The_Economist: Seguridad en Venezuela. Falta de claridad en relación con el terrorismo
¿Tiene HUGO CHAVEZ, el errático hombre fuerte de Venezuela, relaciones amistosas con terroristas? Es una acusación que le lanzan sus opositores de ultra derecha, hasta con poca o ninguna evidencia. Ahora la pregunta se hace más frecuente.
En una conferencia en Miami la semana pasada, el General James Hill, quién, como Comandante del Comando Sur en el soldado más importante de los Estados Unidos para América Latina, habló de sus preocupaciones sobre Margarita, una isla turística venezolana en el Caribe. Dijo que era un nicho para activistas de los grupos extremistas del Medio Oriente, Hamas y Hizbullah. El mes pasado, Hasil Rahaham, un musulman venezolano quién es sospechoso de tener vínculos con al-Qaeda, fue arrestado en el aeropuerto de Gatwick en Londres después que fue descubierta una granada en su equipaje. Había abordado el vuelo en Caracas. Días después, poderosas bombas causaron daños a las embajadas de Colombia y España en Caracas. La oposición culpa a los simpatizantes radicales de Chávez.
El presidente, quien sobrevivió a un paro general de dos meses, alega estar llevando a cabo una "revolución bolivariana". Su historia política de nacionalismo radical le ha propinado amistades pintorescas: es difícil juzgar si éstas son ingenuas o son algo más siniestro. Cuando era un jóven oficial, tenía relaciones cecanas con guerrillas venezolanas relacionadas con Saddam Hussein y Corea del Norte. Después de ser electo democráticamente como presidente de Venezuela en 1999, mantuvo correspondencia amistosa con Ilich Ramírez Sánchez (“Carlos El Chacal”), un conocido terrorista venezolano que cumple cadena perpetua en una cárcel francesa.
En el año 2000, Chávez se convirtió en el primer líder extranjero en visitar Baghdad desde la Guerra del Golfo. Criticó el ataque americano a Afganistán diciendo "no se puede luchar contra el terror con terror". Sus simpatizantes más radicales exigen que Chávez se oponga a cualquier ataque a Irak y ven con desdeño sus actuales proposiciones amistosas a los Estados Unidos, que incluyen una promesa de continuar abasteciéndolo de petróleo.
Nada de ésto es evidencia contundente de que haya una complicidad presidencial con el terrorismo. Pero agentes de inteligencia venezolanos dicen que el gobierno de Chávez le ha dado baja prioridad a las operaciones para seguirle la pista a sospechosos de terrorismo. Sospechan que la comunidad árabe en Margarita levanta fondos para el terrorismo -pero en el Medio Oriente, no en Venezuela.
Los alegatos de terrorismo no son nuevos en América Latina. Oficiales americanos hace tiempo observan a los comerciantes levantinos del área fronteriza triple entre Argentina, Brazil y Paraguay. El 7 de marzo, un juez argentino le pidió a la Interpol arrestar a cuatro ex oficiales iraníes en conexión con un bombardeo en 1994 de un centro comunitario judío que acabó con la vida de 85 personas. Iran niega conexión alguna con el hecho.
Posiblemente los alegatos más dañinos (que él refuta) son sus nexos con los grupos guerrilleros de la vecina Colombia. Chávez ha declarado que Venezuela es “neutral” en el conflicto entre el gobierno democrático de Colombia y los rebeldes financiados por la droga. Esto no le cae bien a los colombianos.
Colombia está particularmente molesta por la negación de Venezuela de aunarse a las operaciones anti-guerrilleras en la porosa zona fronteriza. Álvaro Uribe, Presidente de Colombia, dijo recientemente que su gobierno "está listo para atrapar a los terroristas que maltraten al pueblo colombiano, desde Venezuela o desde cualquier lugar donde se estén escondiendo." Esta semana, el comandante de las Fuerzas Armadas de Venezuela respondió que sus tropas sacarían a cualquier rebelde que cruzara la frontera.
Uribe también quiere que Venezuela defina a las guerrillas de izquierda de las FARC y del ELN como terroristas. El Canciller de Venezuela dice que ésto equivaldría a "interferir" en asuntos colombianos. Pero los colombianos destacan que Chávez frecuentemente describe como “terroristas” a sus propios opositores políticos.
Oficiales de ambos países dicen que la guerrilla utiliza a Venezuela para abastecerse y como corredor de transporte, así como para extorsionar fondos de sus hacendados. Chávez ha disminuido la clasificación de la seguridad fronteriza. El General de mayor rango del ejército (desempleado actualmente por su disidencia política) alega que hay campamentos de la guerrilla colombiana dentro de Venezuela.
Mientras se mantiene preocupado con Irak, los Estados Unidos han estado muy relajados con respecto a Chávez (a pesar de que solo le faltó aplaudir un golpe militar contra él en abril). Pero los americanos dan mucha ayuda militar a Colombia. Y el terrorismo es un tema sobre el cual no aceptarán ambivalencia de parte de Chávez.
Traducción: Jessica Rosenberg