Adamant: Hardest metal
Sunday, January 5, 2003

Al menos dos muertos

Al menos dos personas murieron y más de 20 resultaron heridas el viernes en Venezuela por choques violentos, que incluyeron tiroteos, entre partidarios y opositores del presidente Hugo Chávez, en el día 33 de un paro general contra el gobierno.

La confusa balacera ocurrió durante manifestaciones de ambas partes en los alrededores de la base militar Fuerte Tiuna, en el suroeste de Caracas, en medio de una ráfaga de gases lacrimógenos y perdigones lanzados por policías y tropas para separar las protestas contrarias.

El secretario de salud de la Alcaldía Metropolitana de Caracas, Pedro Aristimuño, informó que durante la noche murieron dos hombres de los seis heridos de bala, cuando eran intervenidos en un hospital.

Además de esos heridos, el comandante de los bomberos de Caracas, Rodolfo Briceño, dijo a Reuters que se registró uno por perdigones; otros 20 con contusiones, especialmente por piedras; y 75 que sufrieron los efectos de los gases.

El viernes por la tarde hubo escenas de pánico cuando tanto los manifestantes como los efectivos de seguridad se arrojaron al piso para protegerse de los disparos que atacaron a las personas congregadas en la Avenida Los Ilustres, cercana al Fuerte Tiuna y hasta donde pudo avanzar la marcha opositora, llamada "La Gran Batalla".

"Estamos tirados en el piso, están disparando. No sé de dónde vienen los tiros", dijo una reportera de Reuters en el sitio. Agregó que ambos bandos se lanzaban piedras, palos y fuegos artificiales.

El origen de los disparos no fue identificado de inmediato por las fuerzas del orden. Los testigos dijeron que vieron personas de ambos lados sacando armas después que comenzaron los tiros.

Los enfrentamientos comenzaron cuando cientos de simpatizantes de Chávez colocaron barricadas para impedir el paso de los miles de opositores, que se empeñaron en no abandonar la marcha y rompieron una barrera policial.

Venezuela, quinto exportador mundial de crudo, enfrenta una aguda crisis política en medio de un paro que ha casi detenido las actividades de la vital industria petrolera y exaltado los ánimos en las calles desde su inicio el 2 de diciembre.

El paro petrolero ha generado la pérdida de millones de dólares en ingresos y llevado al gobierno a reducir a la mitad sus estimaciones de crecimiento económico para el 2003 y plantear un recorte de entre 3,0 y 9,0 por ciento en el gasto público, dijo a Reuters el Ministro de Finanzas, Tobías Nóbrega.

SI ME OBLIGAN, ESTADO DE EXCEPCION: CHAVEZ En medio de los choques, Chávez dijo el viernes que si se viera forzado declararía un estado de excepción, que implica la suspensión de algunas garantías constitucionales, pero agregó que de momento no hay condiciones para ello.

"Estoy obligado a proteger el pueblo; yo estoy obligado a proteger el orden público, obligado a proteger la seguridad, la soberanía y la defensa del país, así que si me obligan pues yo tendré que hacerlo", dijo en el palacio presidencial.

Las protestas de ambos bandos, radicalmente polarizados en torno al teniente coronel retirado que asumió el poder hace casi cuatro años, se han vuelto cotidianas en Venezuela.

"No tenemos miedo, no tenemos miedo", gritaban los opositores que marchaban entre las nubes de gas exigiendo la libertad del general disidente Carlos Alfonso Martínez, quien fue detenido el lunes y sigue bajo custodia militar a pesar de que un tribunal ordenó su liberación.

El general no comanda tropas y es acusado de participar en el alzamiento contra Chávez en abril. Integra un grupo de oficiales que el 22 de octubre se declaró en "desobediencia" y llamó a sus compañeros de armas a desconocer al gobierno.

El "chavismo", por su parte, se congregó también en las cercanías del Fuerte Tiuna para apoyar al gobierno y pedir cárcel a los "golpistas", entre los cuales incluyen a algunos militares, líderes opositores que llamaron a la desobediencia tributaria y a trabajadores de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) que se sumaron al paro.

"Ellos arruinaron mi futuro pero el futuro de mis hijos no se lo van a robar, eso es un golpe petrolero", dijo el comerciante informal Angel Navarro, de 42 años, uno de los cientos de "chavistas" que se congregó en el lugar.

La medida de fuerza ha perdido vigor entre el sector comercial e industrial, pero ha sido sostenida por los trabajadores petroleros, a quienes Chávez llama saboteadores.

Los promotores del paro --empresarios, sindicalistas, dirigentes políticos y organizaciones civiles-- reiteraron el viernes que no lo levantarán hasta lograr su objetivo: la renuncia de Chávez y el adelanto de elecciones.

"Resistiremos hasta el final", dijo Carlos Ortega, presidente de la poderosa organización sindical opositora, Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), tras condenar los hechos de violencia de los que culpó al gobierno.

La oposición acusa a Chávez de haber sembrado el odio social entre los 23 millones de venezolanos con sus mensajes de corte izquierdista, de querer instalar un sistema socialista como el cubano, así como de llevar la economía a la ruina.

Ana Isabel Martínez Reuters 3 de Enero de 2003

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