FRIJOL NO REVIENTA
Ayer recibí una llamada de un “político tradicional”. Quería reunirse conmigo URGENTEMENTE para discutir un tema tremendamente importante – para él, no para mí – que no podía esperar un minuto más. Fue tanto el “misterio” que me cambié el mono de gimnasia lleno de huecos de “picaduras” de cucarachas por un short “addidas” y me lancé a su encuentro.
En el camino iba fantaseando sobre cuál sería el plan para el derrocamiento del régimen CASTRO-COMUNISTA de los señores Chávez y Castro que tendría la importante organización a la cual pertenece mi amigo desde hace más de tres décadas. Me preguntaba si tendría tiempo para poner algunas cosas en orden antes de que comenzara “la fiesta del guatao”, por aquello que uno podría terminar con un plomo entre ceja y ceja. La emoción se incrementaba a medida que me acercaba a la “guarimba” de mi amigo.
Cuál fue mi sorpresa cuando terminamos de tomarnos el cafecito de rigor y nos quedamos íngrimos y solos en su despacho: el hombre quería hablar del desprecio de “LA GRAN PRENSA” hacia el régimen CASTRO-COMUNISTA de los señores Chávez y Castro. Estaba muy contento porque a la rueda de prensa convocada por el “defensor del pueblo bolivariano” en nuestra embajada en Washington, no fue ni un solo periodista. Quería saber qué me parecía y si no encontraba un rayo de luz en el significativo evento.
Lo primero que me vino a la mente fue un refrán que siempre le he oído a “La Agatilla”, mi cuñada partiniqueña de Valle de La Pascua: “frijol no revienta…” Una vez más sentí un profundo dolor en la boca de mi ya maltrecho estómago. Cuando no me reúno con santeros y babalaos, me invitan los carismáticos seguidores de María… a veces termino entre abogados y otras, como en esta oportunidad: entre ilusos. Me acordé de la sabrosa poesía que me enseñara mi “Tío Montalvo” que decía así:
Esta vida es un relajo en forma de gallinero, y aquel que sube primero, suele cagar al de abajo… pero si se sube un pavo, de peso no muy ligero, pueda que se rompa el gajo, y entonces se va al carajo… aquel que subió primero.
Nada, que los pavos de la cuarta se fueron al carajo cuando se montaron los de la quinta y así, entre gajo y gajo, todos terminaremos donde menos hoy pensamos, a menos – claro – que nos “enguarimbemos”. Si seguimos prestándole atención al “humero” que nos lanza el régimen -- como la “Ley Mordaza”, la conformación del CNE… la realización del referendo revocatorio -- y lo que piensa ahora “LA GRAN PRENSA” (internacional), se nos irá la vida y el tren… cuando vengamos a ver estaremos muy lejos del punto-de-no-retorno, como nos pasó en Cuba, a pesar de las decenas de miles de muertos, los centenares de miles de presos políticos y una invasión a gran escala que pusimos los cubanos.
Aquellos que creen que el Sr. Chávez es poco menos que mongólico, no se olviden del personaje que tiene atrás. Hubo una vez que el Sr. Castro era la vedette del mundo y de esa prensa que tanto evalúa mi amigo el político. Castro perdió el favor de los medios internacionales hace décadas, aunque todavía queda uno que otro tonto útil tal vez atraído por un condimento sexo-erótico que posiblemente encuentre en las barbas del ya anciano guerrillero eterno.
Solamente una vez en su vida de sangriento dictador Castro se ha sentido amenazado; fue cuando los “americanos” intentaban partirle el alma al “enterarse” de que Cuba servía de plataforma para la introducción en los Estados Unidos de la droga procedente de la narco-guerrilla colombiana. ¿Qué hizo Castro quien de pendejo no tiene un pelo? Llevar al paredón al General Arnaldo Ochoa bajo la acusación de ser ÉL (y nadie más que él) quien dirigía – entre bambalinas y por su cuenta – las operaciones de narcotráfico que abierta y descaradamente se llevaban a cabo desde Cuba durante décadas… ¡DÉCADAS!
Castro mató dos pájaros de un tiro: se deshizo para siempre de un general muy incómodo y peligroso, cargado de laureles y de poder político-militar cosechados en las guerras africanas y aplacó la ira de los “americanos” fusilando al perfecto chivo expiatorio… y colorín, colorao. Eso fue el 13 de junio de 1989, han pasado casi 14 años y ahí lo tenemos, tomándole el pelo a la cotorra y al cijú.
En 1985 publiqué “Los Generales de Castro” y ya en él hablaba de este floreciente negocio que además de producir divisas – o, en su defecto, “moneda convertible” -- le daba en la madre a la sociedad norteamericana, ayudando – por la vía del vicio -- a convertir en verdaderas piltrafas humanas a millones de jóvenes de la nación más poderosa del globo terráqueo. Incluso, en mi libro mencioné con su nombre y apellido al traficante cubano-americano Roberto Vezco, quien tiene décadas huyendo del FBI y viviendo en Cuba con la anuencia y protección de Fidel. El tirano eterno de las Antillas es como el “mapurite” (el zorrillo), que “sabe a quién pee” (sabe a quién orinar)… como también diría mi “cuñá”.
Ya podrán volteársele en pleno al régimen CASTRO-COMUNISTA de los señores Chávez y Castro todos los periodistas del mundo, que eso a ellos no les hará ni coquito. Ellos lo que necesitan es tiempo para cuadrar la caja en nuestro país; tiempo que muchos de nosotros desde la “oposición” les estamos regalando. Una vez que amarren nos dirán: “Al carajo, albañiles, que se les acabó la mezcla…”
Caracas 24 de mayo de 2003
ROBERT ALONSO robertalonso2003@cantv.net