Adamant: Hardest metal
Tuesday, July 8, 2003

'Codbata Vebde' - por Robert Alonso

No vayan a creer mis lectores y lectoras venezolanos y venezolanas que eso de “conchupar” con el amigo Fidel Castro es algo nuevo para Venezuela, achacable – única, exclusiva y totalmente – al señor Hugo Rafael Chávez Frías y su combo neo-revolucionario.  ¡No señor!   Los cubanos dignos – ANTICASTRISTAS y ANTICOMUNISTAS -- que habitamos en Venezuela desde hace décadas (en mi caso: 41 años, seis meses, 7 días… con unas horas) nos hemos tenido que calar la chupadera de medias al sátrapa mayor desde, por lo menos, 1974 si no antes.

Carlos Andrés Pérez, el inefable, perteneció a un famoso “cartel” junto a Omar Torrijo, Felipe González y – quien hoy nos ocupa – Fidel Castro Ruz, el actual Comandante-en-Jefe de la República de Cuba y ésta, la bolivariana.  Ya entonces todos nosotros sabíamos la clase de negocios que hacían estos señores y nos cansamos de decirlo en la prensa venezolana, en especial en el vespertino El Mundo, donde colaboré por mucho tiempo. 

En 1976 se produjo la llamada “voladura del avión cubano” y CAP se empeñó en una férrea e injusta cacería de brujas en contra de muchos de los cubanos que aquí vivíamos y que combatíamos – tanto física como intelectualmente – el CASTRO-COMUNISMO INTERNACIONAL.  A uno de nuestros más destacados médicos cubanos en el exilio (con su debida reválida en Venezuela) -- el Dr. TEBELIO RODRÍGUEZ MASEDA -- se le retiró su nacionalidad venezolana por enfrentársele a Carlos Andrés Pérez y su adoración incontrolada y visceral por el tirano de las grotescas y sucias barbas.

Castro humilló a Venezuela, a los venezolanos, a las Fuerzas Armadas de este país, a la soberanía, al poder judicial y al gobierno nacional cuando en 1980 amenazó diciendo en un concurrido discurso en la Plaza Martí de La Habana: “No caben aquí excusas ni pretextos de ninguna clase.  Todo el mundo sabe que ellos (Freddy Lugo, Hernán Ricardo, Luis Posada y Orlando Bosch) fueron los autores del sabotaje (de la voladura del avión cubano), todo el mundo lo supo desde los primeros días y las pruebas eran irrebatibles; las autoridades venezolanas (El Consejo de Guerra Permanente de Caracas, que luego de cuatro años de un juicio que terminó durando 18, absolvió a los cuatro indiciados en la primera instancia de la circunscripción militar) saben que están absolviendo a los culpables.  Si son liberados en definitiva los autores de ese repugnante y monstruoso crimen, Cuba considerará a ese fiscal (Fiscal Militar), a esos jueces (jueces militares de la Corte Marcial, cuyo presidente – el General de División (Ej) Elio García Barrios – terminó siendo “pana” de Castro) y fundamentalmente al gobierno de Venezuela, como los responsables del monstruoso crimen cometido el 6 de octubre de 1976”.

En los últimos meses del primer gobierno de CAP, se firmó un acuerdo -- “y que” -- para reunificar al exilio.  Castro sacó de Cuba a casi 100 mil cubanos, oigan bien: ¡100mil cubanos!.  El exilio puso el grito en el cielo porque comenzaron a llegar cubanos castristas que no tenían – siquiera -- un amigo fuera de Cuba.  Otro que se halaba los pelos era el State Department porque sabía que muchos de los cubanos (sobre todo los indeseables) utilizarían a Venezuela como puente para llegar a Estados Unidos… y así fue. 

Todavía no había tomado posesión el sucesor en la presidencia de CAP, Luis Herrera Campins, cuando ya yo estaba hablando con el Dr. Gonzalo García Bustillo, quien se suponía sería el primer canciller del entonces nuevo gobierno.  El Dr. García Bustillo terminó siendo el Secretario de la Presidencia y junto a él trabajé para prevenir – en nuestra modesta medida – el ingreso a Venezuela (y Estados Unidos) de muchos cubanos CASTRO-COMUNISTAS… así y todo se nos colaron unos cuantos que echaron no poca “varilla” en varios países de la región.

No podemos olvidarnos de la “coronación” de CAP en su segundo mandato, cuando Castro fue invitado y casi se “asila” en Venezuela.  Muchos – y muchas – se morían por visitar al barbudo caribeño en su hotel… y nosotros, los cubanos dignos ANTICASTRISTAS y ANTICOMUNISTAS: ¡mascando vidrio!. 

Un famoso periodista (hoy en la furibunda oposición antichavista) de broma no le pidió matrimonio a Castro cuando lo entrevistó.  CAP no le regaló mucho petróleo a su socio Fidel, pero inundó a Cuba con pollos venezolanos cuyos pagos, él (CAP), garantizaba.  El sátrapa mayor le dio “medio palo” a Venezuela (¡cosa rara, mi sangre!) y se quedó debiendo cualquier millonada en pollos vernáculos.  ¿Qué tal?

En Venezuela no se le paraba mucho al CASTRO-COMUNISMO desde que las guerrillas comunistas fueron derrotadas a punta de plomo limpio en los años sesenta; en los últimos tiempos se le veía a Castro como un “fenómeno” exótico e interesante y tal vez todavía hoy a la “vedette” del Caribe no se le comprenda en su justa y peligrosísima dimensión, razón por la cual no me canso de alertar y alertar hasta el punto de obstinación. 

Ahora tenemos al monstruo “latiéndonos” en nuestras propias y humildes cuevitas y lo único que se nos ocurre es abogar por el “revocatorio”, cuando deberíamos estar preparando – CUANTO ANTES -- la artillería más pesada.   Además, la estrategia de lucha que se le ha ocurrido a algunos “comunicadores sociales” para combatir al “Ejército Cubano de Ocupación” (“médicos”, “entrenadores” y “alfabetizadores” incluidos) es la del insulto, la burla y el descrédito GENERALIZADO al gentilicio cubano, sin detenerse a pensar que muchos cubanos expusimos nuestra seguridad física durante décadas para prevenir lo que hoy sufre este pueblo. 

Cuando Castro termine de conquistar a Venezuela, todos los cubanos en este país (dignos o no) seremos – gracias a estas campañitas cobardonas, sin sentido y estériles -- unas verdaderas lacras para la mayoría de nuestros hermanos y aliados venezolanos y la bandera de la estrella solitaria diseñada para Cuba por el venezolano Narciso López, terminará asociada con el monstruoso régimen de oprobio que nos mando al mundo – dejándonos sin patria -- como si fuésemos gitanos.

Aprovecho aquí, antes de despedirme de mis lectores y lectoras, para recordarles que Fidel Castro llegó al poder en Cuba en enero de 1959 con una popularidad de un 99% (mi padre dignamente se encontraba – sin ser batistiano – en ese 1% que desde un principio rechazó a “bola-de-churre”), luego de “derrocar” una dictadura, tras algo muy parecido a una “guerrita civil”, sin embargo, a los DOS AÑOS y  POCO MENOS DE CUATRO MESES, la “oposición” le metió una invasión a gran escala que hubiera tenido éxito si no hubiese sido porque hubo “arrugamiento” por una de las partes.  Hugo Chávez tomó posesión del poder el 2 de febrero de 1999, hace CUATRO AÑOS y más de cinco meses y a estas alturas del juego estamos sentados esperando cuando será que este régimen CASTRO-COMUNISTA desacatará la convocatoria soberana al REFERENDO REVOCATORIO “INDEFINIDO”, mientras los soldados rasos “cachean” y desarman a los coroneles y generales de estas gloriosas Fuerzas Armadas que una vez liberaron a cinco países.

Los cubanos, luego de decenas de miles de muertos (ver la lista en www.geocities.com) terminamos perdiendo la patria.   Les juro a todos ustedes sobre este puñado de cruces, que si no nos “ponemos pila”, nos pasará lo mismo en Venezuela y este pueblo acabará diciendo “Adbedto”, “codbata vebde”, “Adtamira” y todas esas cosas que ahora – de repente – suenan tan desagradables.

Caracas, 7 de julio de 2003

ROBERT ALONSO

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