Adamant: Hardest metal
Friday, January 31, 2003

El capital cultural de PDVSA

Los momentos que confrontamos actualmente son de profunda crisis social, que afecta a los cimientos mismos de la sociedad venezolana, en sus diferentes niveles: valores, organización social, institucional y sobre todo la base económica. Precisamente es la economía, el fundamento esencial de toda organización social, si en algo tuvo razón Marx fue en señalar la determinación económica en la conformación de cualquier modelo social, en Venezuela es Petróleos de Venezuela (PDVSA) la empresa líder que define y marca la pauta del desarrollo económico del país. Al esta, declararse en paro cívico, compromete a toda la economía y al país mismo, hecho por demás relevante, importantísimo en la dinámica social. Ante tales circunstancia el Poder Ejecutivo se ha mostrado imperturbable, al negarse a atender la solicitud de una parte significativa del pueblo venezolano: ir a elecciones en un corto o mediano plazo. El gobierno tomó su posición y se mantiene en ella, cueste lo que cueste, a nivel económico, social o político. No importa que pasemos hambre, necesidad, desnudez, nada, así lo ha expresado el señor Presidente. En este contexto se ha propuesto “reformular” a PDVSA, en medio de esta crisis; con una premisa básica: sustituir a la mayoría de los cuadros gerenciales, llamados “nomina mayor” de dicha empresa, sin valorar las consecuencias y la posibilidad real de hacerlo, lesionando la esencia misma de PDVSA y de Venezuela. Partamos de que toda empresa es, producto de su Recurso Humano, del capital humano que la ha construido. Solo el hombre es el factor productivo indispensable e insustituible en cualquier proceso productivo, se puede poseer una tecnología de punta, la de mejor calidad y si no tienes el individuo capacitado para accionarla con eficiencia o eficacia, solo será un bien en propiedad, pero sin apropiación específica, es decir, podemos decir esto es mío y aquí lo tengo, pero no lo puedo utilizar, no lo puedo consumir. El capital cultural es una categoría del eminente científico social francés, Pierre Bourdieu, (fallecido hace un año), en su teoría concibe a la sociedad como un gran espacio social, donde coexisten diferentes campos sociales con una independencia relativa uno de otro; basa su concepción social en el principio de dominación, donde su ejercicio impone la diferencia social, como efecto de la posesión de diferentes capitales. Cuando se habla de capital, generalmente se asocia a recursos económicos, pero Bourdieu no lo restringe solo a ese dominio, sino que lo extiende y distingue cuatro tipos de capital: el económico, el cultural, el social y el simbólico. La definición y aplicación de sus categorías en su concepción social (estructuralismo genético o estructuralismo crítico) es realmente magistral, el estudio de dicho autor es apasionante y convincente, en razón de que cada una de sus categorías las demostró y aplicó en la práctica de sus investigaciones que fueron cuantiosas. En esta oportunidad deseo referirme al “Capital Cultural”: Está constituido por el conjunto de calificaciones intelectuales, que posee un individuo, sean éstas producto de la escolaridad particular y/o transmitida en su experiencia de vida, concibe este capital bajo tres formas de existencia: en estadio incorporado, en estadio objetivado y en estadio institucionalizado. Capital cultural en el estadio incorporado, es una disposición durable del individuo, supone un trabajo de inculcación y de acumulación particular, que no lo puede delegar en otro, es un capital obtenido por él mismo, inherente a él, por ejemplo los conocimientos adquiridos; “el capital cultural es un poder hecho ser, una propiedad hecha cuerpo, que pasa a ser parte integrante de la persona”(1) El capital cultural en estadio objetivado, se refiere a la posesión de bienes culturales, por ejem. obras de arte valiosas, colección musical, monumentos; este estadio es transmisible en su materialidad, pero no en su apropiación específica (puedo heredar una colección valiosísima de pintura y ni siquiera entender el por qué de su valor). El capital cultural en estadio institucionalizado es el aspecto socialmente reconocido respaldado por las instituciones, por ejemplo los títulos escolares; es la objetivación del capital cultural, que adquiere una autonomía relativa con relación a su portador, por ejemplo, es el “reconocimiento” del poder simbólico, que un título posee. Ahora bien, PDVSA se crea como tal en Agosto de 1.976, como producto de la nacionalización petrolera. Antes de la nacionalización, el modelo de desarrollo de los Recursos Humanos en la misma, provenía de la casa matriz de las distintas empresas transnacionales, todo los lineamientos venían del exterior, en consecuencia se observaba una marcada división en el personal integrante de la industria, con base en la formación profesional y nivel educativo que estos poseían; por una parte los puestos Ejecutivos y de Dirección conformado por personal extranjero altamente calificado, por otra parte los puestos medios, deficientes en cuanto cantidad y calidad, en razón de que no existía el personal calificado en Venezuela, y los puestos de nivel operativo, formado por obreros con poca calificación que se adiestraban en el desempeño del trabajo. Siendo los dos últimos niveles, venezolanos en su gran mayoría. Después de la nacionalización de la Industria y con la creación de filiales, se tomó conciencia de la necesidad de unificar las políticas de PDVSA. “Posteriormente la casa matriz realizó un diagnóstico que identifica la necesidad de promulgar una filosofía y estrategia corporativa de desarrollo ejecutivo común, que unificara criterios entre las distintas filiales” (2). Con esta concepción nacen las reuniones de planificación funcional, comité interfilial multidisciplinario, que en materia de Recursos Humanos elaboran el “Programa de Desarrollo Ejecutivo”, el cual se planteó como eje un sistema de desarrollo del personal con potencial directivo (con un perfil de formación académica, de valores en relación a la empresa y a su proyecto de vida). Producto de la implantación de ese sistema, tenemos hoy, 26 años después, ese Recurso Humano calificado con criterios de acreditación a nivel transnacional con empresas petroleras. Entonces, el capital cultural de esa nómina, tanto mayor como media o menor, de PDVSA no se puede sustituir de la noche a la mañana, ni de una manera drástica, como se pretende hacer, porque la planificación de sucesión de personal en una empresa como la petrolera (y siendo PDVSA líder en el ramo) tiene que hacerse con base en la sucesión del conocimiento y planificadamente. Las acciones del ejecutivo en este sentido solo nos dejará la lontananza de lo que una vez fuimos, en una pradera desértica, posiblemente en manos de extranjeros musulmanes. (1) Pierre Bourdieu. “Les trois états du capital cultural”, en Actes de la recherche en sciences sociales. No. 30. París 1.979 (2) Arnesto y Ortiz. Nuevas tendencias en Planificación de sucesión de Personal: Planificación de sucesión del conocimiento en el sector petrolero venezolano. Caracas 2000

Elaborado por: Arelis Figueroa L. C.I. 3.971.691 Profesora Universitaria. Tlf. 6054731/4751 0416-7045951

Thursday, January 30, 2003

¡Que Viva Changó!

Ayer me invitaron a una reunión de santeros venezolanos donde se haría una sesión “de algo” para ayudar a tumbar a Chávez. Seguramente la invitación me llegó por aquello de que soy cubano y para los venezolanos no hay cubano que no le meta a “eso”. Fui más por la curiosidad que por otra cosa… pensando que tal vez se trataba de una “simple y llana conspiración”, me aventuré a cumplir con la cita.

Cuba siempre fue uno de los países más religiosos de América. Justamente, fue en la isla antillana donde se originó el sincretismo en el cual convergen el catolicismo y la religión de los orishas --- más comúnmente conocida como santería --- que tiene sus raíces ancestrales en la veneración y adoración de los dioses yorubas venidos del África con los esclavos. Me vino a la mente toda esta cuestión esotérica cuando noté que en un rincón de la sala de uno de los líderes de la oposición venezolana que me había invitado a la “reunión”, había un altar a Obatalá, una de las deidades más veneradas de la santería.

Cuando los españoles consideraron pertinente importar mandingos del África, los negros arribaron con sus creencias religiosas, como era de esperar. En un intento de los franciscanos por inculcarle a los negros la religión “verdadera”, supusieron pertinente prohibir las creencias autóctonas de los recién llegados esclavos. Todos sus altares fueron destruidos y negro que vieran con eso de ponerles calabazas a los santos era amarrado a un árbol y sometido al látigo de los castigos.

Como la fe es casi imposible de erradicar, incluso en un sistema tan opresor como el de la Cuba de hoy o de la colonia de ayer, a los negros se les ocurrió una idea genial que le dio paso a una especie de “corriente religiosa” a la que con el tiempo los entendidos le dieron el nombre de “sincretismo”.

Seguramente que en medio de la meditación teológica de aquel tiempo, algún mandingo intelectual llegó a la conclusión que lo importante no era la apariencia física de sus deidades, sino la veneración y el respeto que mostraran por ellas. Para no quedarse sin fiestas ni ritos, se pusieron de acuerdo bajo cuerda y suplantaron las imágenes africanas por las católicas y cuando los curas sacaban una estatuilla de Santa Bárbara, los negros sabían que debían sentir la presencia de Changó. Pronto los niños blancos cubanos comenzaron a ser arrullados por cantos religiosos en lucumí --- como se le llamaba a los negros yorubas en Cuba --- que ellos creían eran canciones de cuna y muchos amos blancos tuvieron que comprar enaguas amarillas a sus amantes mulatas seguidoras de Oshún.

En adición al interés de convertir a los negros al catolicismo, estaban los ritos africanos que para los españoles eran muy repugnantes. Además de las ofrendas, los dioses lucumíes “necesitan” sangre como alimento espiritual, la cual se les proporciona con las debidas ceremonias sacrificando sus animales favoritos. Todas estas “locuras” llevaron a la iglesia a prohibir finalmente que los negros practicaran su religión. ¿Qué hacer? ¿Perder el mayor tesoro, el más importante rasgo de identidad cultural, lo único que les quedaba de aquella tierra verde y agreste de la cual fueron sacados a punta de mosquete, donde dejaron atrás a sus seres más queridos y las noches despejadas llenas de relucientes estrellas? ¿Renunciar a los orishas ancestrales y seguir al dios de los católicos, un dios blanco que jamás baja a sus hijos, que hablaba en un idioma todavía más desconocido que el español, como el latín? Por otro lado, la más primitiva lógica asesoró a sus sacerdotes --- los “babalaos” --- quienes llegaron a la sana conclusión que ese dios debería de ser muy fuerte cuando sus hijos mandaban sobre ellos.

Los “babalaos” sacaron cuenta rápidamente. El cristianismo que a ellos les llegaba no era interpretado bajo una óptica de un dios único como una unidad monolítica, pues había vírgenes, ángeles, arcángeles y santos... y además, todos vivían en el Ilé --- palacio --- que Dios tiene en los cielos. El asunto no se presentaba tan diferente, bajo el punto de vista de los “babalaos” que de idiota no debieron haber tenido un solo ensortijado pelo. Había santos que, como los orishas, tenían atributos y poderes especiales y “puntuales”: San Pedro tenía, según los curas, las llaves del Ilé (del cielo); San Miguel era dueño de la espada que oprimía las revueltas de los insurgentes que se alzaban en contra del imperio español; San Lázaro, el poder de curar... y así todos y cada uno de ellos, según los propios sacerdotes franciscanos, tenían sus “poderes”, por lo que no era muy recomendable enfurecerlos ni contrariarlos. De manera que no fue ni tan difícil seguir viendo a los orishas bajo los ropajes de los santos católicos e incorporar sus imágenes a los altares lucumíes. Changó fue “encarnado” por Santa Bárbara, Obatalá por Nuestra Señora de la Merced, Oshún por Nuestra Señora de la Caridad del Cobre (patrona de Cuba), Yemayá por Nuestra Señora de Regla, Eleguá por el Santo Niño de Atocha... y así sucesivamente.

Cuando Fidel se apoderó de Cuba, le dio una patada por el trasero a todos y cada uno de los grandes “babalaos” de la isla. Todos ellos, entre otras “actividades”, vivían de “hacerles trabajos” a enemigos de sus clientes. Si una mujer le estaba “jurungando” el marido a una “cliente”, el “babalao” le preparaba a la intrusa un trabajo que la alejaba del “inocente” marido... e incluso, los “paleros”, que son unos “babalaos” que trabajan con la “magia negra”, podían lograr --- supuestamente --- la muerte de la persona sobre la cual recaería “el trabajo”. Pues bien, Fidel los mandó a todos pal’ exilio, por decir lo menos. Unos fueron a parar a Puerto Rico, otros a Miami, Nueva York, New Jersey... y Venezuela. Todos los “babalaos” juntos, con sus poderosos poderes obtenidos de los orishas no pudieron con Castro. Hay quienes aseguran --- puro cuento --- que Fidel tiene un “resguardo” muy fuerte y no le entra ni el “coquito” de los santos. De todas formas, los sacerdotes de la santería terminaron dándole gracias al “Máximo Líder”, porque en el exilio se hicieron millonarios... y en dólares, o bolívares, que para la época era tan bueno como los primeros. Hoy en día la santería es la religión que más se ha extendido en América. Se estima que 100 millones de personas se guían actualmente por los santos. En el Norte, desde Nueva York hasta Miami; en el área del Caribe, en Cuba, Puerto Rico, Panamá y muchas de las islas; hacia el Sur, en Venezuela, Colombia, Brasil, Paraguay, Uruguay y Argentina. El gran éxito expansionista de la fe se le debe, en gran parte, a la “Revolución” cubana que llenó de “babalaos” a los países vecinos que vivían en libertad de culto.

Por cierto que Castro jamás creyó en nada de eso. Tal vez sea uno de los pocos cubanos que no cree ni en la cábala, aunque una vez le dijo al sacerdote Frei Beto: “Nací en 1926, tenía veintiséis años cuando comencé la lucha armada, asalté al cuartel un 26 y nací el día 13, cuyo duplo es veintiséis. Ahora que pienso en ello, quizá exista algo místico en el número veintiséis...”

¡Aché pa’usté!

Sin mayores comentarios, por ahora,

Robert Alonso robertalonso2003@cantv.net

¿DIÁLOGO?

Los acontecimientos que estamos viviendo día a día en Venezuela son tan y tan dinámicos que ya no sé cuál “alerta” mandar. Entre ayer y hoy por la mañana me inspiré para escribir SIETE ALERTAS. Al ver cómo “protestaba” la oposición en la autopista del Este -- dando brincos, bailando salsa y el “aserjé” y practicando aeróbic -- me dije que ese sería el tema de hoy lunes. Luego salió el Sr. Chávez desde Brasilia y pensé que era más importante que los brincos. Cuando oí a nuestro gobernador -- Enrique Mendoza -- decir que como no le quisieron “pará” a las 2 millones de firmas, en menos de lo que cante un gallo recogerán ahora 4 millones, supuse que había que escribir algo al respecto… cuando reviso el correo me encuentro con una señora que escribe en uno de los tantos foros alegando que está total y absolutamente de acuerdo con Robert Alonso, pero Robert Alonso, es decir: yo, no está de acuerdo para nada con lo que la señora escribe, pensé que sería un buen tema para un “alerta”. Reviso más adelante mi correo y me topo con una amiga que quiere que le digan qué se estaba celebrando el fin de semana en la autopista y supuse que había que responderle públicamente por medio de un “alerta”. Antes de acostarme hice el último esfuerzo para ver el programa de Nitu Pérez Osuna con Marcel Granier, y pensé que lo que allí se dijo ameritaba el “alerta” del lunes… y hoy lunes me levanto y lo primero que me encuentro es una carta pública del Dr. Eduardo -- “El Tigre” -- Fernández, explicándole al pueblo de Venezuela el porqué de su “diálogo” con el Sr. Chávez.

Lamentablemente para mí el día solo tiene 24 horas y en ese lapso tengo que dormir un poco, ir al baño y comer. ¡Hay tanto que alertar!

Pepín Rivero, propietario del “Diario de La Marina en Cuba” (uno de los periódicos más prestigiosos de la América hispana) tuvo la inmensa suerte en su vida de no vivir el CASTRO-COMUNISMO en esa tierra que él quiso tanto y a la cual le dio tanto. En sus memorias dejó un pensamiento que no me he cansado de divulgar desde que ya hombre decidí tomar el camino de la lucha contra el CASTRO-COMUNISMO INTERNACIONAL: “transigir con un comunista es mil veces peor que transigir con un ladrón, sin que con esto quiera yo ofender a los ladrones…”

Dicen que en política no hay muertos, sin embargo, la carta que enviara y divulgara el Dr. Fernández es para mí, lo más parecido a una “nota suicida política”. En ella trata de justificar -- antes de meterse el tiro en la sien -- su intento al “diálogo” con el Sr. Chávez, un comunista confeso que ha tenido la grandeza y la caballerosidad de no engañar a nadie y mucho menos al Dr. Fernández, quien es un gallo jugado en mil galleras. Debe darse el Dr. Fernández con un canto en los dientes, porque su suicidio fue político y no físico… muchos de los que en un pasado le aceptaron el diálogo a Castro terminaron metiéndose el tiro de verdad verdad y hoy no lo recuerdan ni en sus respectivas casas.

En efecto, a mediados del año de Nuestro Señor de 1978 (hace un cuarto de siglo y 20 años después del triunfo de la revolución cubana), a Castro se le ocurrió una idea genial: un diálogo con la “comunidad cubana en el exterior”. Hasta ese día los cubanos exiliados éramos unos “gusanos”-- el equivalente al “escuálido” del Sr. Chávez --, apelativo que aprendimos a llevar con mucho orgullo quienes nos oponíamos a la ignominia castro-comunista en Cuba.

No fueron pocos los “eduardos fernández” que por una razón u otra cayeron en la tentación de “dialogar” con la Bestia del Caribe, despreciando el certero pensamiento de nuestro Pepín Rivero y repudiando lo que les decían sus propias conciencias. En Venezuela el líder de ese “diálogo” fue un cubano muy respetable, como respetable es en Venezuela – y lo digo en serio, sin ironía – el Dr. Eduardo Fernández. Entonces, el llamado al “diálogo” de Castro produjo cualquier cantidad de fricción fraticida. Hubo el cubano ingenuo que atendió el llamado “sincero” de Castro, pero hubo muchos que se frotaron las manos y ya veían instaladas en la Cuba comunista sus cadenas de automercados y a todos los cubanos consumiendo sus refrescos.

¿Qué buscaba Castro con aquella maniobra? Muchas cosas, aunque ninguna era buena… para nosotros, los “gusanos”. En primer lugar: división. ¡Más división! En segundo lugar: dólares. ¡Más dólares!. Se abrieron las puertas de la isla a los cubanos de la “comunidad” (como entonces se nos llamaba para abreviar), quienes éramos tratados en Cuba – ahora sí – como cubanos de primera categoría, casi (no tanto) como los turistas son tratados hoy en ese “mar de felicidad” que en nuestra patria encontró el Sr. Chávez.

Para mayor indignación, Castro incluyó en el “diálogo” el tema de la libertad de nuestros presos políticos y ese fue su mayor error pues puso fin – gracias a la intervención de esos mismos presos sobres los cuales él quería “dialogar” -- a la campaña de infamia diseñada maléficamente por el tirano más aberrante que ha parido tierra alguna.

Lo que ustedes están a punto de leer a continuación estoy seguro que les llegará al rincón más profundo y menos ejercitado de vuestros corazones. No existe en la historia de los pueblos (al menos en la historia de Cuba) un manifiesto cargado de mayor dignidad y valentía. Cuando terminen de leerlo entenderán la razón por la cual me siento tan, pero tan cubano… a pesar de haber llegado a esta patria tan pero tan linda -- que es Venezuela -- a la muy temprana edad de once años, por la cual estoy también dispuesto a dar la vida.

Quítenle los nombres, cámbienle la fecha… hagan con este manifiesto lo que ustedes quieran y verán la vigencia que tiene. No se molesten en contestarle al Dr. Fernández su “carta justificativa”, nuestros presos cubanos – que ahora también son de ustedes -- ya lo hicieron hace veinticinco años.

Manifiesto de los Prisioneros Políticos

Al Pueblo Cubano de la Isla y en el Exilio Y a la Opinión Pública Mundial

Nosotros, los abajo firmantes, los prisioneros políticos que hemos resistido con firmeza, durante casi veinte años, los malos tratos del más represivo sistema penitenciario de América, sabedores de que formamos parte de una interminable hilera de mártires que nos precedieron, habiendo sido informados de que la posibilidad de nuestra liberación se está usando como una artera maniobra que podría implicar seriamente a los exiliados y que podría afectarnos directamente a nosotros, declaramos por el presente documento en esta memorable fecha, de manera clara y precisa, nuestra posición:

Primero: Abogamos por la libertad de todos los prisioneros políticos sin excepción y por la reunificación de las familias cubanas. Esto requiere solamente que a) se den las órdenes oportunas para que se abran las puertas de todas las cárceles políticas de Cuba a fin de que los hombres y las mujeres que tanto han sufrido queden en libertad y puedan reunirse de nuevo con sus familias; b) se permita a los cubanos que residen en tierra cubana o en otros países salir de Cuba o entrar en ella, tal como han venido solicitando o puedan pedir en el futuro, para que puedan unirse temporal o definitivamente con sus familias.

Ninguna de dichas medidas requiere diálogo alguno. Que el gobierno de Castro actúe haciendo lo más oportuno si desea realmente rectificar su actual política de dispersión de la familia cubana. Los que han llevado el dolor y el odio a los hogares cubanos, que han divididos y mantenido divididos a los miembros de la familia cubana, carecen de categoría moral para concitar un diálogo.

Segundo: Rechazamos el diálogo entre el gobierno de Castro y los llamados representantes de los cubanos en el exilio; diálogo que, teniendo en cuenta nuestra experiencia de horrores y malos tratos, y la característica mala fe con que suele proceder el régimen, no es más que una farsa montada por el señor Castro para engañar al pueblo cubano y al mundo. A la comunidad cubana en el exilio se le está desorientando y dividiendo mediante vacías palabras de paz y conciliación mientras, en realidad, se hacen sutiles esfuerzos para provocar antagonismos entre los exiliados cubanos que, al no poder vivir bajo las despóticas condiciones que reinan en su país, han encontrado refugio y establecido sus hogares en otras tierras.

Tercero: Rechazamos cualquier forma de diálogo o acuerdo en virtud del cual se nos conceda la libertad en condiciones preestablecidas. Nadie, ningún grupo o persona de la comunidad cubana de exiliados está autorizado para negociar nuestra libertad con el gobierno de Castro a cambio de concesiones por nuestra parte. Nuestra libertad debe ser incondicional; lo que es conforme a nuestra postura histórica estoicamente mantenida. Así nadie podrá pretender que nuestra liberación, cuando tenga lugar, es un logro suyo.

Cuarto: Si Castro y su gobierno creen que es poco el precio pagado por los prisioneros políticos con su saldo de mártires, inválidos, enloquecidos y mutilados, con sus heroicas mujeres, envejecidas en la cárcel, pero firmes aún en sus principios frente a las palizas y al largo confinamiento; si creen que la inmensa suma de sufrimientos y dolores humanos padecidos durante sus años de presidio han sido pequeños, que hagan lo que quieran. Estamos decididos a conservar nuestra moral para poder mantenernos firmes y resueltos contra la tiranía, tal como hemos hecho durante los últimos veinte años.

No negociamos nuestra libertad porque nuestros principios no son negociables...

     Estas palabras definen nuestra postura de modo claro e inequívoco.  Adjuntamos --- aparte --- nuestras firmas, apoyadas por todos los años de sufrimiento que nuestro amor a Cuba ha exigido a nuestras vidas.

     Cárcel de La Habana del Este, 10 de octubre de 1978

El Hatillo a los 27 días del mes de enero del año 2003 (pongo la fecha para que después no digan…)

Robert Alonso robertalonso@cantv.net

“TIRAJE ELECTRÓNICO” DEL “ALERTA” DE HOY: 15.483

¡Dímelo cantando! Si haces “clic” sobre mi bandera, te diré cantando cómo creo yo que tendremos que salir YA del régimen CASTRO-COMUNISTA del Sr. Chávez antes de que se nos haga virtualmente imposible:

www.juanperez.com

El cubano digno que enfrenta al régimen del Sr. Chávez, tiene doble responsabilidad porque lucha por la libertad de dos naciones, Cuba y Venezuela.

Para que subsista la “Revolución Cubana” tiene que subsistir la “Revolución Bolivariana”

                                                                                  Fidel Castro

Lo bueno que tiene esto, es lo malo que se está poniendo…

“…me engañaste una vez, la culpa es tuya; me engañaste otra vez, ¡la culpa es mía!”

“…yo te lo advertí con tiempo, y no me quisiste creer y ayer te vi en el exilio, hablando mal de Fidel. Qué cosas tiene la vida, ¡cómo hay que vivir por ver!”

CHÁVEZ ES DERROTABLE, “¡NI UN EXILIO MÁS!”

“Transigir con un comunista es mil veces peor que transigir con un ladrón, sin que con esto quiera yo ofender a los ladrones…”

                                               Pepín Rivero

“Qui desiderat pacem, praeparet bellum”

A partir de hoy, cualquier día es bueno para morir por Venezuela, solo necesitamos un líder que nos diga cuándo y cómo…

“… la libertad no se mendiga: ¡Se obtiene con el filo del machete!” (Antonio Maceo y Grajales)

“Después de tanto nadar, podríamos morir en la orilla…”

¡Fuego a la lata hasta que suelte el fondo!

Visite nuestra página de alertas: www.geocities.com/alertasderobertalonso

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      Trate de enviar sus comentarios a nuestro buzón de CANTV (robertalonso2003@cantv.net)

      Robert Alonso autoriza el uso, “rebote”, impresión o publicación de este “alerta

Como venezolano y parte del pueblo de Venezuela, me acojo al Artículo 349 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el cual textualmente reza:

Artículo 349. El pueblo de Venezuela fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticas o menoscabe los derechos humanos.

Chavéz's bizarre behavior mirrors Venezuela's chaotic state

www.uexpress.com Georgie Anne Geyer

NEW YORK -- It has been my sage observation over some 30 years of interviewing world leaders that the press usually attack them. The journalists are the questioners and complainers, not the other way around.

But when Venezuelan President Hugo Chavez came to the United Nations last week for a speech and afterward admitted a few of us to a press briefing, the quixotic Chavez did things a little differently -- and perhaps that should have been expected.

Stalking into the room at the Venezuelan Mission on 46th Street, Chavez looked for all the world the vengeful enforcer, the raging godfather, the paranoid-in-winter. His once-handsome and controlled face was dark and brooding, his eyes tight and wary as he constantly scanned the room.

What was left of his nervous restraint broke down completely at the first question from a Latin female journalist: "Why is it that so many say you are capricious and ineffective?"

"It is very difficult for me to talk about myself," he began, before speaking for nearly 25 minutes about himself. "Not only do they call me 'capricious and arbitrary,' but they call me an 'assassin ... Hitler ... Mussolini ...' I believe that I am the victim of a psychological war. I am in the laboratory, and you on the radio and in the newspapers, you repeat it over and over, as if I were Jack the Ripper. If you repeat the 'big lie' 10 times, or a thousand times, people will begin to believe it."

Why, he asked, do so many Americans tell him that he is the "enemy of America"? He told us that he said to people in New York: "I am not an enemy; it is the information you are getting. For instance, I was in Baghdad last year, and I was riding around in a car driven by Saddam. How could I know that no president of any country had gone there since the Gulf War? I was also in Riyadh, in Doha, in Djakarta, with other presidents, but nobody was interested in that.

"I met with the pope three times, and that was never published anywhere."

Then this man who has called the Roman Catholic Church in Venezuela a "tumor on Venezuelan society" suddenly proclaimed to the journalists, many of whom were looking more than slightly stunned: "I am a Catholic!" Pregnant pause. "My mama wanted me to be a priest." At this, he began humming the Mass. "And I am a Christian," he added. He suddenly took a small silver cross out of his pocket, kissed it vigorously and began to sing robustly, "Forgive me, Father, for I have sinned."

"They've made me into a devil," he said a little later. He paused, and an ambivalent small smile played around his lips. "Perhaps," he added, "we need an exorcist."

Other stories were told that late afternoon, many of them about Fidel Castro, whom Chavez constantly referred to emotionally as "my friend!" But after seven weeks of upheaval, violence and oil strikes in his country, the Venezuelan opposition are not his "friends" at all.

"They ought to be in prison, those terrorists of these last few weeks," he stated in an obviously disturbed voice. "Why are they here and not in prison? I have political power, but I am not a dictator -- otherwise, I would have shot them! In other times, they would have shot them in the patio of the military barracks. Shot them! That has not happened in Venezuela."

With disdain and derision virtually dripping from his words, he added, "You can see what quality of opposition we have in Venezuela -- a bunch of fascists!"

At this point, he looked very deliberately at the reporters whom he knew were from Latin America, directing his remarks particularly to Brazil and Ecuador, where fellow leftist leaders of his have just been elected to the presidencies. "It's fascism, brothers!" he went on. "Because tomorrow it could be you. Until now, the rich have given us presidents, and the rich have taken them away. This is the war of the end of the century, the war of the end of the world. I will fight to the death."

And all the while -- the meeting went on for most of an hour and a half in the early winter's evening -- the Venezuelan president carefully and suspiciously checked off each questioner on a media list prepared for him by his information officers in order to know who was who.

As I watched and listened, I could not help but compare this man of dark rages and apocalyptic visions to the Hugo Chavez I had interviewed in Caracas only four years ago, just before he was elected president of the country. Much thinner, infinitely sunnier and charming, Chavez then spoke only about peacefully reforming the country in its own historic Venezuelan way. "There isn't any model," he told me then, "certainly not Cuba or the Soviet Union. We don't copy other models, we invent them."

But in these four years, Hugo Chavez has gone completely to the left. Fidel is his best friend and, despite his fulminations to the contrary, the pope is not. After seven weeks of oil company and other strikes that have paralyzed the country, Chavez is at total war with the opposition, which is a melange of substantial middle-class people, trade unionists and businessmen, but also leftover politicians from the two "democratic" parties that ruined and scavenged the oil-rich country for 40 years.

This same week, a "friends" group made up of the United States, Brazil, Mexico, Chile, Spain and Portugal has been formed to try to broker a peace settlement between Chavez and the opposition. But one has to wonder whether it is too late. The sense of the Venezuelan crisis, from the Chavez left, is that they are in an all-out push for revolution, no longer for reform. The opposition seems to plan no further ahead than the next day's demonstration -- and every day, those demonstrations grow more violent, more obdurate and more dangerous.

From Caracas, the message is that it is too late for negotiations. The world oil markets have been shaken by the cutoff of Venezuelan oil. An estimated 50 percent of small businesses are in danger of collapse. "Here, there is a clash of systems," the Venezuelan scholar Alberto Garrido, a specialist on Chavez's philosophy, was quoted as saying this week in The Washington Post, "something that neither (the Organization of American States) nor the United States understands. For this reason, no negotiation is possible."

If Chavez believes what he has said, that the country's public and private institutions must be broken down in order for his revolution to take root in Venezuelan soil, that appears to be what is happening in that important Latin American country. If so, the United States and the world could be up against a war even more bizarre and threatening than Hugo Chavez's words.

Crude output at 1.44 mln b/d - dissident PDVSA executives

www.vheadline.com Posted: Thursday, January 30, 2003 - 1:01:53 PM By: PETROLEUMWORLD

Venezuela's crude oil output stood to 1.44 million barrels a day Wednesday, dissident Venezuela´s oil company PDVSA executives said in their daily report.

The operations in eastern part of the country produced 692,000 b/d is being produced. Another 300,000 b/d on top of the current 692,000 b/d could be produced in the east in the coming weeks, dissident PDVSA executives reported.

Western operations stood at 260,000 b/d while in the southern region, 92,000 b/d were being produced Wednesday, unchanged from Tuesday.

Refining activities remained unchanged from Tuesday. El Palito refinery which has a capacity of 120,000 b/d is producing 75,000 b/d, the report said. The Paraguana refinery complex which has a capacity of 940,000 b/d is at 80,000 b/d.The 200,000 b/d. The 200,000 b/d Puerto La Cruz refinery is produccing 75.000 mbd,The 200 mbd La Isla refinery in Curacao is producing 25,000 b/d, the report said.

Venezuela is in its 59th day of a civil disobedience nation wide general work stoppage that has hampered oil production and exports. The strike is aimed at forcing President Hugo Chavez to resign followed by early elections.

By Elio Ohep, Petoleumworld.com; 58 412 9525301; ecohep@hotmail.com

Petroleumworld News 30-01-03 1230 GMT

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