EN VEZ DE…
La Sra. McKensey, nuestra “land lady” del dormitorio donde vivía mientras estudiaba en la Universidad de Aberdeen, en Escocia – hace ya tres décadas -- nos solía recomendar todos los viernes por las noches cuando nos preparábamos a salir en busca de juerga en la siempre viva y emocionante “George Street” de esa ciudad norteña escocesa, lo siguiente: “If you can’t be good, be careful” (Si no se pueden portar bien, tengan al menos cuidado).
Aquella adorable e inteligente anciana -- quien hoy debe estar en la Gloria del Señor -- solía recomendarnos el jugo de naranja como un extraordinario anticonceptivo, muy apropiado para mantener estático el índice de natalidad entre los estudiantes universitarios de la ciudad del granito, Aberdeen. Según ella, había “anticonceptivos” que uno tomaba “antes de”, otros “después de”… y algunos (como el jugo de naranja), que se tomaban “EN VEZ DE”.
Los otros días cuando vi como la Iglesia paseaba en una especie de “papamóvil” la imagen de Nuestra Señora de Coromoto -- patrona de Venezuela -- por las calles de Caracas, me pregunté si no estaba ante una opción “mackensiniana”, en la cual el venezolano – muy creyente, por cierto – estuviera buscando la ayuda celestial “EN VEZ DE” empeñarse en la terrenal acción de “La Guarimba” para sacudirse en Venezuela del incipiente régimen CASTRO-COMUNISTA de los señores Hugo Rafael Chávez Frías y Fidel Castro Ruz.
Hay que tener mucho cuidado. En Mateo 17:20, este evangelista pone en boca de Jesús la siguiente afirmación: “…porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá y se pasará; y nada os será imposible.” Según las Sagradas Escrituras, cualquier devoto cristiano cargado de fe pudiera pensar que con ella sacudirnos a Chávez sería un paseo por el prado en una tarde primaveral… y lograr que este régimen acepte la celebración delreferendo revocatorio equivaldría a tomarse un vaso de leche tibia con pitillo.
Sin embargo, no debemos olvidarnos de las enseñanzas de Santiago, el hermano carnal de Jesús, quien aseguraba que la fe sin obras es muerta y así lo predicó en el versículo 14 del capítulo 2 de la única carta que la historia bíblica recoge del sucesor del movimiento que Jesús dejó rodando: “Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?” Algo así como que a Dios rogando y con “La Guarimba” dando…
Buscando una comparación adecuada que pudiera alertar al pueblo venezolano en cuanto a dejarse llevar por la mera fe y los rezos, se me ocurrió comparar estas piadosas prácticas y creencias religiosas al equivalente a una fuerte dosis de vitaminas para el espíritu, cuando en Venezuela lo que necesitamos es – en todo caso -- un TRANSPLANTE de espíritu.
La fe cristiana, os aseguro, agradecerá inmensamente nuestras obras radicales… ya habrá tiempo para lo demás.
Caracas, 9 de mayo de 2003
ROBERT ALONSO robertalonso2003@cantv.net