¿DIÁLOGO?
Los acontecimientos que estamos viviendo día a día en Venezuela son tan y tan dinámicos que ya no sé cuál “alerta” mandar. Entre ayer y hoy por la mañana me inspiré para escribir SIETE ALERTAS. Al ver cómo “protestaba” la oposición en la autopista del Este -- dando brincos, bailando salsa y el “aserjé” y practicando aeróbic -- me dije que ese sería el tema de hoy lunes. Luego salió el Sr. Chávez desde Brasilia y pensé que era más importante que los brincos. Cuando oí a nuestro gobernador -- Enrique Mendoza -- decir que como no le quisieron “pará” a las 2 millones de firmas, en menos de lo que cante un gallo recogerán ahora 4 millones, supuse que había que escribir algo al respecto… cuando reviso el correo me encuentro con una señora que escribe en uno de los tantos foros alegando que está total y absolutamente de acuerdo con Robert Alonso, pero Robert Alonso, es decir: yo, no está de acuerdo para nada con lo que la señora escribe, pensé que sería un buen tema para un “alerta”. Reviso más adelante mi correo y me topo con una amiga que quiere que le digan qué se estaba celebrando el fin de semana en la autopista y supuse que había que responderle públicamente por medio de un “alerta”. Antes de acostarme hice el último esfuerzo para ver el programa de Nitu Pérez Osuna con Marcel Granier, y pensé que lo que allí se dijo ameritaba el “alerta” del lunes… y hoy lunes me levanto y lo primero que me encuentro es una carta pública del Dr. Eduardo -- “El Tigre” -- Fernández, explicándole al pueblo de Venezuela el porqué de su “diálogo” con el Sr. Chávez.
Lamentablemente para mí el día solo tiene 24 horas y en ese lapso tengo que dormir un poco, ir al baño y comer. ¡Hay tanto que alertar!
Pepín Rivero, propietario del “Diario de La Marina en Cuba” (uno de los periódicos más prestigiosos de la América hispana) tuvo la inmensa suerte en su vida de no vivir el CASTRO-COMUNISMO en esa tierra que él quiso tanto y a la cual le dio tanto. En sus memorias dejó un pensamiento que no me he cansado de divulgar desde que ya hombre decidí tomar el camino de la lucha contra el CASTRO-COMUNISMO INTERNACIONAL: “transigir con un comunista es mil veces peor que transigir con un ladrón, sin que con esto quiera yo ofender a los ladrones…”
Dicen que en política no hay muertos, sin embargo, la carta que enviara y divulgara el Dr. Fernández es para mí, lo más parecido a una “nota suicida política”. En ella trata de justificar -- antes de meterse el tiro en la sien -- su intento al “diálogo” con el Sr. Chávez, un comunista confeso que ha tenido la grandeza y la caballerosidad de no engañar a nadie y mucho menos al Dr. Fernández, quien es un gallo jugado en mil galleras. Debe darse el Dr. Fernández con un canto en los dientes, porque su suicidio fue político y no físico… muchos de los que en un pasado le aceptaron el diálogo a Castro terminaron metiéndose el tiro de verdad verdad y hoy no lo recuerdan ni en sus respectivas casas.
En efecto, a mediados del año de Nuestro Señor de 1978 (hace un cuarto de siglo y 20 años después del triunfo de la revolución cubana), a Castro se le ocurrió una idea genial: un diálogo con la “comunidad cubana en el exterior”. Hasta ese día los cubanos exiliados éramos unos “gusanos”-- el equivalente al “escuálido” del Sr. Chávez --, apelativo que aprendimos a llevar con mucho orgullo quienes nos oponíamos a la ignominia castro-comunista en Cuba.
No fueron pocos los “eduardos fernández” que por una razón u otra cayeron en la tentación de “dialogar” con la Bestia del Caribe, despreciando el certero pensamiento de nuestro Pepín Rivero y repudiando lo que les decían sus propias conciencias. En Venezuela el líder de ese “diálogo” fue un cubano muy respetable, como respetable es en Venezuela – y lo digo en serio, sin ironía – el Dr. Eduardo Fernández. Entonces, el llamado al “diálogo” de Castro produjo cualquier cantidad de fricción fraticida. Hubo el cubano ingenuo que atendió el llamado “sincero” de Castro, pero hubo muchos que se frotaron las manos y ya veían instaladas en la Cuba comunista sus cadenas de automercados y a todos los cubanos consumiendo sus refrescos.
¿Qué buscaba Castro con aquella maniobra? Muchas cosas, aunque ninguna era buena… para nosotros, los “gusanos”. En primer lugar: división. ¡Más división! En segundo lugar: dólares. ¡Más dólares!. Se abrieron las puertas de la isla a los cubanos de la “comunidad” (como entonces se nos llamaba para abreviar), quienes éramos tratados en Cuba – ahora sí – como cubanos de primera categoría, casi (no tanto) como los turistas son tratados hoy en ese “mar de felicidad” que en nuestra patria encontró el Sr. Chávez.
Para mayor indignación, Castro incluyó en el “diálogo” el tema de la libertad de nuestros presos políticos y ese fue su mayor error pues puso fin – gracias a la intervención de esos mismos presos sobres los cuales él quería “dialogar” -- a la campaña de infamia diseñada maléficamente por el tirano más aberrante que ha parido tierra alguna.
Lo que ustedes están a punto de leer a continuación estoy seguro que les llegará al rincón más profundo y menos ejercitado de vuestros corazones. No existe en la historia de los pueblos (al menos en la historia de Cuba) un manifiesto cargado de mayor dignidad y valentía. Cuando terminen de leerlo entenderán la razón por la cual me siento tan, pero tan cubano… a pesar de haber llegado a esta patria tan pero tan linda -- que es Venezuela -- a la muy temprana edad de once años, por la cual estoy también dispuesto a dar la vida.
Quítenle los nombres, cámbienle la fecha… hagan con este manifiesto lo que ustedes quieran y verán la vigencia que tiene. No se molesten en contestarle al Dr. Fernández su “carta justificativa”, nuestros presos cubanos – que ahora también son de ustedes -- ya lo hicieron hace veinticinco años.
Manifiesto de los Prisioneros Políticos
Al Pueblo Cubano de la Isla y en el Exilio Y a la Opinión Pública Mundial
Nosotros, los abajo firmantes, los prisioneros políticos que hemos resistido con firmeza, durante casi veinte años, los malos tratos del más represivo sistema penitenciario de América, sabedores de que formamos parte de una interminable hilera de mártires que nos precedieron, habiendo sido informados de que la posibilidad de nuestra liberación se está usando como una artera maniobra que podría implicar seriamente a los exiliados y que podría afectarnos directamente a nosotros, declaramos por el presente documento en esta memorable fecha, de manera clara y precisa, nuestra posición:
Primero: Abogamos por la libertad de todos los prisioneros políticos sin excepción y por la reunificación de las familias cubanas. Esto requiere solamente que a) se den las órdenes oportunas para que se abran las puertas de todas las cárceles políticas de Cuba a fin de que los hombres y las mujeres que tanto han sufrido queden en libertad y puedan reunirse de nuevo con sus familias; b) se permita a los cubanos que residen en tierra cubana o en otros países salir de Cuba o entrar en ella, tal como han venido solicitando o puedan pedir en el futuro, para que puedan unirse temporal o definitivamente con sus familias.
Ninguna de dichas medidas requiere diálogo alguno. Que el gobierno de Castro actúe haciendo lo más oportuno si desea realmente rectificar su actual política de dispersión de la familia cubana. Los que han llevado el dolor y el odio a los hogares cubanos, que han divididos y mantenido divididos a los miembros de la familia cubana, carecen de categoría moral para concitar un diálogo.
Segundo: Rechazamos el diálogo entre el gobierno de Castro y los llamados representantes de los cubanos en el exilio; diálogo que, teniendo en cuenta nuestra experiencia de horrores y malos tratos, y la característica mala fe con que suele proceder el régimen, no es más que una farsa montada por el señor Castro para engañar al pueblo cubano y al mundo. A la comunidad cubana en el exilio se le está desorientando y dividiendo mediante vacías palabras de paz y conciliación mientras, en realidad, se hacen sutiles esfuerzos para provocar antagonismos entre los exiliados cubanos que, al no poder vivir bajo las despóticas condiciones que reinan en su país, han encontrado refugio y establecido sus hogares en otras tierras.
Tercero: Rechazamos cualquier forma de diálogo o acuerdo en virtud del cual se nos conceda la libertad en condiciones preestablecidas. Nadie, ningún grupo o persona de la comunidad cubana de exiliados está autorizado para negociar nuestra libertad con el gobierno de Castro a cambio de concesiones por nuestra parte. Nuestra libertad debe ser incondicional; lo que es conforme a nuestra postura histórica estoicamente mantenida. Así nadie podrá pretender que nuestra liberación, cuando tenga lugar, es un logro suyo.
Cuarto: Si Castro y su gobierno creen que es poco el precio pagado por los prisioneros políticos con su saldo de mártires, inválidos, enloquecidos y mutilados, con sus heroicas mujeres, envejecidas en la cárcel, pero firmes aún en sus principios frente a las palizas y al largo confinamiento; si creen que la inmensa suma de sufrimientos y dolores humanos padecidos durante sus años de presidio han sido pequeños, que hagan lo que quieran. Estamos decididos a conservar nuestra moral para poder mantenernos firmes y resueltos contra la tiranía, tal como hemos hecho durante los últimos veinte años.
No negociamos nuestra libertad porque nuestros principios no son negociables...
Estas palabras definen nuestra postura de modo claro e inequívoco. Adjuntamos --- aparte --- nuestras firmas, apoyadas por todos los años de sufrimiento que nuestro amor a Cuba ha exigido a nuestras vidas.
Cárcel de La Habana del Este, 10 de octubre de 1978
El Hatillo a los 27 días del mes de enero del año 2003 (pongo la fecha para que después no digan…)
Robert Alonso robertalonso@cantv.net
“TIRAJE ELECTRÓNICO” DEL “ALERTA” DE HOY: 15.483
¡Dímelo cantando! Si haces “clic” sobre mi bandera, te diré cantando cómo creo yo que tendremos que salir YA del régimen CASTRO-COMUNISTA del Sr. Chávez antes de que se nos haga virtualmente imposible:
El cubano digno que enfrenta al régimen del Sr. Chávez, tiene doble responsabilidad porque lucha por la libertad de dos naciones, Cuba y Venezuela.
Para que subsista la “Revolución Cubana” tiene que subsistir la “Revolución Bolivariana”
Fidel Castro
Lo bueno que tiene esto, es lo malo que se está poniendo…
“…me engañaste una vez, la culpa es tuya; me engañaste otra vez, ¡la culpa es mía!”
“…yo te lo advertí con tiempo, y no me quisiste creer y ayer te vi en el exilio, hablando mal de Fidel. Qué cosas tiene la vida, ¡cómo hay que vivir por ver!”
CHÁVEZ ES DERROTABLE, “¡NI UN EXILIO MÁS!”
“Transigir con un comunista es mil veces peor que transigir con un ladrón, sin que con esto quiera yo ofender a los ladrones…”
Pepín Rivero
“Qui desiderat pacem, praeparet bellum”
A partir de hoy, cualquier día es bueno para morir por Venezuela, solo necesitamos un líder que nos diga cuándo y cómo…
“… la libertad no se mendiga: ¡Se obtiene con el filo del machete!” (Antonio Maceo y Grajales)
“Después de tanto nadar, podríamos morir en la orilla…”
¡Fuego a la lata hasta que suelte el fondo!
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Como venezolano y parte del pueblo de Venezuela, me acojo al Artículo 349 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el cual textualmente reza:
Artículo 349. El pueblo de Venezuela fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticas o menoscabe los derechos humanos.