Latinoamérica decidió el voto contra Cuba
Con el decisivo voto de siete países latinoamericanos, la 59na. Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas aprobó ayer una resolución que mantiene lapresión sobre el régimen de Fidel Castro al solicitarle a Cuba que acepte y coopere con una enviada internacional para investigar lasituación de la isla.
La propuesta fue aprobada en el plenario deGinebra por un reñido margen de 24 votos a favor y 20 en contra, con nueve abstenciones, elevando así a 14 el número de condenas recibidas por el régimen castrista desde que en 1988 el tema de Cuba fue llevado por primera vez ante ese organismo.
Sin embargo, minutos antes de aprobarse el documento, fueron derrotadas sendas enmiendas al proyecto de resolución, presentadas la víspera por Costa Rica y Cuba. La delegación costarricense pretendía endurecer el lenguaje de la propuesta inicial con una moción de último minuto que criticaba la ola de arrestos, condenas sumarias y fusilamientos ocurridos recientemente en la isla.
El texto de la resolución final --definida como moderada por los observadores-- insta a La Habana a que reciba a la jurista francesa Christine Chanet, representante especial del Alto Comisionado de Derechos Humanos, y ``ponga a su disposición todos los medios necesarios para permitirle cumplir totalmente su mandato''.
Por segundo año consecutivo, la iniciativa de sentar a Cuba en el banquillode los violadores de derechos humanos es promovida por Uruguay con el respaldo mayoritario del bloque de países latinoamericano.
De los 53 países miembros de la Comisión, además de Uruguay se alinearon a favor del documento Armenia, Australia, Austria, Bélgica, Camerún, Canadá, Chile, Costa Rica, Croacia, Francia, Alemania, Guatemala, Irlanda, Japón, México, Paraguay, Perú, Polonia, Sudcorea, Sierra Leona, Suecia, Gran Bretaña y Estados Unidos.
En contra se pronunciaron Argelia, Bahrein, Burkina Faso, China, Cuba, República Democrática del Congo, Gabón, India, Libia, Malasia, Pakistán, Rusia, Arabia Saudita, Sudáfrica, Sudán, Siria, Ucrania, Venezuela, Viet Nam y Zimbabwe. Las abstenciones fueron de Argentina, Brasil, Kenya, Senegal, Sri Lanka, Swazilandia, Tailandia, Togo y Uganda.
La noticia fue saludada por Washington como ''una señal correcta'' de la Comisión a los cubanos que dentro de la isla ``luchan diariamente para ejercer sus libertades civiles y políticas básicas''.
La Casa Blanca aprovechó también para sugerir a Naciones Unidas que impida el próximo año la participación de Cuba como miembro de la Comisión de Derechos Humanos, considerando que se trata de un país quesocava ''de manera consistente y a propósito'' el espíritu de esa entidad.
''Es una victoria indiscutible, especialmente porque América Latina retomóel protagonismo de las críticas al régimen, con el liderazgo de México'', comentó ayer el activista Ricardo Bofill, miembro del Comité Cubano Pro Derechos Humanos y veterano participante en el foro de Ginebra.
En Miami, la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) destacó el hecho como ``una victoria del movimiento opositor dentro de Cuba''.
'Esos votos representan la voz de hombres que como Raúl Rivero, Martha Beatriz Roque y Víctor Rolando Arroyo, se elevan por encima de la represión de una dictadura que no puede acallar las ansias de libertad del pueblo cubano', dijo Jorge Mas Santos, presidente de la junta directiva de la FNCA.
El Consejo por la Libertad de Cuba, que en las últimas semanas gestionó activamente el respaldo latinoamericano a la resolución, envió ayer cartas de agradecimiento a los presidentes de los países que respaldaron el documento.
Como sucedió en ocasiones anteriores ante el revés de su delegación en Ginebra, Cuba se apresuró a valorar la votación como ''una victoria moral'' y señaló que Estados Unidos logró ``imponer su ejercicio anticubano a través de un aguado y cínico documento presentado por sus lacayos de Uruguay, Costa Rica y Perú, y secundado por la Europa de la OTAN''.
''Quedó también en evidencia la hipocresía y doble moral de países como México y Chile, incapaces de contradecir al imperio'', añadió una nota oficial que pasó por alto la referencia a la aceptación o no del viaje de Chanet a la isla.
Con anterioridad, el gobierno cubano dijo que no permitirá la entrada de la relatora, y reiteró que no aceptará ''ni chantajes ni presiones'' de ningún tipo.
Ayer, el canciller peruano Allan Wagner rechazó los calificativos emitidos por Cuba y pidió de inmediato explicaciones a La Habana.
''Esto está revelando una incapacidad de algunos funcionarios y posiblemente del propio gobierno cubano para reconocer una realidad: que los derechos humanos son universales'', aseveró Wagner.
No obstante, la derrota de la enmienda de Costa Rica por votación de 31-15 y siete abstenciones, fue interpretada como un gesto de cobardía de la Comisión por los congresistas cubanoamericanos Ileana Ros-Lehtinen, Mario y Lincoln Díaz-Balart, republicanos por la Florida.
''Cada voto en contra de esa enmienda ha constituido un acto de infamia'', indicó un texto conjunto de los tres legisladores. ``En gran medida, la derrota de esa enmienda demuestra una profunda falta de interés de seriedad y de rigor por parte del Departamento de Estado y sus burócratas''.
También el líder de la minoría demócrata de la Cámara, el cubanoamericano Bob Menéndez (Nueva Jersey), consideró débil el texto aprobado en Ginebra.
''Esta es la más débil resolución sobre derechos humanos que recuerdo enmis 29 años de servicio público'', dijo Menéndez, quien señaló que la credibilidad de la Comisión como organismo protector de los derechos ciudadanos está en ``serio cuestionamiento''.
''Hay una absoluta desconexión entre el lenguaje de la resolución aprobada hoy [ayer] y la nueva ola de represión desatada contra el pueblo cubano'', enfatizó el congresista.