Fundamentalism and Peace in the Middle East
<a href=www.vheadline.com>Venezuela's Electronic News Posted: Monday, June 02, 2003 By: Ambassador Alfredo Toro Hardy
Venezuelan scholar & diplomat Alfredo Toro Hardy writes: Through the road map the United States is placing all the weight of its might on the peace process between Israelis and Palestinians. The great pitfall will come from the fundamentalism. Not only from the Islamic fundamentalism, but the Jewish and Christian fundamentalism.
The second half of the seventies of the last century saw the emergence of fundamentalism within the religions above mentioned. The common denominator was the reaction to the disassociating challenges of modernity and the search for a new encounter with the immutable certainties of the holy scriptures. In essence, it represented a rejection of dominant secularism and an attempt to affirm the primacy of the religious over all the other spheres of social life. As a phenomenon it was an expression of the three monotheist religions already mentioned for the simple fact that it responded to a literal interpretation of the sacred texts and canons: the Koran and Shariah for Muslims, the Torah for Jews and the Bible for Christians. Such literalism did not find sustenance in other religions such as Buddhism and Hinduism, precisely for their lack of scriptures and canons. All in all, fundamentalism understands the “revealed truth” textually and free from its symbolic character. Through this it seeks the reconstitution of patriarchal and traditionalist societies.
Although the Islamic and Christian fundamentalisms date back to the decade of the twenties in the last century, it was in the seventies that they showed true expansion. It was also at that time that Jewish fundamentalism erupted. Islamism, synonymous with Muslim fundamentalism, established itself with the victory of the revolution of Khomeini in Iran. However, it expressed itself through a group of different movements that started to spread throughout the Islamic world: Society of Muslims, Jamaat, Hezbollah, Hamas, Islamic Jihad and the most notorious of them all, Al Qaeda, among others. The majority of such movements channeled their actions through terrorism, as a reaction to the Palestinian issue and the pro Western and secular orientation of many dominant regimes. Jewish fundamentalism was expressed basically through two movements: Gush Emunim and Haredim... The extremist rhetoric of various rabbis associated to the former was responsible for the assassination of Prime Minister Rabin. The Christian fundamentalism, on the other hand, is essentially Protestant, Evangelist and has its roots in America. Among its most sonorous expressions are the Moral Majority and the New Christian Right. It is noteworthy that the North American Christian fundamentalism has managed to penetrate significantly the Republican party, even controlling it in some states of the “Bible Belt”.
Any possibility of a solution to the Palestinian-Jewish issue will inexorably clash with the action of fundamentalists. From the Islamic extremism that tries to thwart any peace process, to the Jewish extremism which fiercely oppose the abandonment of settlements and the devolution of occupied territories, and the Christian fundamentalism that has become common cause with the Jewish, the obstacles faced by fundamentalisms will be huge. They will undermine although in different ways and with variable intensity, the initiatives coming from the Palestinian, Israeli and American authorities.
Alfredo Toro Hardy is a Venezuelan scholar and diplomat who has held many ambassadorial posts, including Washington D.C., London, Brazil, Chile etc. Author of several books, he writes regular editorial commentaries in the Spanish-language Venezuelan media and VHeadline.com Venezuela. You may email Ambassador Toro Hardy at embvenuk-despacho@dial.pipex.com
Fundamentalismo y paz en el Medio Oriente
A través del llamado 'mapa de ruta', Estados Unidos está poniendo todo el peso de su poderío en el proceso de paz entre israelíes y palestinos. El gran escollo vendrá del fundamentalismo. Pero no sólo del fundamentalismo islámico, sino también del judío y del cristiano.
LA SEGUNDA MITAD de los años setenta del siglo pasado evidenció el emerger del fundamentalismo dentro de las tres religiones citadas. El denominador común fue la reacción ante los retos disociadores de la modernidad y la búsqueda de un reencuentro con las certidumbres inmutables de los textos sagrados. En esencia, representó un rechazo al secularismo dominante y un intento por afirmar la primacía de lo religioso sobre todas las demás esferas de la vida social. Como fenómeno fue expresión de las tres religiones monoteístas citadas, por el simple hecho de que respondía a una interpretación literal de los textos y cánones sagrados: el Corán y la Shaira para los musulmanes, la Torah$para los judíos y la Biblia para los cristianos. Dicho literalismo no encontraba sustento en otras religiones como el budismo y el hinduismo, precisamente por la carencia de textos y cánones. En definitiva, el fundamentalismo entiende la 'verdad revelada' en forma textual y desprovista de su carácter simbólico. Por esta vía busca la reconstitución de sociedades patriarcales y tradicionalistas.
SI BIEN los fundamentalismos islámico y cristiano se remontan a la década de los veinte del siglo pasado, fue a partir de los setenta que éstos evidenciaron su verdadera expansión. Fue también por esa época que el fundamentalismo judío hizo erupción. El islamismo, sinónimo de fundamentalismo musulmán, se consagró con el triunfo de la revolución de Khomeini en Irán. Sin embargo, se expresó también a través de un conjunto de movimientos variados que comenzaron a diseminarse por todo el mundo islámico: Sociedad de Musulmanes, Jamaat, Hezbollah, Hamas, Jihad Islámica y, el más célebre de todos, Al Qaeda, entre otros. La mayor parte de esos movimientos encauzaron su acción por vía del terrorismo, como reacción al problema palestino y a la orientación pro occidental y secularista de muchos de los regímenes dominantes. El fundamentalismo judío se expresó básicamente a través de dos movimientos: Gush Emunim y Haredim. La retórica extremista de varios rabinos asociados al primero de ellos fue responsable del asesinato del primer ministro Rabin. El fundamentalismo cristiano, por su parte, es esencialmente protestante, evangelista y de raigambre estadounidense. Entre sus expresiones más sonoras se encuentran la Mayoría Moral y la Nueva Derecha Cristiana. Valga agregar que el fundamentalismo cristiano norteamericano ha logrado penetrar de manera muy significativa al Partido Republicano, controlándolo, incluso, en algunos estados del llamado 'Cinturón de la Biblia'.
CUALQUIER POSIBILIDAD de solución al problema judío-palestino, chocará inexorablemente con la acción de los fundamentalistas. Desde el extremismo islámico que intenta frustrar cualquier proceso de paz, hasta el extremismo judío que se opone férreamente al abandono de los asentamientos y a la devolución de los territorios ocupados, pasando por el integrismo cristiano que ha hecho causa común con el judío, los escollos planteados por los fundamentalismos serán gigantescos. Estos minarán por igual, aunque de distinta manera y variable intensidad, las iniciativas provenientes de las autoridades palestinas, israelíes y estadounidenses.