Adamant: Hardest metal
Monday, December 9, 2002

LA SOCIEDAD VENEZOLANA DE PSIQUIATRIA A LA NACIÓN

"No queda tiempo" En hora aciaga para Venezuela una vez más los psiquiatras venezolanos elevamos nuestras voces ante el país y ante el mundo. Doloroso es recordar tan solo dos frases de tantas que hemos dicho durante el último año: "Sentimos que aceleradamente a la nación se le descomponen todos sus valores , sus instituciones , su identidad, su calidad de vida y sus esperanzas" y, " miramos con pesarosa impotencia como la desmesura, la sinrazón y las incongruencias que se desprenden desde el punto más alto y ductor del país le han quebrantado la lógica a la nación, en absurdo intento por obligarla a ser, lo que no ha sido, lo que no es y lo que no quiere ser". Hoy, cada minuto cuenta y se agota el tiempo para más consideraciones, cuando nuestros ojos llorosos ya miran a una Venezuela bañada en mentiras, en indiferencia, en odio y en sangre. El reiterado discurso, los persistentes mensajes y la obcecada actitud de llamados al enfrentamiento entre venezolanos cristaliza en la terrible situación que vivimos y en el espantoso y violento escenario que parece aguardarnos. Las severas patologías personales han contaminado e influido a las pasiones y conductas colectivas y su desborde se lleva inaceptablemente vidas de niños, de jóvenes, de hombres, de mujeres y de ancianos que el país necesitaba para incorporarlos al progreso. Los psiquiatras de este país, como venezolanos y como médicos, éticamente obligados por los enormes estragos que esta situación está causando en la población ya exhausta, exige a las instancias de gobierno cumplir con la Constitución Nacional, dejar de ser tolda política, silenciar su lenguaje instigador y abrir los sentidos a la sinceridad y a la mesura, condiciones indispensables para revertir esta infausta e injusta coyuntura que ahoga en desesperación y en dolor a nuestro sano y generoso pueblo, recordando que ninguna ambición de poder justifica el desmembramiento de una nación. Ante la imperdonable e irremediable indiferencia de las instancias nacionales, una última e ineludible palabra a las instancias internacionales para que también asuman con la inmediatez que la gravedad del escenario impone, su obligación inexcusable de interceder a favor de una nación que ya tiene suficientes heridas y vidas perdidas, que quien sabe cuantos años le llevará sanar.

Caracas, 7 de Diciembre de 2002. Por la Sociedad Venezolana de Psiquiatría Dr. Robert J. Lespinasse Zuloaga Presidente C.I. 3.230.701.

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