser aplicada en el supuesto caso que éste o cualquier otro régimen que tuviéramos en el futuro, se salga de la ley, haciendo "cosas" como que al presidente - por ejemplo - se le ocurriese meterle mano al FIEM. o, qué se yo, "pasar" una ley de control de cambio sin contar con la Asamblea Nacional. diría yo; o meter preso a un general contrariando sus derechos procesales y constitucionales o -- yendo más allá en mi imaginación hipotética -- firmar un contrato petrolero con algún país hermano sin que lo apruebe el poder legislativo o algo así tan estrambótico como recibir dinero de una entidad bancaria extranjera para financiar una campaña electoral, etc.
El problema que yo veo en esta propuesta de mi gran amiga "Nare", es que tendríamos que estar dispuestos a ciertos sacrificios, no digamos INMOLARNOS COMO LOS ÁRABES, pero pasar un poco de hambre, hacer las necesidades en un tobo por ahí, metidos en una carpa o detrás de un palo, llevar sol (lluvia no, porque estamos en época de sequía), sereno. etc. Otro gran inconveniente sería que no podríamos abrir nuestras panaderías, nuestros supermercados, nuestros restaurantes, pues tendríamos que estar TODOS sentados frente a los cuarteles. Sin embargo, el mayor problema que le veo es que tendríamos que salir TODOS, TODOS, TODOS, TODOS, TODOS, TODOS, a la vez y en TODAS, TODAS, TODAS, TODAS, TODAS las ciudades de Venezuela.
Ahora bien. Si pudiéramos hacerlo - en el supuesto negado, claro, que algún gobierno venezolano se salga de la raya - sería muy factible el éxito pues generaría ese caos que hace falta para que los militares se definan si son mariscos o moluscos. (OJO: DIJE MARISCOS, no lo otro).
No creo que tengamos que estar sentados mucho tiempo, si las cosas se hiciesen como aquí decimos. En todo caso, sería INMENSAMENTE mejor que sentarnos en los bancos de un parque en Australia a explicarles a nuestros nietos dónde carajo queda Venezuela. o vivir toda la vida obligando a nuestros hijos que no hablen entre ellos en otro idioma que no sea el español, o que tengamos que hacer colas todos los días hasta el 2021 (y más allá) para comprar media libra de patas de pollo con pellejo para echársela a la sopa de desesperanza que tomaremos en desgano de aquí al día en que nos entierren -- luego de morir de indignación -- en un hueco común y "solidario" de un cementerio zamorano recién abierto en los Valles del Curucutú, donde los pájaros ni cantan.
Si le preguntásemos a los millones de cubanos que tuvimos que salir al destierro o a los que infaustamente tuvieron que anclarse en la Cuba de Fidel, si hubieran cambiado todo el horror por un año de sacrificio sentados frente a los cuarteles revolucionarios del entonces incipiente régimen CASTRO-COMUNISTA de Cuba, el 99.9% de los encuestados estaría más que de acuerdo con la idea. Muchos, incluso, darían la vida por echar para atrás la película y defender la patria como hoy lo propone mi amiga "Nare".
Lo malo es que no lo hagamos y ya viejos y derrotados - muriéndonos de tristeza en los confines del tiempo -- nos digamos unos a los otros: "¡Si tan solo lo hubiéramos hecho a tiempo.!"
El Hatillo 20 de Marzo de 2003
Robert Alonso
robertalonso2003@cantv.net
EL TERROR
Robert Alonso
robertalonso2003@cantv.net
Así como no se puede batir concreto sin agua, es imposible instalar un comunismo sin contar con “El Terror”.
Decía que en Cuba el terror es genético. Ha pasado una generación bíblica en la isla del caribe desde que los cubanos comenzaron a conocer al “Sr. Terror”, un “individuo” sin alma que se presta a todo sin esperar nada a cambio.
Sentirse preso en una isla produce un impresionante terror, como terror siente el prisionero de conciencia cuando los guardias calan sus oxidadas bayonetas soviéticas. El sonar de unos disparos al salir el sol produce mucho terror porque los cubanos saben – o se imaginan – que provienen del paredón de fusilamiento y el terror se incrementa en las tinieblas del alba al sonar el tiro de gracia que destroza la sien del condenado a muerte.
Terror siente el padre cuando le dice adiós a un hijo que se marcha a una guerra absurda en un continente que está tan lejos como la esperanza de un futuro en Cuba. Terror siente una madre cuando su hijo regresa muerto o mutilado de esas misiones internacionalistas.
Terror lo produce un vecino que mira detrás de una ventana cuando cae la tarde cargada de calor y terror siente el cubano cuando supone que lo están observando día y noche.
Cuando el cubano se queda sin trabajo en la isla del terror siente un profundo terror pues sabe que fue despedido por el único patrón que tiene su patria: el estado.
Más fuerte que el terror de morir en altamar al intentar alcanzar la libertad en tierras extrañas, está el terror de seguir viviendo esclavo de los designios de un tirano, pero nada es comparable al terror que produce despedir al hermano quien se monta en una frágil balsa para alejarse de las costas y no regresar jamás a Cuba.
Terror siento yo cuando pienso que esta patria, Venezuela, pudiera cambiar su alegría de siglos por el terror eterno teñido de un rojo viejo y absurdo.
El Hatillo 18 de marzo de 2003
Robert Alonso
robertalonso2003@cantv.net
EL HAMBRE
Robert Alonso
robertalonso2003@cantv.net
Solo hay una cosa más seria que “El Hambre”: “El Terror”. Sobre mi amigo “El Terror” hablaré próximamente, tal vez mañana.
En Cuba, “El Terror” es mayor que “El Hambre”; hambre hay mucha… pero el terror ya es genético. Digamos que el primero es un General de División, mientras el segundo es un Militar de Brigada intentando siempre insubordinarse sin éxito.
El venezolano “de adentro” ha convivido con “El Hambre” toda la vida. Nuestro presidente lo sabe porque a él le tocó muchas veces decidir entre irse a la cama con una longaniza, una “araña de coco” o un pedazo de dulce de lechoza que le hacía su abuela Rosinés… allá, en Sabaneta de Barinas, un lugar tan lejano y oscuro que si el mundo tuviera nalgas, sería el ojo del culo.
El propio Hugo sabe – sin embargo -- hasta dónde está dispuesto a aguantar hambre el venezolano del cerro. Ese que está acostumbrado a “matar tigres” con tal de conseguir unas patas de res con las cuales hacer un hervido para bajar el dominó.
La regla indica que antes de que los del cerro se arrechen, hay que apretar las tuercas al máximo. Recomendables serían las “Brigadas de Acción Rápidas” que se inventó Castro para aplacar cualquier movimiento extraño en Cuba, pero éstas no serían de mucha utilidad si no se declara oficialmente un estado totalitario en pro de la revolución bonita.
El tiempo se le acaba al Sr. Chávez; el tiempo en “democracia”, quiero decir… porque dentro del comunismo el tiempo se congela y las horas pasan mientras las tripas suenan en desesperanza.
El Hatillo 17 de marzo de 2003
Robert Alonso
robertalonso2003@cantv.net
EL TIEMPO
Robert Alonso
robertalonso2003@cantv.net
Hitler contó con un terrible enemigo en su campaña bélica contra Rusia: “El Invierno”. En esta guerra de Venezuela vs. el CASTRO-COMUNISMO INTERNACIONAL, una de las dos partes contará con un enemigo similar: “El Tiempo”. El problema está en que no sabemos a quién beneficiará al final, si a nosotros – Venezuela – o a ellos, los castro-comunistas.
Así como nosotros le tenemos ganas al “innombrable”, él le tiene ganas a los medios de comunicación social… y lo de él no son ganas meramente viscerales, son, además, ganas tácticas. Simple y llanamente, la revolución bonita no se puede concretar con unos medios transmitiendo – entre otras cosas – sus vagabundearías (la del chavismo) todo el tiempo. Yo siempre les he dicho que cuando nos apaguen el “suiche” de los medios, hasta ahí nos llevará el río… a menos que quememos los últimos cartuchos y nos tiremos a las calles en anarquía total y sin pitos.
Si el Sr. Chávez no ha dado su gran paso hacia la dictadura total y declarada es por una razón tremendamente sencilla: no controla los cuadros medios y bajos de las Fuerzas Armadas venezolanas. Así de simple es la cosa. Pero el tiempo se le está agotando. Por ahí viene ya tremendamente arrecho un general llamado “Hambre”, del cual hablaré prontamente, tal vez mañana, quien “no se para en artículo”. Al final podría ser ese “individuo” quien le ponga el cascabel al gato barinés. A veces en las guerras, la liebre salta por donde menos uno se lo espera.
Pero el enemigo Tiempo podría también estar en contra nuestra pues no sabemos qué tan cerca está el Sr. Chávez de lograr su amarre definitivo dentro del aparato militar. Así que el juego táctico se plantea tremendamente interesante. Claro que en el caso del régimen y su gente, ellos están trabajando día y noche para derrotar a tan peligroso enemigo y nosotros, bueee… ahí, dándole. Eso sí, no estamos dando ni un paso atrás.
El Hatillo 16 de marzo de 2003
Robert Alonso
robertalonso2003@cantv.net
CARTA ABIERTA A LA PROF. MARTA COLOMINA
Robert Alonso
robertalonso2003@cantv.net
Estimada y muy respetada Profesora Colomina:
Dice el refrán que cada quien tiene su propia manera de matar pulgas, el problema está en que algunos en vez de matarlas, las alimentan sin querer.
Ayer me emocioné junto a usted cuando la vi en la tarima de PDVSA dándoles ánimo a nuestros héroes y al país en general, sin embargo, mucho sentí su insistencia en decirnos que el Sr. Chávez es un “muerto en vida” y que su oprobioso e ignominioso régimen está “guindando como mango maduro, a punta de caer solito”. Ojo: no lo dijo con esas palabras, pero el efecto que produjo es exactamente el mismo. De hecho, creo que en algún momento la he oído hacer comentarios muy cercanos a estos… con palabras más o menos similares.
Siendo usted una de las periodistas (en este caso analistas, diría yo) más acuciosa del momento, sabe PERFECTAMENTE que este régimen “está más duro que sancocho (ajiaco) de pato” y que a menos que la sociedad civil digna de este país se ponga las pilas bien puestas y recién sacadas del “blister”, quienes terminaremos – irremediablemente -- cayéndonos del gajo – y de la nube -- seremos nosotros.
Para nadie es un secreto que los “latinos” somos un poquito flojos, no mucho… solo un “pelito”. Si nos dicen que el mango está madurito y que se cae solito, no nos preocupamos mucho para mover la matica, no vaya a ser que el mango nos caiga en la cabeza o nos llenemos de “bachacos culones”, como muy bien dije ya en uno de mis tantos “alertas”. En consecuencia hay que decir que el mango está más verde que periquito llanero. Además, diciendo tal cosa no le estaríamos mintiendo al pueblo, que parece bobo, pero no lo es… y menos los “petroleros”.
Usted que tiene tantos amigos publicistas, debería conseguirse uno que actualice nuestro “slogan de guerra” -- “¡NI UN PASO ATRÁS!” -- porque los únicos pasos que estamos dando últimamente son para coger el monte, buscar una madriguera o una embajada donde salvar la vida. Si no comenzamos TODOS a dar como diez mil pasos al frente, los pasos que comenzaremos a dar muy pronto serán los que nos lleven a las escaleras de los aviones que nos sacarán del país o los que dan los condenados cuando suben al cadalso.
Perdóneme, Profesora Colomina, pero así es como yo lo veo. No quiero que me vaya a malinterpretar, habiendo conocido este régimen cuando comenzó en Cuba hace 44 años, 74 largos y tormentosos días y unas horripilantes horas, sabré cuándo hay que apagar la vela e irnos. Ahora es que queda luz por delante, pero no debemos achinchorrar a nuestro pueblo más de lo que ya está, porque saldremos con las tablas en la cabeza y con más palos que una gata ladrona. Créamelo, Profesora Colomina.
Un fuerte abrazo solidario,
Robert Alonso
robertalonso2003@cantv.net
El Hatillo, 15 de marzo de 2003
FE DE ERRATA : Mi tío José Manuel Alonso (“Montalvo”) – QEPD -- debió haber estado ayer en una importante reunión en el cielo, porque me abandonó al momento de yo redactar mi “alerta” y en vez de escribir PARRICIDIO (del latín parricidium, que significa muerte dada a un pariente próximo, especialmente al padre o a la madre), escribí FRATRICIDIO (del latin fratricidum, que significa muerte dada por alguien a su propio hermano). Mis lectores “están mosca”, aunque algunos me dijeron que la palabra correcta era PATRICIDIO, palabra inexistente en el idioma castellano -- según el Diccionario de la Real Academia Española -- lo que me recordó un cuento de un empleado que tuve en la finca quien recibió una “picadura” (mordida) de culebra y para prevenir su muerte le cayó atrás con el fin de matarla antes de que tomara agua. Cuando eché el cuento al resto de los empleados sobre esa absurda creencia, uno de ellos me dijo: “Hay que ver que Benito es bruto, ¡eso es con el camaleón!”
Otro error cometido en el mismo “alerta” fue producto de cómo Chávez nos tiene pensando en guerra, pues en lugar de escribir “M19” -- intentando referirme al Movimiento 19 de Abril de Colombia -- escribí “M16”, tal vez por tener en mi subconsciente el rifle de asalto norteamericano fabricado por la COLT, el cual tiene un peso total de 3.6Kg cuando está cargado con 30 proyectiles calibre 5.56x45mm, dueño – si es correctamente empleado -- de una efectividad de 460 mt y de una capacidad de fuego de hasta 750 proyectiles por minuto… muy adecuado para tumbar mangos verdes.
Vale