¡Volveremos! Una batalla sólo es parte de una guerra
<a href=www.el-carabobeno.com>El Carabobeño José García Mena
El paro que por más de dos meses implantó la oposición en Venezuela; equivocada o no fue una estrategia política que manejó la Coordinadora Democrática; un esfuerzo desesperado para salir del gobierno por la vía más rápida, pero a decir verdad no la más legal, porque no cumplía con las normas constitucionales y democráticas de las cuales inteligentemente el gobierno las tomó como escudo y acusarlo de golpista ante la opinión pública internacional lo mismo que en la Mesa de Negociación y Acuerdos para que el paro fracasara. No con esto queremos decir que el gobierno estuvo exento de culpa de lo negativo que fue el paro para el país económicamente, ya que sin importarle el resultado prefirió quedarse en el poder a buscarle una salida al problema, como en cualquier país democrático del planeta pudiera haber ocurrido; donde el mandatario jamás antepone su proyecto político por encima de la opinión pública de la mayoría del país. Es por lo mismo que el ex presidente Alfonsín renunció a la presidencia de Argentina. Habrá muchas opiniones a este respecto; unos dirán que eso lo hace un estadista, otros que eso es amor a la patria, pero en el caso venezolano, prevaleció el amor al poder. Es cierto que el paro no dio los resultados que de él esperaba la oposición, lo que ha traído como consecuencia que esta haya quedado un poco desconcertada al no haber conseguido por esa vía, la meta que se había marcado, o que equivocadamente le marcaron, lo que no quiere decir -y en eso estamos seguros- que la oposición dentro de su desconcierto se le haya podido dividir como está jugando el gobierno a que pase. No, la oposición no ha perdido su espíritu de lucha ni su mentalidad la haya podido cambiar el fracaso de un paro, del que por cierto nunca estuvimos de acuerdo, cuando dijimos que no era el momento, que esa tendría que ser la última arma que tendría que usar la oposición cuando la situación política estuviera en un extremo crítico, que como ejemplo podría ser: si el gobierno quisiera oponerse a algo tan legal y constitucional como es el referéndum revocatorio. Ese fue un fallo garrafal de la Coordinadora Democrática, cuando le hizo al gobierno un paro indefinido en el momento más inoportuno y en una fecha equivocada. Inoportuno, porque había que dejar que el gobierno llegara a su máximo límite de desgaste en el despelote económico que ya hacía más de un año venía ocurriendo, y que el paro aceleró inútil y negativamente, ya que al gobierno se le pusieron en las manos armas que si soñaba tener para acusar a la oposición de un grave problema económico que es de su exclusividad. La fecha fue equivocada por supuesto hacer un paro en diciembre, fecha en la cual el comercio se supone, cubre los gastos de por lo menos 6 meses era de esperar que a partir del cuarto o quinto día, se le iba a ir de las manos. De todas formas tampoco podemos decir que el paro fue totalmente negativo, hubo conquistas políticas de gran importancia, como por ejemplo al final haber convencido a la opinión pública internacional, que la oposición nada tenía de golpista como el gobierno decía y sigue diciendo, lo que ya no creen sus propios amigos. Después de una especie de minicronología -si así se puede llamar- de una batalla perdida, lo muy importante es, que la oposición no debe de desmoralizarse, ni tampoco perder ese espíritu de lucha que ya la ha hecho famosa en el mundo por el hecho de haber perdido a medias una batalla, menos cuando tiene en sus manos cómo ganar la guerra; para lo cual la oposición no debe de dejar la calle que ganó a puro pulso, no abandonar la bandera, el pito, la cacerola y asistir masivamente a las marchas cuando el momento sea oportuno, olvidarse del paro, no esperanzarse a que haya quien pueda sacarle las castañas del fuego como ha sido el sueño de algunos: Un golpe, eso no hace falta, lo que hay es que tener paciencia y esperar trabajando esos meses que quedan para poder realizar el referéndum revocatorio. Si es verdad, que el tiempo juega en favor de la oposición esta no puede olvidarse que la pelea no es fácil ya que todo depende de que la oposición esté unida como hasta ahora lo ha estado, para poder llegar al triunfo.